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2 abr 2016

Epilogo 20 Siempre cerca de los trabajadores

  Y así quedaron sin explicar y valorar entre otras, la gestión ante el Consejo Económico y Social, en la Comisión de Calidad de Vida y Desarrollo Territorial, la evolución de la afiliación con incrementos del 34 % durante aquellos cuatro años, o la representación electoral que nos dejo a 42 delegados del objetivo de 400 que nos habíamos marcado,  los acuerdos en materia de inmigración  que hicieron posible se agruparan entorno al sindicato unas diez asociaciones de colectivos latinoamericanos, y la celebración durante los años 03,04,05, del festival por LA INTEGRACION.

Paso de desapercibido la gestión de Sotermun que agrupo un buen número de proyectos solidarios en los que se invirtieron la cifra nada desdeñable de unos 100.000, euros para hacer entre otras, una carretera en la Aldea Pelón de Honduras, aulas de formación profesional, en la fabricación de mermeladas que dieron trabajo a familias con escasos recursos en Chile, en Argentina talleres para adolescentes, colaboración en proyectos dirigidos a víctimas de violencia de género y la presencia de tres cooperantes cantabros que se desplazaron durante algún tiempo a la Sociedad Protectora de la Infancia en Chile.

Habíamos empezado a trabajar de forma decidida en los temas de prevención y riesgos laborales en política de formación e información, en campañas de información sobre el tabaquismo, alcohol, jornada de trabajo, riesgos en los sectores de comercio, oficinas, el ruido en el trabajo y especialmente la drogodependencia en el ámbito laboral.

Por no debatir, no lo hicimos tan siquiera para hablar de la huelga general del 2002, la huelga del 20- J que el sindicato había convocado al margen de los otros sindicatos, contra el Partido Popular por imponer entre otras medidas, la congelación salarial a los funcionarios, la implantación del contrato indefinido con indemnización reducida, la eliminación del PER. Se pasó de puntillas sobre la conflictividad laboral en la que participamos en empresas como Trefilerías Quijano, Ferroatlantica, SMTU, Aspla o Simsa, nada sobre EFIE a pesar de los altos niveles de inserción profesional el 68% de los alumnos de fontanería y gas, nada sobre la integración de colectivos independiente, nada de nada, se estuvo más pendiente de evitar posible nueva candidatura a la oficial, que a rendir cuentas de la gestión.

Al final nueva ejecutiva para el sexto congreso regional, esta vez dirigido por Miguel Ángel González Colsa, a quien yo mismo recomendé ante la dirección confederal, pensando que su trabajo como permanente sindical, y su afinidad personal con muchos de los afiliados en litigio, podía ayudar a recuperar la tranquilidad necesaria para la nueva etapa, pero imposible, Miguel lejos de articular una propuesta de ejecutiva de integración y consenso, lo que hizo fue echarse en los brazos de lo que el mismo llamo “sus amigos” representados por los dirigentes de Torrelavega, provocando tensiones innecesarias que al final le aislaron de los unos y de los otros, y lo que es peor traicionado por los que llamo amigos, que a la postre lo único que deseaban era poner a la actual Secretaría General, en fin un mandato de gestión sindical anodino y bastante ineficaz.

Luego vendría Mercedes Martínez Zubimendi a la dirección del sindicato, y con ella la pérdida masiva de afiliados y representantes sindicales fruto de la falta de interés por el consenso, nada novedoso por otra parte, sino la lógica repercusión de un largo periodo de desencuentros en los que la dirección confederal con Julio Salazar y Ladislao Pérez a la cabeza ya habían tirado la toalla, por más que los compañeros entre otros Agustín García, Antonio Helguera, José Mª Mateos, Yolanda y yo mismo entre otros estuviéramos pidiendo su amparo, el silencio siempre fue la respuesta.

Esta falta de ánimo por el consenso llevo a muchos compañeros abandonar el sindicato para dirigirse a otras organizaciones. Primero fueron los compañeros del Servicio Municipal de Transporte los que se vincularon a un sindicato con presencia en el gobierno regional, después afiliados y delegados de la seguridad privada que se fueron a CCOO organizando de facto su federación, luego y con un impacto muy importante el abandono de la sección sindical de supermercados Lupa que se dirigió a el Sindicato Unitario, más recientemente el colectivo de comercio que han fundado su propia organización “Maysa”, mas tarde compañeros del sector de industria que descontentos con la atención que les brinda el sindicato como en Ascensores Imem se han marchado al SU y algunos a su casa como en Robert Bosch, en fin, bajas en la USO que están afectando también a la tasa de representación en comités de empresa y delegados de personal, que auguran dificultades añadidas al momento de crisis también sindical que se vive en España.

Pero no quiero terminar este último apartado sin agradecer la amistad demostrada de los compañeros que especialmente me acompañaron en los últimos años de militancia en el sindicato, compañeros sometidos a presiones por atreverse a expresar opinión, discrepantes con la supuesta oficial, y que incluso se vieron obligados acudir a los tribunales para defenderla y reclamar sus derechos.


Entre ellos a José María Mateos López, golpeado con sanciones de militancia e incluso de expulsión del sindicato, quien se vio obligado a reclamar sus derechos por vía judicial sin que los culpables de tanta injusticia  hayan asumido su responsabilidad, al compañero Agustín García Benito, hoy, dirigente cualificado del Sindicato Unitario, quien oso competir en un congreso con la oficialidad y le cayeron todos los problemas del mundo, Antonio Helguera hoy en CCOO dirigiendo el sector de seguridad privada, Yolanda Gómez, quien ante el mal trato tuvo que demandar judicialmente al sindicato, a Virginia Ordax también en el Sindicato Unitario, a Emilio Ibáñez Peláez siempre comprometido con el sindicato y hoy desencantado después de muchos años de militancia, Félix San Emeterio, a quien me une una gran amistad, ganada durante los muchos años de militancia sindical, Ángel Blanco perseguido hasta en su propia casa la sede del sindicato en Torrelavega, y a otros muchos que estuvieron cerca de mi cuando se tornó en dificultades mi presencia en la militancia activa en la USO, a todos agradecerles sus atenciones y mensajes de solidaridad que recibí, para todos ellos muchas gracias.

29 mar 2016

Epilogo 19 Siempre cerca de los trabajadores

  Hasta aquí el inicio y final de un tiempo transcurrido entre los años 1973 y Julio del 2005 -  soy preciso en las fechas por ser final del quinto congreso regional del que fui Secretario General – e inicio de una nueva etapa que nació con dificultades, las mismas que habían arrastrado a la comisión ejecutiva durante demasiado tiempo, problemas de relaciones entre sus miembros, aderezados por otros dirigentes de segundo nivel que acertaron en sus críticas a minar la voluntad de parte de la dirección.

Y cuando los problemas se vuelven insoportables y además afectan a las relaciones humanas la solución casi siempre es buscar a otros dirigentes, en este caso de ámbito nacional, para que ayuden a resolverlos desde la lógica de integración de todos, cosa que en el caso de Cantabria no se pudo lograr por la gestión del supuesto moderador Ladislao Pérez, secretario de organización quien muy pronto tomo partido aislando a los supuestos discrepantes.

Fueron muchas las reuniones que se celebraron, incluso con la presencia del por aquel entonces Secretario General Benito López, la cosa no tuvo solución al final, una Gestora totalmente parcial de la que yo forme parte, fue la que llevo a la celebración del sexto congreso regional.

Y todo esto adornado con una “Resolución” que con muy buenas palabras, intento resolver el grave conflicto, solo conseguido cuando se anuló la capacidad de presentar candidatos a la dirección regional como siempre se había hecho, es decir con candidatura abierta. Para ello en el mismo congreso  de forma bastante torticera se presentaron las correspondientes enmiendas que obligaban a presentar candidaturas cerradas y bloqueadas, situación que evito pudieran presentarse otros compañeros a la dirección, un golpe bajo que en la historia del sindicato en ningún punto de España se había dado nunca, por cierto “actuaciones” que vulneraban de forma radical una de las orientaciones recogidas en aquella Resolución “la normalización de las relaciones en el interno de la ejecutiva y para ello la elaboración de una candidatura y modelo orgánico de consenso”.

Ladislao como principal actor de esta triste historia , quizá con el ánimo de calentar el oído a los unos y a los otros, no dudo en escribir en su resolución de mayo del 2005, por ejemplo la presencia de Agustín y Justino en la ejecutiva regional como miembros “no ejecutivos” pero de importante influencia y control al ser máximos dirigentes de Torrelavega, o la “exagerada influencia dada mi larga experiencia como secretario general”, o el vacio que se produjo en la ejecutiva “cuando Pepe Vía se quito del medio para irse a la confederación”, perlas entre otras, que por alagar incluso intentaban buscar una salida a mi “necesaria renovación”.

Con estos mimbres, lo que había sido un periodo sindical el del quinto congreso, con aciertos y errores, como todo en la vida, se convirtió en algo oscuro y en confrontación. Cuatro miembros de la ejecutiva perfectamente agrupados y dirigidos por el secretario confederal, aprovechándose de una falsa mayoría decidieron “renunciar a desarrollar sus funciones y a dirigir el sindicato a la vez que pedían a la Comisión Ejecutiva Confederal que asumiera la dirección de la Unión Regional hasta la celebración del 6º Congreso”, situación que se resolvió con el nombramiento de una Gestora en Julio del 2005, incapaz de aglutinar las diversas opiniones y sensibilidades del sindicato.

Unos meses antes de la finalización de ese quinto mandato congresual, tuve una reunión con José Vía secretario confederal de acción sindical, quien dijo hablar en nombre de la Confederación, donde quedo muy clara mi disposición a no presentarme de nuevo a cargo ejecutivo alguno, reunión que incluso dio de si, para tratar sobre mi relevo, que según Vía la dirección confederal ubicaba por este orden. Primero Agustín García Benito, segundo José María Mateos y en tercer lugar Mercedes Martínez Zubimendi, una terna con la que yo estaba totalmente de acuerdo, sobremanera con Agustín dirigente del sector de comercio, con importante número de afiliados y presencia en el comité de empresa donde trabajaba.

Pues bien, en apenas un mes de esa reunión, un puñado de dirigentes de la unión comarcal de Torrelavega, en cena clandestina se conjuraron para condicionar la renovación, y lo que debió ser limpio y transparente, se convirtió en algo oscuro y sucio, en un intento por provocar mi aislamiento y   desconfianza en un dirigente fundador del sindicato y con más de cuarenta años de militancia, los problemas hicieron el resto, problemas que bien se pudieron atajar a nada que hubiera sido un poco valiente Pepe Vía explicando en Torrelavega el acuerdo que en nombre de la ejecutiva confederal había llegado conmigo.

Como he comentado anteriormente hasta la fecha del sexto congreso regional en Cantabria, el único sistema de elección para ejecutiva, era el de candidatura abierta, tanto para su elección como para la presentación de candidatos, principio consolidado en todos los estatutos regionales y confedérales desde la fundación del sindicato, pues bien ante el miedo a que hubiera más candidaturas que la oficial y con la aquiescencia, siempre del secretario confederal de organización, una enmienda in voce dentro del propio congreso, bloqueo la presentación de candidatos al obligar a presentarse a través de candidaturas cerradas y bloqueadas, vamos todo un derroche de pluralidad, para lo que debió ser una fiesta democrática convertida en una victoria pírrica, que dejo tocada la organización.

La sinrazón llego incluso a prohibirme dar mi último informe de gestión, nuevamente el miedo a que mi intervención pusiera en peligro la elección de la ejecutiva regional prefabricada por la confederación, provoco que solo pudiera dirigirme al plenario en calidad de asistente al congreso y no como secretario general saliente, una situación que a fuerza de ser sincero debo reconocer que me produjo cierto enojo, porque habían sido muchos años de militancia comprometida y de respeto a la USO que se tiraron por la borda.

Una breve intervención a modo de reflexión fue todo lo que se me permitió hablar en el congreso regional, y una auto limitación por mi parte para no causar más dificultades me llevo a tomar la palabra en el turno de afiliados para destacar entre otros que:

Me hubiera gustado presentar el Informe de Gestión correspondiente al V Congreso Regional, del que fui Secretario General y que transcurrió entre el 5 de Julio 2001 a Julio del 2005,gestión de  un responsable sindical fundador de la USO en Cantabria. No ha sido posible, que le vamos hacer, razones diversas han impedido que tomara la palabra, pero no podía negarme a mi mismo el derecho a despedirme de vosotros,  a despedirme después de 30 años de militancia obrera y de 3 mandatos como responsable máximo del sindicato en Cantabria.

Hoy, finaliza para mi una etapa de actividad sindical en la primera línea, y lo hago con la incertidumbre que siempre se tiene a lo desconocido, y digo desconocido por que no se lo que va a pasar, lo que si se, es que en mi condición de permanente sindical voy a seguir estando a vuestra disposición, Antonio Saiz Pi, trabaja en la USO desde año 1982, y en todos estos años, mi entrega al sindicato ha sido de fiel compromiso, a él le aporte no solo la militancia sino mis conocimientos como Graduado Social, y deseo seguir haciéndolo, porque puedo y debo seguir aportando al conjunto del sindicato lo que precisamente él medio, valores sociales, conocimiento sindical, solidaridad, respeto a la persona, compromiso para con el mas débil, capacidad de lucha reivindicativa, y un largo etc., que siempre le agradeceré.
 
Compañeros y amigos, vaya por delante mi reconocimiento para todos aquellos que nos hemos acompañado en este largo viaje, que es la historia de la USO, para vosotros muchas gracias me habéis dado la oportunidad de trabajar en lo que me gusta, trabajar con lo que me siento identificado,  y porque no decirlo, trabajar en los temas sociales en  al más amplio sentido de la palabra y con ello identificar mi condición moral como persona.


Una intervención en la que no pude valorar la gestión, incluso la desarrollada después de que José Vía abandonara la ejecutiva regional, y resolviera su problema con la Sección Sindical de Solvay. Para sustituirme en el debate de gestión fue eligió a Miguel Ángel González Colsa que tomo la palabra, mas como candidato oficial que como gestor de la actividad sindical de los cuatro años anteriores.

7 mar 2016

Apartado 18º.- E.F.I.E, y Talleres Canduela

 En el año 1996 el Consejo Regional del sindicato, después de un debate en profundidad sobre la formación profesional y el espacio que podría ocupar la USO en la región, nos decidimos a poner en marcha la Escuela de Formación Integral para el Empleo EFIE, conscientes de las dificultades que esta iniciativa traía consigo.

En primer lugar, para dotarnos de financiación – solo contábamos con un millón de las antiguas pesetas, que nos presto la confederación – y en segundo lugar definir que tipo de formación y especialidades concretas podíamos impartir, todo ello considerando el amplio abanico de centros de formación ocupacional existentes en la región, y sobremanera, la oferta de los sindicatos mayoritarios y patronal que venía de tiempo avalada por acuerdos con el gobierno regional.

Por lo que respecta a la financiación lo resolvimos con Caja Cantabria, gracias a un préstamo de doce millones de pesetas a devolver en cinco años, que sirvieron para alquilar una nave de cuatrocientos metros cuadrados, y aulas en la calle Candina, con las que conseguimos la homologación ante el INEM, y posteriormente por la Dirección General de Trabajo. En cuanto a las especialidades, después de darle muchas vueltas nos decidimos por la fontanería, calefacción, y gas en IG1 y IG2, especialidades que nos generaron cierto reconocimiento entre los profesionales de la construcción - en ello tuvo mucho que ver José Ramón Lavín, a quien agradezco mucho su empeño por nuestro proyecto formativo - y las vinculadas al Medio Ambiente, especialidades que nos parecieron de futuro.

Posteriormente y como complemento a la formación dentro del sector de la construcción, solicitamos con éxito la homologación de centro para la obtención del Carnet Profesional de Instaladores de Gas, que facilitaba el Ministerio de Industria del Gobierno Central, homologación que tenía en exclusiva el ITEC, dependiente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Cantabria.

Con estos mimbres nos lanzamos a poner en marcha EFIE, con escasa experiencia y pocos conocimientos técnicos, a no ser los obtenidos del centro de formación de la USO de Asturias. Enseguida nos dimos cuenta que el éxito de nuestro proyecto formativo iba a estar condicionado a los acuerdos que pudiéramos alcanzar con las diversas administraciones de los gobiernos central y autonómico, acuerdos que dependerían en buena medida de las relaciones institucionales que precisamente nunca fueron nuestro fuerte.

En paralelo al centro de formación, creamos Cantuso Sociedad Limitada, una empresa de servicios cuya titularidad era en exclusiva del sindicato, y que tenia entre otras funciones ayudar a los alumnos que finalizaban los cursos a encontrar un trabajo en las empresas privadas que colaboraban con nosotros o en la economía social bien a través del autoempleo o impulsando algún tipo de sociedad laboral.

Si tuviera que hacer un pequeño resumen estadístico y valorativo de EFIE, este no podía ser mas que positivo, fueron  más de 700 los alumnos - durante el tiempo que yo fui secretario general - repartidos en unos 51 cursos los que pasaron por la escuela, que en más del 90% recibieron la calificación de aptos con una inserción laboral alta principalmente en los cursos de Fontanería y Gas, inserción laboral que alcanzo el 68% en los seis meses posteriores al acabar el curso por lo tanto datos y valoración positiva.

Unos años después sin muchas explicaciones, el sindicato procedió a cerrar la escuela, liquidar su patrimonio, despedir a los profesores sin darles razones suficientes en definitiva, dar un salto hacia atrás en la política de servicios sindicales, y todo ello, para al final suscribir un acuerdo de formación profesional con la patronal PYME del Metal para ayudarles a llenar los cursos, en fin decisiones poco discutidas y bastante regresivas para el desarrollo de la organización, pero esto no deja de ser una opinión personal.
 
Con este relato de antiguos hechos sindicales que han marcado bajo mi punto de vista, el devenir del sindicato en Cantabria, me dispongo a modo de epilogo, a contar mi salida del sindicato, que por desgracia no ha estado exenta de confrontaciones, en muchos momentos difíciles soportar, por actuaciones entre personas que provocaron mi distanciamiento en cuanto a su estructura y cuadro dirigente no así entre compañeros y amigos militantes, entre quienes me encuentro perfectamente identificado y en muchos casos a su servicio.

Talleres Canduela

Pero antes de narrar esta ultima parte, permitirme una breve nota sobre algunos asuntos sindicales que actualmente me ocupan y preocupan como el juicio de la antigua Grúas Canduela, todavía en fase de instrucción después de ocho años que se promovió denuncia ante la Inspección de trabajo y fiscalía, denuncias por delito contra los trabajadores y alzamiento de bienes.

Recordar a Talleres Canduela también es recordar la historia de nuestra organización, en esa empresa trabajo uno de los fundadores de la USO Cantabria, Juan José González Salas, que como ya comente anteriormente falleció muy joven, por lo que no participo en los hechos que provocaron el cierre de su empresa.

Traer a estos comentarios sindicales a Talleres Canduela se justifica por los hechos que han ido sucediendo desde 1997 año que fue vendida a Serveis Administratius de Tarragona inicio de problemas y más problemas en su desarrollo como una de las principales empresas de grúas del sector de la construcción, problemas que han tenido a la ingeniería financiera como baluarte a la hora de recoger los importantísimos beneficios que se dieron con el bom de la construcción en España.

Y cuando digo ingeniería financiera me estoy refiriendo, a que por la venta de sus terrenos en episodios sucesivos pasaron al menos nueve sociedades entre inmobiliarias, sociedades limitadas y entidades bancarias, muchas de ellas de apariencia legal pero sociedades instrumentales a la postre, y como empresas de producción industrial ocho, también la mayoría instrumentales, que esperamos  se pongan en evidencia ante el juzgado para que se las pueda condenar y con ello a sus titulares por presunto delito social asumido por la fiscalía, y agencia tributaria entre otros que también se han visto engañados por unos “artistas” que no dudaron después de haber ordeñado a una marca prestigiosa como fue grúas canduela, despedir a la totalidad de la plantilla - sesenta trabajadores – y llevarse todos los activos a distintas empresa de Zaragoza.

Y mientras tanto a la espera del juicio, los trabajadores siguen atentos a las operaciones de compra venta, que sobre los terrenos – 9.500 metros cuadrados calificados de Espacio Terciario por el Ayuntamiento de Santander – se van  producido hasta llegar a su actual titular Construcciones C15 – S.A, quien los ha cedido para su explotación a el Supermercados LIDL, empresa que conoce perfectamente la situación jurídica de los terrenos.

Destacar que la Agencia Tributaria también abrió Procedimiento de Derivación de Responsabilidad Tributaria, declarando que los administradores de estas sociedades encadenadas estaban creando un conjunto de negocios para reducir los activos líquidos a favor de los socios, a traves de cuantiosos gravámenes hipotecarios sobre los terrenos y sede de la actividad, actuación administrativa que demuestra que no solo los trabajadores han sido agraviados en sus derechos sino la propia administración con el engaño tributario.


En mi calidad de asesor sindical desde el principio me he sentido vinculado a este grave conflicto, la USO no solo tenía afiliados entre los despedidos sino representación sindical en el Comité de Empresa lo que nos obligaba al asesoramiento y en buena parte representación de los trabajadores, por eso no dudamos en presentar denuncias ante la inspección de trabajo, juzgado de lo social y fiscalía general de Cantabria, actuaciones que esperemos sirvan para que el juzgado pueda dictar sentencia a favor de los trabajadores y contra los empresarios una sentencia ejemplar que no les permita cometer actuaciones como las que he comentado.

18 feb 2016

Apartado 17º.- Sotermun Cantabria con los más necesitados

Jose Maria Mateos Lopez
Con cuarto congreso regional en el año 1997, pusimos en marcha nuestra ONG Sotermun en Cantabria, fue una iniciativa cargada de ilusión que se le encargo a José María Mateos López, por aquel entonces Secretario Regional de Acción Social.

Sotermun en muy pocos meses se abrió camino en un mar de ONGs, que tenían experiencia en el desarrollo de la solidaridad, sobremanera en la relación con las diversas administraciones a la hora de presentar proyectos solidarios para su desarrollo en los países menos favorecidos, por lo tanto el compañero Chema, no solo tuvo que impulsar nuestra iniciativa sino abrirse un espacio de reconocimiento oficial a través del también escaso bagaje de Sotermun en el ámbito nacional.
 
A la USO la gusta decir que “ Sotermun es el alma solidaria del sindicato” y que con ella se esta devolviendo la colaboración que recibimos en su momento de los otros sindicatos cuando la USO empezaba su implantación y desarrollo en los tiempos previos a la democracia, solidaridad y colaboración que preferentemente se desarrollaba con la Central Latino Americana de los Trabajadores la CLAT.

A los pocos meses de la constitución de Sotermun el compañero Chema, fue nombrado Presidente de la Coordinadora de las ONGs de Cantabria, y miembro de la Coordinadora Estatal de ONGD, cargos que ocupo durante unos cuatro años que sin duda nos ayudaron a conseguir importantes proyectos de solidaridad internacional a pesar del poco tiempo que veníamos funcionando.

Fyesta por la Integración
La Republica Dominicana, Honduras, Colombia, Ecuador, y Chile fueron los países en los que Sotermun actuó económicamente a través de proyectos presentados ante el Gobierno Regional y Ayuntamientos de Santander, Torrelavega y Renedo. Alrededor de 30 millones de las antiguas pesetas fue la cantidad que conseguimos durante aquel mandato congresual y que fueron destinados a la puesta en marcha de una planta de repostería en Republica Dominicana, al cultivo del café y a la construcción de una carretera en un humilde poblado – Aldea Pelón – en Honduras, en Colombia colaboramos con la creación de un centro de formación para niños de la calle, a Chile mandamos tres cooperantes que llevaron la bandera de Sotermun y Cantabria durante algún tiempo, y con motivo del huracán y tornado Mitch que asolo Honduras, la solidaridad, esta vez en forma de juguetes, para los niños, que ayudaron a ser un poco menos triste aquellas navidades de 1998.

Fue un periodo muy gratificante, la sede del sindicato se convirtió en el lugar de encuentro de la solidaridad internacional en Cantabria, todas las ONGs, se reunían a debatir los proyectos, las iniciativas de sensibilización, campañas sociales, la política de relaciones institucionales, y como no, también las intrigas propias de las ONGs que de todo hubo en aquel momento convulso que le toco dirigir al compañero Chema en su calidad de Presidente.

Aquellos inicios de Sotermun pronto fueron reconocidos, por el Secretario General Adjunto de la CLAT Enrique Marius, Acacia F. Victoria, Directora Ejecutiva de la IÑACDE – CLAT y Manuel Zaguirre, en una visita al Consejero de Economía y Hacienda Rafael Gutiérrez y al Alcalde de Santander Gonzalo Piñeiro, que nos abrió muchas puertas, a la vez que se dieron muchas explicaciones sobre el uso de los recursos económicos que habíamos mandado a los países latinoamericanos, pero sobremanera, explicaciones de tranquilidad tras comprobar la solvencia de la CLAT a la hora de rentabilizar socialmente los dineros que salían de nuestra región. Para nosotros fue un impulso muy importante estábamos empezando y recibir a los dirigentes de la Central Latinoamérica de los Trabajadores la CLAT con implantación en toda américa latina no dejaba de ser una enorme satisfacción.

Mas tarde y al final de la etapa de José María Mateos López como responsable de Sotermun en Cantabria, vendría una fuerte campaña a favor de la ayuda económica con Argentina, proyectos como “Creciendo desde el Pie” nos llevaría actuar en la creación de un taller de costura para madres adolescentes y victimas de la violencia, en la puesta en marcha de un taller de artesanía en cuero para adolescentes, o una fabrica para la elaboración de mermeladas en conserva y mieles de fruta para familias con escasos recursos entre otros, proyectos solidarios coincidentes con el fin del mandato del quinto congreso en el año 2005.

No quiero finalizar este apartado aunque sea brevemente sin comentar las celebraciones en torno a lo que vinimos en llamar “Festival por la Integración”, unas jornadas festivas que quisieron ser un referente para la USO en su afán de acercase a los trabajadores inmigrantes de nuestra región principalmente latinoamericanos..

USO a través de Augusto Ávila Callao responsable por aquel entonces del Departamento de Inmigración, durante algún tiempo centro su trabajo en torno a la potenciación de los colectivos inmigrantes fomentando la puesta en marcha de asociaciones que tenían en la sede del sindicato el punto de encuentro para sus reuniones, iniciativa, que fue valorada positivamente por el área confederal de inmigración, pero que no tuvo el respaldo suficiente en la USO de Cantabria, solo el compañero José María Mateos López y yo mismo, dedicamos esfuerzos a esta tarea, mientras que otros miembros de la ejecutiva regional estuvieron bastante al margen de estas iniciativas de integración, no es motivo de este relato valorar comportamientos personales, pero en honor a la verdad tengo que decir que esta importante actividad social debió de ser mas asumida por la organización.
Augusto Avila Callao

Por lo tanto no fue de extrañar que en poco tiempo, con el cese de Chema como responsable de acción social, estas asociaciones fueran abandonando la USO y con ello la importante actividad social que el sindicato estaba desarrollando, solo durante algún tiempo se mantuvo el asesoramiento estrictamente laboral de aquellos inmigrantes que por cierta inercia se fueron acercando a las “oficinas”.

Craso error el que cometió el sindicato no apoyando esta estrategia de servicio social a los compañeros inmigrantes, eran trabajadores con las mismas necesidades que los demás, trabajadores que en muchos casos compartían tajo con afiliados al sindicato, quizá con alguna que otra necesidad administrativa vinculada a permisos de residencia, agrupación familiar, gestión de permiso de trabajo, etc. necesidades perfectamente asumibles por la USO a nada que se hubiera puesto un poco de voluntad y solidaridad por parte de algunos dirigentes, que lejos de apoyar lo que hicieron fue el vacio, la crítica mordaz incluso me atrevería a decir discriminación.


Fyesta por la Integración
Fueron unos años de mucha actividad social la que personalmente mas allá del cargo, ejecuto el compañero José María Mateos López, y lo quiero ensalzar por lo injusto de las decisiones que posteriormente tomo la ejecutiva del sexto congreso regional, dirigido por Mercedes Zubimendi y posteriormente Miguel Ángel González para con él, fueron demasiados desmanes que incluso le llevaron a sufrir una sanción de dos años de pérdida en su condición de militante, agresión intencionada que posteriormente puso en su sitio el juzgado de lo social declarando nula la sanción. Y buena parte de ello por apoyarme en un momento de cierta discusión sobre la elección de mi relevo como secretario general. De verdad que Chema de ninguna manera se mereció este escarnio, por eso vaya mi reconocimiento personal no solo a un trabajo viene hecho, sino por la amistad que siempre nos hemos tenido.

2 feb 2016

Apartado 16º.- A Trefilerías Quijano la paramos los pies

El 30 de Enero de 2004, Trefilarías Quijano presentaba un Expediente de Regulación de Empleo, para despedir la totalidad de los 247 trabajadores, y cerrar la centenaria fabrica de Nueva Montaña Quijano en los Corrales de Buelna, empresa recién adquirida por el Grupo Industrial Celsa. Como línea argumental la perdida de mercado, por la entrada de terceros países a precios muy bajos, y la perdida de seis millones de euros en el periodo de los tres años anteriores al anuncio del ERE.

Pedro Lastra, Agustín Santamaria Antonio Saiz Pi
Recuerdo que a los pocos días, el director general de trabajo Tristán Martínez, me convoco para anunciarme que había decidido – me imagino con la colaboración de UGT y CCOO – que la USO no estuviera en las negociaciones del ERE, como único argumento su convicción de que íbamos a poner más dificultades que soluciones, a una negociación que se iba a poner muy dura, llegándome  a decir que el papel de oposición  mejor desde fuera que dentro de la mesa condicionando la negociación.

La verdad es que me sorprendió mucho, nuestro sindicato, solo tenia un representante en el comité de empresa y el resto lo formaban una mayoría cualificada de UGT, y CCOO, inmediatamente le agradecí que me hablara con tanta franqueza, de una negociación que según su opinión debía terminar con acuerdo, aunque le anuncie, que la USO iba a estar presente durante toda la negociación, haciendo sindicalismo y defendiendo con ello a los trabajadores de Trefilerías y lo iba hacer tanto si se nos permitía estar en la mesa como si no.

A los tres días justos de haber celebrado esa reunión, la USO convoco una asamblea en la fabrica para explicar el anuncio del ERE y el cierre de la fabrica, noticia que genero cierto revuelo y sobremanera entre la población de los Corrales de Buelna, quienes desde ese mismo momento se pusieron al servicio de los trabajadores de forma incondicional.

De nada sirvió el interés que mostró el Presidente del Gobierno de aquel entonces Miguel Ángel Revilla para incluirnos en la negociación, la decisión ya estaba tomada, y por mas que hicimos en el marco de las relaciones con los otros sindicatos, estos no hicieron mas que recordarme una y otra vez que nuestra exclusión había sido tomada por el Director General de Trabajo, en fin, una excusa como otra cualquiera.
Con este hecho se nos abrían dos formas de actuar, una, recurrir judicialmente la exclusión y esperar pacientemente la sentencia, o asumir la difícil situación de ser interlocutores solo dentro del comité de empresa, formula inútil por haberse constituida una comisión de negociación del ERE en la que la USO no estaba. Sin duda la decisión fue asumir el envite, sentirnos desde el primer día como parte activa de la negociación, aportando denuncia sindical cuando fue el caso, propuestas en positivo cuando se nos dejo, oponiéndonos al expediente de cierre al final de la negociación, en fin, actuando como sindicato al margen de la mesa negociadora en una de las confrontaciones sindicales mas importantes de Cantabria.

A los pocos días del anuncio del cierre, el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna y la Asociación de Comerciantes y Empresarios, dejaron por escrito el apoyo y colaboración con los trabajadores. Esta apoyo no solo se formalizo en lo testimonial, sino llego a explicitarse en las movilizaciones que a los pocos días se pusieron en marcha y que de forma permanente se llevaron a cabo hasta que tres meses después el 8 de Abril del 2004, el Director General de Trabajo, desestimara la extinción de los 247 puestos de trabajo, la totalidad de la plantilla.

Muchas cosas pasaron durante aquellos tres meses y sobretodo en la actuación de la USO. Tuvimos, no solo que estar atentos a la evolución de las negociaciones, sino a ejercer con todos los medios posibles una presión rígida hacia los negociadores y administración regional, teníamos dudas, mas que razonables que la negociación pudiera terminar con el cierre de la fabrica y/o con un acuerdo que dejara muy debilitados los derechos de los trabajadores.

La primera actuación de USO fue la denuncia que hicimos contra TQ por parar de forma intencionada la producción, para ello saboteo el envió de materia prima – alambrón - desde su propia planta siderúrgica - Global Steel Ware – a la vez que rechazaba nuevos pedidos, con el objetivo de conseguir en poco tiempo un paro técnico de la planta, y presionar las negociaciones especialmente a la administración regional.

Por aquel entonces el comité de empresa se estaba planteando la convocatoria de una huelga, que para nosotros no era de recibo y mucho menos cuando nuestra denuncia sindical había puesto sobre la mesa el intento de paralizar la producción, para TQ esta huelga hubiera sido su mejor negocio, de una parte, justificación de su intento por paralizar la producción incluso del rechazo de nuevos pedidos, y de otra el ahorro  de salarios. Como no podía ser de otra forma, la empresa respondió de forma automática con el compromiso de seguir mandando materia prima pero limitada a los pedidos realmente solicitados, unos pedidos que los comerciales de la empresa enviaban sin que la dirección los procesase de forma inmediata, el objetivo parar la producción a toda costa.

La ciudadanía enseguida fue consciente de lo que se jugaba con el cierre de TQ y por eso respondió de forma solidaria y muy eficaz contra tanto atropello injustificado, concentraciones, pegatinas en los coches, pancartas, asambleas populares, movilizaciones de los jóvenes, comercios que se cerraban en señal de protesta, hasta una página Web (quijanonosecierra) fueron los mejores referentes para mantener durante tiempo la pelea sindical de los trabajadores.

La USO estuvo representada durante este conflicto por los compañeros Pedro Lastra y Agustín Santamaría, miembro del Comité de Empresa y Delegado sindical respectivamente, que asumieron una labor muy comprometida y que a la postre les supuso tener que defender ante los tribunales de justicia sus propios despidos, una pelea sindical que no siempre fue reconocida por algunas personas de la USO, y de los otros sindicatos que miraron para otro lado cuando al final del conflicto nos quedábamos solos en la defensa del puesto de trabajo.

Estos compañeros con el asesoramiento del sindicato fueron los artífices principales del contra informe que presentamos, y que fue admitido por la Dirección General de Trabajo, sirviendo incluso para argumentar la oposición al cierre definitivo de la empresa, un contra informe, que durante muchas horas fue discutido con personal diverso en reuniones reservadas que se celebraban en mi despacho avanzada la noche, la USO no quería un contra informe para salir del paso como el presentado por los otros sindicatos, sino un contra informe que de verdad desmontara los argumentos de la empresa, especialmente los de carácter comercial.
Para la USO los productos que fabricaba Trefilerías Quijano eran, y el tiempo nos ha dado la razón, muy competitivos, de alta calidad, con un mercado muy amplio tanto en España como en la exportación, por eso no entendimos esta apuesta por el cierre, a no ser por razones urbanísticas.

Dos manifestaciones multitudinarias se celebraron durante la negociación del ERE, la primera de ellas secundada por unas siete mil personas en Los Corrales de Buelna, antesala de la celebrada posteriormente en Santander colofón de una huelga general celebrada en el Valle de Buelna que dejo muy clara la imposibilidad de que prosperase el cierre de la empresa. Cinco cabinas tractoras de camión abrían la manifestación que desde las estaciones nos llevo a puerto chico donde concluyo lanzando un claro mensaje sindical ante el Gobierno Regional, pidiéndole que no aceptara el Expediente de Regulación de Empleo, y que recordara al Grupo Celsa que las ayudas económicas que estaba recibiendo de las diversas administraciones podían acabarse y lo que fuera  peor, obligarle a devolverlas por incumplir los compromisos de empleo que habían adquirido.

Esta confrontación sindical, donde sin duda “paramos los pies a Trefilerías Quijano” acabo con acuerdo, un acuerdo que dejo en la calle a mas de 30 trabajadores con unas indemnizaciones, a mi modo de entender escasas, un plan de jubilaciones en el tiempo, con un nuevo convenio colectivo vinculado al regional para las industrias siderometalúrgicas de Cantabria, con una plantilla de 64 trabajadores, un cambio de categorías profesionales donde la inmensa mayoría pasaron a especialistas y con una fabricación reducida a unas 36.000 toneladas, nada que ver con la empresa que tres meses antes, era referente del sector trefilero en España, lo único que habíamos conseguido era que “Quijano no se cerrase”.
Luego llegaría nuestra particular pelea ante la magistratura de trabajo por parte de los compañeros Lastra y Santamaría, ambos se opusieron a suscribir el documento que les convertía de la noche a la mañana en especialistas y con ello la renuncia a los salarios y demás condiciones económicas que tenían después de muchos años de trabajo en el Grupo Celsa.

Fueron presionados hasta la saciedad, les empujaron a firmar su propia rescisión del contrato en multitud de ocasiones, les cambiaron de puesto de trabajo pasándoles a mano de obra directa, cuando ellos eran técnicos, tuvimos que asistir con un notario para recoger la carta de despido del compañero Santamaría, y por si fuera poco hasta tuvimos que escuchar algún reproche de las direcciones sindicales de UGT y CCOO, antes de que manifestaran a su manera la “solidaridad” con los compañeros despidos.
Santamaría y Lastra, pelearon hasta el final y lo hicieron en primer lugar elaborando el contra informe al ERE y luego defendido su categoría profesional, lucha que fue reconocida por las diversas sentencias del juzgado de lo social y del tribunal superior de justicia que dejaron claro el acoso que sobre ellos se estaba haciendo como consecuencia de su actividad sindical.


Por eso es de justicia reconocerles que su actuación en nombre de la USO fue muy comprometida y ejemplo de un buen trabajo sindical, ese trabajo que llego muy lejos, y que genero en ellos y en sus familias momentos muy difíciles, pero el sindicalismo por desgracia es riesgo y los compañeros lo asumieron, por eso pueden decir con orgullo que a Trefilerías Quijano también ellos la pararon los pies. 

19 ene 2016

Apartado 15º.- De Madrazo a la Clínica Mompia

 Del Sanatorio Madrazo a la Clínica Mompia un camino cargado de dificultades. Este podría ser el resumen de la acción sindical sostenida por la USO durante mas de siete años, y que tuvo en su haber un despido por embarazo, múltiples movilizaciones, practicas antisindicales, despido de un representante sindical, denuncias y mas denuncias ante tribunales y administración, toda una confrontación que marco el primer gran paso del sindicato en la reivindicación a favor de la mujer trabajadora.
Sanatorio Madrazo
El 1 noviembre de 1993 el doctor Francisco Carral, empresario, sindicalista de la Confederación Estatal de los Sindicatos Médicos y representante del Igualatorio Médico Quirúrgico ante los medios de comunicación hacia publico la construcción de una clínica que a la postre seria Mompia, a través de una inversión inicial de 1.500 millones de las antiguas pesetas, noticia que lejos de ser agradable por lo que tenia de continuidad del Sanatorio Madrazo, condenado a desaparecer en su ubicación de la calle santa lucia, se iba a convertir en una lista de actuaciones empresariales que a los  trabajadores y al sindicato nos trajeron durante años por la calle de la amargura.
Sindicalistas de USO

Dos fueron, entre otras las prioridades que como sindicato pusimos en marcha nada mas conocer esta noticia, la primera, cerrar la homologación salarial con el Insalud, y determinar las condiciones del traslado de los trabajadores a la nueva clínica de Bezana, prioridades difíciles de resolver por la escasa voluntad del Igualatorio, que no dudo en facilitar la entrada de CCOO en la empresa y con ello enfrentar la acción sindical con la USO.
Esther Garcia de IU
Un Acuerdo de Eficacia Limitada y la adhesión al mismo de forma individualizada, fue el formato que uso CCOO y el Igualatorio Médico, para romper con la pretensión de homologar los salarios a los del Insalud, adhesión conseguida bajo la amenaza de ser excluido de la nueva Clínica Mompia y con ello el despido. Chantaje puro y duro que nos llevo al enfrentamiento sindical, mientras que el IMQ y en su nombre el doctor Carral se frotaba las manos y se escondía en una campaña de imagen que anunciaba la donación para Bosnia – Herzegovina, del material sanitario obsoleto, del Sanatorio Madrazo.

Lope Carral
Pero esto no había hecho más que empezar, luego llegarían despidos como los de las compañeras Liria, Mª José, María Jesús Ribes, Raquel Gómez y largo etc. de expedientes y cartas entrecruzadas, que pretendieron exclusivamente amedrentar la acción sindical de USO y con ello un realizar un traspaso del personal con salarios y condiciones laborales más ventajosas para la empresa, y forzar algunas bajas de trabajadoras que por edad principalmente ya no interesaban en la nueva Clínica Mompia.

Y fueron precisamente los despidos de las compañeras Chusa y Raquel las que provocaron la movilización del conjunto del sindicato, convencidos de que estábamos frente a una agresión en toda regla, de ninguna manera podíamos consentir, primero porque teníamos la razón moral  y segundo porque teníamos la razón jurídica como así se pudo demostrar con las diversas sentencias judiciales.

María Jesús Ribes, había presidido el comité de empresa durante bastantes años, en el Sanatorio Madrazo, y posterior Clínica Mompia, sindicalista comprometida y por ello con problemas serios en la empresa, que nunca la amedrentaron su animo hasta que el 20 de Enero del 2000, amparándose en no se que titulación profesional después de 26 años de trabajo intachable como auxiliar de clínica, la entregaron la carta de despido, totalmente injusta como se demostró por sentencia judicial unos meses después.

Clinica Mompia
De nada sirvieron las mediaciones, cruzadas entre el sindicato y la empresa, incluso la participación de algunos consejeros del IMQ, el objetivo estaba claro despedir a Chusa y con ello frenar la alta tensión que existía en el Clínica Mompia, que cogió mayor impulso se cabe con el despido de la compañera Raquel Gómez, por el mero hecho de haberse quedado embarazada.

Recuerdo entre otras  las denuncias presentadas por José Vía, Mercedes Pereda y Chusa  ante la Directora General de la Mujer María Luisa Peón y Gema Alonso del Ayuntamiento de Santander ambas del Partidor Popular, que se movieron entre la comprensión y la prudencia, estábamos ante una denuncia de discriminación laboral hacia la mujer en una entidad – el Igualatorio Médico Quirúrgico – cargado de médicos y con cierta incidencia también en la política regional.

Maria Luisa Peon
Después vendrían otras reuniones con asociaciones, Consejo de la Mujer, partidos políticos, lideres de primer nivel a quienes se les pidió comentaran el despido de Raquel, pero la verdad es que no encontramos respuesta positiva en la mayoría de los casos, pocos  fueron los que salieron a la prensa a denunciar con detalle lo que estaba pasando en la Clínica Mompia, les fue mas fácil esperar a las sentencias judiciales, para con ellas en la mano dar la opinión, y no precisamente en todos los casos, todavía hubo quienes con la razón más que demostrada judicialmente y con la Ley de Conciliación de la Vida Familiar y Laboral recién estrenada, no se atrevió actuar como la Dirección General de la Mujer en Cantabria, a quien enmendó la plana el Instituto Nacional de la Mujer que si pidió a la Inspección de Trabajo en Cantabria que actuara en la Clínica Mompia depurando las responsabilidades.

Entre los políticos de primer orden Miguel Ángel Revilla del PRC, y Rafael de la Sierra Presidente del Parlamento de Cantabria ambos del PRC fueron los primeros en expresar “su indignación solicitando la readmisión e instando a las instituciones públicas a investigar el despido” el resto de los partidos políticos nada o muy poco, salvo la líder de IU en el Ayuntamiento de Torrelavega Esther García que apoyo sin reservas desde el primer día todas las acciones que se convocaron y Begoña Echezarreta concejala socialista del Ayuntamiento de Santander.

Jose Joaquin Martinez Sieso
El acto sindical más importante que la USO convoco con motivo del despido de Raquel lo celebramos a las puertas de la Clínica Mompia el 8 de Marzo del 2000 - día Internacional de la Mujer Trabajadora - acto al que acudieron muchos compañeros del sindicato y como autoridad política  destacada la compañera Esther García de IU, que por cierto tuvo un protagonismo especial, al dirigirse a sus propios compañeros de CCOO diciendo que “se avergonzaba de las decisiones que habían tomado en este caso porque parece ciertamente están perdiendo el rumbo sin saber de verdad a quien defienden”. Previo a la concentración se celebro un encuentro en el Paraninfo de la Magdalena con el Presidente de Cantabria José Joaquín Martínez Sieso, Gonzalo Piñeiro y Juan José Fernández, a quienes les entregamos copia de un manifiesto que metieron en el bolsillo y con un “ya lo estudiaremos” se nos despidió.
Rafael de la Sierra
Y mientras tanto CCOO haciendo el caldo gordo a la empresa, declarando a los cuatro vientos que en la Cínica Mompia no había discriminación por embarazo, e insultando a USO como único argumento para tapar la realidad del despido perfectamente desestimado también por los diversos juzgados de lo social.

El tiempo como siempre pone a todos en su sitio, la USO tuvo que bregar mucho y lo hizo bien, con propuestas razonadas y al final ganadas judicialmente sin el apoyo de CCOO, que hizo lo posible para que no lo lográramos, utilizando medios y presión sindical de extrema dureza, obligando a trabajadores y trabajadoras a firmar manifiestos y adhesiones a cambio de consolidar el puesto trabajo, incluso entre nuestros propios afiliados que en muy pocos casos se vieron en la contradicción de aguantar las propuestas de la USO o doblegarse ante la empresa y comisiones obreras, una confrontación sindical a recordar en esta pequeña memoria de la USO en Cantabria.   

16 dic 2015

Apartado 14º.- Haciendo memoria “Así empezó todo” El encierro de los trabajadores de Sniace

Y llego el fatídico 2 de marzo de 1992, Sniace presentaba suspensión de pagos y abría la caja de los truenos, de una de las resistencias sociales más importante de Cantabria por muchos años, referente industrial de la región que llego agrupar a mas de 3000 trabajadores, ahora con apenas 750, entraba en suspensión por importantes pérdidas económicas acumuladas desde 1979.
 
En aquel momento el principal acreedor de la deuda era el Banesto, entidad que con cinco mil millones de las antiguas pesetas, controlaba más de la mitad de las acciones, y ante quien los trabajadores cargaron todas sus iras en la pelea sindical, la Seguridad Social, la Confederación Hidrográfica del Norte  y el Banco Atlántico, cerraban la lista de acreedores con quien negociar.
 
Los sindicatos de aquel entonces en el Comité de Empresa (UGT, SU, CCOO, USO, SIS) tenían muy claro que no bastaba con llegar acuerdos con los acreedores para sacar la empresa adelante,  la deuda del Banesto era demasiado importante como para soportarla en el tiempo, de ahí que los trabajadores se empeñaran en obtener la quita de al menos una parte sustancial de la deuda del Banesto y así poder acometer actuaciones sin tener que mirar por el rabillo del ojo lo que Banesto pudiera hacer en cada momento. El principal defensor de esta línea argumental fue José María Gruber, portavoz del Sindicato Unitario, que jugo una baza decisiva en la presión sindical.
 
Evidentemente la empresa a través de una consultora, que si no recuerdo mal se llamaba Copysa, presento un plan de viabilidad que entre otras reducciones planteaba un ajuste drástico de la plantilla y que el comité de empresa rechazo desde el primer día, dejando constancia que solo admitiría posibles ajustes de empleo, si estos fueran no traumáticos.
 
El primero de los políticos que se posiciono a favor del futuro de Sniace fue el Presidente de aquel entonces Juan Hormaechea, quien llego a sugerir la reconversión de la deuda de Banesto en acciones, a la vez que acusaba de cierta culpabilidad a la Confederación Hidrográfica del Norte, en su empeño radical por cobrar el canon multimillonario por los vertidos al río besaya.
 
Para el presidente Hormaechea Sniace no solo era necesaria por el empleo y su capacidad industrial, sino entre otras por el alto consumo de madera de los montes de Cantabria, y empresas subsidiarias que le llevaron “apoyar” las reivindicaciones de los trabajadores,  con más o menos rigideces, dependiendo de las puntuales actuaciones del gobierno de la nación y de las judiciales que también fueron condicionando el devenir de esta confrontación sindical.
 
Y como si se tratara de un conflicto de solución rápida, los trabajadores de Sniace inmediatamente convocaron la primera de las múltiples manifestaciones que se realizaran en el transcurso de los dos años siguientes. En apenas cinco días de haberse hecho pública la suspensión de pagos, se celebro la primera manifestación, con más de nueve mil ciudadanos, entre Sniace y las oficinas de Banesto en Torrelavega, ruta que se repetiría en múltiples ocasiones durante el tiempo que duro el conflicto.
 
El portavoz de USO en el comité era Fernando de la Rasilla, compañero que demostró desde el primer día del conflicto una dedicación absoluta y comprometida con los trabajadores y el sindicato, en circunstancia muchas veces duras al estar solo en el comité de empresa, con el resto de los sindicatos que interiorizaban cierto protagonismo que no les gustaba demasiado.
 
Luego vendrían iniciativas políticas de toda rango, como las de IU, CDS, interpelaciones parlamentarias a nivel nacional, entre otros de Rafael Calvo Ortega, BAT, y el Partido Popular  que no dudo en llevar también al ámbito municipal de Torrelavega entre otros municipios, propuestas por las que se manifestaba la preocupación por Sniace y la desindustrialización de la comarca del besaya.
 
A quien más le costó aceptar la realidad de la lucha sindical fue al PSOE, quien gobernando a nivel nacional, era responsable último de las actuaciones, de la Confederación Hidrográfica del Norte que no paraba de presionar a la empresa, en estas circunstancias, no fue de extrañar que los diputados socialistas Jaime Blanco, y Gerardo Bazo tuvieran que hacer encaje de bolillos frente a un grave problema que se enquistaba de forma rápida y ante unos partidos políticos que también veían la posibilidad de debilitar al socialismo políticamente. 
 
A primeros del mes de julio Sniace presento expediente de regulación de empleo para 245 trabajadores, el comité de empresa, a través de su presidente José Manuel Colio de la UGT – que luego sería jefe de personal, las vueltas que da la vida – de inmediato a la vez que lo rechazaba, retenía en las instalaciones de la empresa al director general técnico y al director de relaciones industriales, y a la vez que cerraba a cal y canto la portilla para que no se sacara producto terminado, mientras no se abonaran los salarios pendientes y se retirara el expediente extinción de empleo.
 
Las movilizaciones se hicieron notar durante las fiestas de aquel año, fiestas entristecidas por lo que estaba pasando en Sniace y que el propio José María Gruber se encargaría de recordar desde el balcón del ayuntamiento previo a la lectura del pregón, por su parte USO, hizo una llamada a los trabajadores de Sniace y las empresas de la comarca en lo que vino en llamar unas “fiestas a la asturiana”, donde se dejase constancia con la movilización social la gravedad de los hechos que estaban acaeciendo.
 
La solidaridad de los trabajadores de Sniace entre ellos fue muy grande, solidaridad que pretendió romper la empresa enviando una carta personalizada a los trabajadores comunicándoles los hechos graves por los que atravesaba, el posible cierre de la misma, incluso el anuncio de que “en el expediente regulación de empleo no se encuentra usted incluido”. Con esta carta firmada en nombre del Consejo de Administración por José María Aparicio, y calificada de indignante por la representación sindical, la empresa quiso romper la unidad sindical y socavar los principios de solidaridad de los trabajadores. 
USO fue el primer sindicato en proponer la huelga general convencida de que la vía de negociación exclusivamente lo único que aportaría, en el mejor de los casos, seria el despido de trabajadores sin que ello garantizase el futuro de la empresa, Fernando Izuel Secretario General de USO en la Comarca del Besaya fue el encargado de proponerlo al resto de los sindicatos anunciando para el conflicto “un posible segundo Reinosa”, que por desgracia había costado un muerto.
 
Pero como dice el dicho popular  “todo lo que no mejora empeora” y unos días después de haber opinado sobre el conflicto los secretarios generales de los sindicato, llego el primer enfrentamiento de la policía con los trabajadores, enfrentamiento que solo el primer día dejo dieciséis heridos, al Delegado del Gobierno Antonio Pallares no le había temblado la mano a la hora de radicalizar la actuación de la policía. Entre los compañeros heridos se encontraba el dirigente sindical José María Gruber que tuvo que ser ingresado en el hospital de la Cruz Roja con un traumatismo en la cabeza, entre otros muchos golpes, la policía sabia muy a quien estaba machacando. 
La primera respuesta solidaria no tardo en producirse, nueva manifestación, esta vez secundada por mas de siete mil torrelaveguenses, que pidieron la dimisión del Delegado del Gobierno y el reproche a la actuación de la policía que se había saldado con 35 personas heridas y 28 detenidos, todo un record para una movilización sindical, que solo pretendió protestar por una suspensión de pagos y un ERE que dejaba en la calle a 245 trabajadores, vaya delito.
 
Ante tanto desatino la USO una vez mas volvería a pedir huelga general para la comarca del besaya, y la dimisión del delgado del gobierno aunque de nada nos sirvió, la presencia de Justo Zambrana Secretario de Estado para las Administraciones Publicas en Santander, dejo muy claro el apoyo del gobierno socialista a las actuaciones de Antonio Pallares quien se aprovecho del conflicto para reprobar el comportamiento sindical de UGT y CCOO en el conflicto de Reinosa, y un silencio absoluto para el de Torrelavega.
 
Por su parte el  alcalde José Gutiérrez Portilla, escribiría días después un articulo titulado “Energía si, violencia no” que entre otras cosas manifestaba cierto compromiso del gobierno central en ayudar a Sniace, en el momento mismo que la empresa elaborase un Plan de Viabilidad. Por su parte el Presidente Juan Hormaechea y Francisco Pernia, Consejero de Industria, también quedaban comprometidos en ayudar, incluso el Obispo de Santander Monseñor Vilaplana se pronunciaría en defensa de los trabajadores, lanzando un mensaje pastoral que hacia una llamada a los empresarios para que no olvidasen las consecuencias humanas que dejan atrás cuando se procedía al despido de los trabajadores.  
Al final la propuesta de huelga fue tomada en consideración primero por el comité de empresa y posteriormente por los sindicatos, llevándose a cabo el 29 de septiembre de 1992. A esta huelga general se apunto hasta el apuntador, todos los partidos políticos, movimientos ciudadanos de distinto signo, instituciones incluidas las religiosas, el gobierno de la Diputación Regional, nadie quería quedarse fuera de la foto, una situación que al menos la USO replico a través de una rueda de prensa, dejando claro que en la huelga no cabían todos, que la huelga general se hacía contra las administraciones regionales y nacional y en esa medida también contra los principales partidos políticos de la región PSOE y PP, por lo que tenían de referentes a la hora de resolver los problemas de Sniace en primer lugar, y de aportar alternativas a la desindustrialización de la región, dejando claro que como organización convocante no invitábamos al Presidente Juan Hormaechea.
 
La huelga general fue un éxito absoluto e incontestable, 15.000 personas se manifestarían como cierre de la huelga reivindicando un plan de reindustrialización para la comarca del besaya. Al día siguiente las valoraciones coincidieron en lo positivo de la convocatoria – faltaría mas - aunque por desgracia la lectura no fue coincidente, mientras que para la administración regional el éxito de la huelga era una llamada a la administración nacional, para el PSOE la culpa la tenia Banesto y Mario Conde, y por si fuera poco el PP al que no le gusto nada que Hormaechea apoyara la huelga aprovecho y abrió una crisis en el gobierno regional, dejando a UPCA solo en minoría parlamentaria, vamos lecturas varias para una movilización social que fue utilizada por todos como arma arrojadiza contra todos, eso si, guardando las formas, no fuera a ser que los trabajadores de Sniace se enfadaran. Quizá lo más importante del resultado de la huelga general, al menos a corto plazo, fue el apoyo mayoritario del Parlamento Regional, que se explicito con la constitución de una comisión parlamentaria específica para tratar sobre los temas de Sniace. 
 
Había pasado el año 1992 y comenzaba uno nuevo ahora con un encierro de todos los trabajadores en la propia fábrica, encierro que los ciudadanos de Torrelavega supieron comprender y apoyar, desde el primer momento como lo venían haciendo en las manifestaciones, y con ello animando a los encerrados y a sus familias, que día tras día durante tres meses acudían a las verjas de la fábrica.
 
Con el encierro, se abrió una nueva estrategia, donde los sindicatos asumirían un papel importante en la solución del conflicto laboral y con ello la finalización del encierro, siempre condicionado a las decisiones asamblearias. Para esta labor de representación de USO, se nombro al compañero Juan Carlos Gutiérrez.
 
Aprovechándose de esta situación de encierro de los trabajadores, los sindicatos UGT y CCOO a quienes después de un año de movilización ya les parecía demasiado el esfuerzo, firmaron un preacuerdo con la empresa, que al entender de la USO se quedaba más en palabras y voluntades que en hechos, pero que servio al menos durante algún tipo para llevar esperanzas al encierro, abriendo posibilidades a las bajas por jubilación, y a poder cobrar algún dinero gracias a un expediente de regulación temporal durante seis meses, la empresa por su parte se comprometía a poner en marcha las instalaciones, y a pedir a las administraciones los dineros comprometidos, soluciones que no acabaron de convencer a los sindicatos USO y SU.
 
Con esta disparidad de criterios entre los sindicatos, la negociación con la empresa y administraciones  quedo limitada a UGT y CCOO, mientras que el resto de los sindicatos centraron su actividad en el seno del Comité de Empresa reclamando mayor protagonismo y haciendo frente a las 62 sanciones administrativas que la delegación del gobierno estaba imponiendo a los trabajadores 1.900.000 pesetas de multa y seis meses de cárcel para cada uno.
 
Los avances en el conflicto fueron más bien lentos, las decisiones comprometidas durante el largo conflicto pasaron por reclamar, los avales del gobierno regional, por intentos la permutar de los terrenos por deuda, planes de jubilaciones, compromisos de inversión directa para la depuración de las aguas, reinicio de producciones en las diversas factorías del grupo, ampliaciones de capital por parte de Banesto, etc que dejaron un reguero de movilización social donde la USO aporto su esfuerzo y militancia obrera, sobremanera la de los compañeros afiliados al sindicato en la empresa, dirigidos magníficamente por Fernando de la Rasilla Bermejo que se hizo sindicalista de primer orden de una tacada, basto solo ponerse frente del conflicto, lo demás vino rodado.
 
Y ahora veintidós años después, estamos en lo mismo Sniace cerrada, la movilización social en las calles, negociaciones y mas negociaciones que no acaban de cerrarse en positivo, en concurso de acreedores, despedidos los trabajadores, en recursos judiciales varios, entre ellos, ante el Tribunal Supremo, esperando que los accionistas de una vez pongan nuevos recursos económicos, para recuperar la producción, esta vez con la USO al margen de la mayoría del Comité de Empresa representado por UGT, CCOO y SU, en profunda confrontación sindical, y esperando soluciones que puedan hacer viable el futuro de los puestos de trabajo, pero eso ya es otra cosa que por ahora no me toca contar, son otros tiempos otras personas las que dirigen la sección sindical de USO, otro conflicto a la postre que deseo salga lo mejor posible.