4 nov 2025

Milei y el precio de la moderación

 


El reportaje de Zigor Aldama en el Diario Montañés retrata la evolución del presidente argentino, entre el ajuste implacable y la necesidad de estabilidad política

Antonio Saiz Pi

El reciente reportaje de Zigor Aldama ofrece una mirada lúcida y bien articulada sobre la evolución política y personal de Javier Milei, el presidente argentino que llegó al poder envuelto en una ola de furia antisistema y promesas de ruptura. Aldama pasa revista a un liderazgo que, tras un año de vértigo y confrontación, comienza a descubrir los límites de la radicalidad y la importancia de cierta moderación para garantizar la gobernabilidad.

De la motosierra al cálculo político

Las últimas elecciones han otorgado a Milei una segunda oportunidad. Sin embargo, más que un voto de confianza en su gestión —caracterizada por medidas económicas durísimas—, parece haber sido el resultado de la falta de propuestas y liderazgo en la oposición. El reportaje de Aldama expone con claridad los efectos de la inestabilidad: precariedad laboral, incremento de la pobreza, recortes en el sector público y ajustes que, aunque dirigidos al saneamiento de la economía, han tenido consecuencias sociales profundas, llegando en algunos casos a rozar la hambruna.

Aquel Milei que blandía la “motosierra” como símbolo de su voluntad de recorte ha dado paso a un presidente que busca respaldo internacional y nuevas fórmulas de financiación. Según Aldama, su gobierno cuenta con el apoyo de Donald Trump, quien habría prometido 40.000 millones de dólares a cambio de su victoria, mediante la compra masiva de pesos argentinos. “¿Qué pasará si deja de hacerlo?”, se pregunta el periodista, dejando abierta una interrogante que resume la fragilidad de la actual economía argentina.

Cuentas ordenadas, vidas desordenadas

Aldama recoge cifras que ilustran el contraste entre la aparente estabilidad macroeconómica y la realidad social: 14 millones de pobres, 6,9 % de pobreza extrema y una renta media de 810 euros mensuales. Como subraya el reportaje, “Argentina puede tener las cuentas en orden, sí. Han solucionado los problemas de inflación y déficit, pero eso no significa que se viva mejor”.

El papel de los sindicatos —aún contenidos, pero con capacidad de movilización— es clave en este escenario. Hasta ahora han apoyado las reivindicaciones de jubilados y desempleados, pero si el poder adquisitivo de los trabajadores continúa deteriorándose, el peronismo podría recuperar protagonismo y sacar a la calle una respuesta social más contundente frente a las políticas de ajuste.

Una alianza impredecible

El reportaje de Zigor Aldama invita a la reflexión y merece ser releído con el paso del tiempo. La pareja política que conforman Milei y Trump representa una ecuación de alto riesgo e imprevisibilidad. Hoy, más que nunca, el rumbo económico y político de Argentina parece depender de que el expresidente estadounidense cumpla sus promesas. Porque Milei, tras un año de motosierra y recortes, empieza a descubrir que la gobernabilidad no se sostiene solo con tijeras, sino también con acuerdos, tiempo y mesura.

1 nov 2025

No sale de una cuando se mete en otra

 La alcaldesa de Santander parece empeñada en tropezar una y otra vez con la misma piedra. Ahora, su última cruzada consiste en oponerse con uñas y dientes a que el recinto de La Magdalena sea reconocido como Lugar de Memoria Histórica, concretamente las Caballerizas, que durante la Guerra Civil funcionaron como campo de concentración para más de 4.000 personas.

El argumento con el que trata de justificar su negativa no puede ser más insultante: que esta iniciativa “confronta a los ciudadanos de Santander”. Una excusa tan pobre como peligrosa, que pretende ocultar el verdadero motivo: negar el reconocimiento a las víctimas y borrar una parte incómoda de la historia.

Y, como si no bastara, la alcaldesa sigue empeñada en cerrar el diálogo. Lo demuestra también su negativa a que el Proyecto de Reforma de los Campos de Sport de El Sardinero sea analizado junto a los partidos de la oposición y otras entidades vinculadas al fútbol. Todo apunta a un intento de monopolizar el futuro negocio del Racing y rentabilizarlo políticamente en exclusiva.

Mientras tanto, los trabajadores municipales continúan movilizándose una y otra vez, exigiendo el cumplimiento de los acuerdos firmados hace tiempo. La respuesta del equipo de gobierno del PP: el silencio. Ni diálogo, ni soluciones.

A ello se suma la gestión cuestionada del SMTU, que incluso ha sido puesta bajo la lupa de la Agencia Española de Protección de Datos. Y el tiempo pasa, sin que la alcaldesa mueva un dedo.

El Ayuntamiento de Santander, bajo el mandato del Partido Popular, se ha convertido en una hacienda particular, donde solo vale su palabra. Se impone el autoritarismo político, el desprecio al diálogo y la falta de respeto democrático.

No solo con la oposición, sino también con los movimientos vecinales y sociales, que se ven obligados a recurrir a la movilización en la calle para que sus propuestas sean escuchadas.

Y no será porque no haya problemas urgentes. La limpieza viaria y la recogida de basuras, servicios públicos esenciales, llevan tres años bajo contratos de emergencia plagados de sobrecostes e incumplimientos, para acabar ahora en otro contrato temporal de 230 millones de euros y 10 años de duración. Una gestión que huele —y no precisamente a limpio—.

A ello se suma la deuda en parques y jardines, cifrada en siete millones de euros según el PSOE, y la continua falta de planificación en la renovación de contenedores soterrados. La ciudad acumula baches, deudas y un deterioro evidente de los servicios públicos.

Mientras tanto, el PP ya anuncia los presupuestos del próximo año sin consenso político alguno, en una línea continuista que perpetúa los mismos errores: falta de diálogo, improvisación y una gestión orientada más a la foto que a las soluciones.

Esa es la realidad del Santander de hoy: una ciudad gobernada por Gema Igual, más preocupada por salir en la foto que por gobernar con sentido común. Una alcaldesa entregada al fasto y al negocio, incapaz de ofrecer políticas serias en turismo, vivienda o empleo, más allá de las soflamas de siempre y las campañas de autopromoción.

El tiempo pasa, los problemas se agravan… y la ciudadanía sigue esperando un gobierno que escuche, dialogue y gobierne para todos.

22 oct 2025

El Abrazo Cerrado, donde el Tango piensa en silencio

 

No hay palabra más profunda en el tango que el silencio del abrazo.

Ese momento en que dos cuerpos —a veces extraños— se encuentran sin decirse nada y, aun así, se lo confían todo: el pulso, el equilibrio, el tiempo.

No se hacen preguntas. No prometen nada. Solo comparten un instante donde el cuerpo escucha lo que la razón calla.

En el abrazo cerrado sucede algo que no se enseña. Es una forma de estar, una manera de decirle al otro: aquí estoy, sin máscaras ni pretensiones. No busca poseer, sino comprender. Es refugio y espejo. En él, cada uno trae su historia, sus miedos, sus silencios... y aun así abre un pequeño espacio para el otro.

Porque la cercanía no se mide en centímetros, sino en presencia.

Bailar así es aceptar que el otro existe, que durante unos compases mi paso depende del suyo, y el suyo del mío. Es una conversación sin palabras, donde el respeto marca el ritmo y la confianza sostiene el equilibrio.

No hay exhibición ni aplauso. Solo un pacto silencioso: caminar juntos una música que ya estaba antes de nosotros y seguirá después.

Y en ese instante, cuando el abrazo se cierra y el mundo desaparece, el tango nos recuerda algo esencial: que el ser humano no baila para brillar, sino para no sentirse solo.

4 oct 2025

El espejismo del PRC en la investidura de Buruaga

 


El Partido Regionalista de Cantabria (PRC) ha vuelto a evidenciar que, cuando llega la hora de negociar, sus exigencias políticas acaban reducidas a meras recomendaciones sin fuerza real. Lo que inicialmente se presentó como más de treinta condiciones para apoyar la investidura de María José Sáenz de Buruaga, ha terminado convertido en un documento descafeinado que no acaba de comprometer al gobierno del Partido Popular.

Lejos de preocuparse por la política nacional, el PRC sigue centrada en preservar su imagen ante el electorado cántabro con su principal bandera de éxito, el de afirmar que Vox “no pinta nada” en la comunidad, aunque lo cierto es que tanto el PP como el regionalismo de Revilla, van dejado la puerta entreabierta para que Vox pueda tener espacio político si en el futuro resulta necesario.

Mientras tanto, las grandes promesas se han difuminado. El plan de vivienda joven, la defensa de la sanidad rural, los 100 millones para la reindustrialización, la ampliación del PCTCAN o las infraestructuras estratégicas (conexiones ferroviarias a la Meseta y Bilbao, nuevos carriles Polanco–Santander o Laredo–Bilbao, carreteras en Los Tornos, San Glorió, La Hermida o el enlace Sierrapando–Barreda) han desaparecido del acuerdo o se han relegado a menciones vagas, sin plazos ni compromisos concretos.

También se han quedado fuera las mejoras en las condiciones de los empleados públicos y los planes de sostenibilidad turística ya presupuestados. Todo depende, una vez más, de la voluntad del PP.

Lo que sí se mantiene en la agenda son proyectos heredados de la legislatura anterior —La Pasiega, el MUPAC, la Protonterapia, el Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo— y la recuperación aún indefinida del Fondo de Cooperación Municipal. A ello se suma la eterna incógnita de la gestión del lobo, siempre pospuesta a lo que decidan Bruselas y Madrid.

En definitiva, el “acuerdo de investidura” - hoy en revisión expres - no es más que un salvavidas político para el regionalismo, que se esta conformando con sobrevivir esta legislatura a la sombra del PP. El PRC vuelve a vender humo como si fueran conquistas, mientras Cantabria afronta una legislatura marcada por promesas rebajadas, compromisos ambiguos y un vacío evidente de ambición.

1 oct 2025

Gaza vive, Palestina resiste

Lo que está ocurriendo en Gaza no puede llamarse guerra. Es algo mucho más cruel: un genocidio planificado. Día tras día, un pueblo entero es masacrado bajo bombas, hambre y bloqueo, mientras la mayoría de los gobiernos calla o mira hacia otro lado.

En medio de tanta barbarie, la Flotilla de la Paz se ha convertido en un símbolo de dignidad y solidaridad. Su misión es sencilla pero inmensa: romper el silencio y desafiar las cadenas del bloqueo llevando ayuda, esperanza y vida allí donde la ocupación solo pretende sembrar muerte. Hoy, sin embargo, esa misión también está bajo amenaza, perseguida y criminalizada.

Desde este rincón, me sumo a las voces que no se resignan. Denuncio los crímenes que se cometen contra la población civil en Gaza, exijo el cese inmediato del bloqueo y abrazo con solidaridad a quienes integran la Flotilla de la Paz, porque su resistencia es también nuestra.

Gaza resiste. Palestina vive en cada gesto de dignidad, en cada acto de solidaridad, en cada voz que se niega a callar. Y mientras haya quienes no bajen los brazos, seguirá viva la esperanza de justicia y libertad.

24 sept 2025

Cantabria, PP y Vox: alegaciones contra la solidaridad

 

Begoña Gomez Del Rio
Consejera de Inclusion Social, Juventud,
Familias e Igualdad

Menudo dolor de cabeza el ocasionado por el Gobierno de la Nación a su homólogo de Cantabria por el envío de los nueve primeros menores extranjeros de los 156 que le corresponden.

Menudo disgusto, nada que no se pueda arreglar sacando el argumentario y modelo de alegaciones remitido por el Partido Popular de Madrid, a las diversas comunidades autónomas que actualmente están presidiendo.

Porque de eso se trata: de seguir poniendo palos en la rueda de la solidaridad, con niños y adolescentes que de forma desesperada se echan a la mar buscando un futuro, en muchos casos para ellos y sus familias, buscando una formación y una vida digna, derechos básicos reconocidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, en la Constitución Española (artículo 39) y en la propia Ley de Extranjería. No hablamos de un problema partidista, sino de una obligación legal y moral que todas las administraciones deben asumir.

Y si no es por una cosa, es por otra: la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad se ha puesto a la faena presentando alegaciones –por ahora administrativas– con las que puedan seguir alimentando bronca y, de paso, mantener el cordón umbilical con Vox y su política de rechazo sistemático hacia los jóvenes migrantes.

Que si cuántos van a venir, que si cuándo y en qué cantidades, que cuándo llegará la financiación, que dónde se les coloca. Preguntas que están resueltas en el Real Decreto-ley 2/2023, de marzo, que establece la distribución de menores entre comunidades en función de criterios objetivos de capacidad y población, así como la dotación de recursos económicos. Se trata de un marco jurídico consensuado, no de un reparto arbitrario.

 

La realidad es que España no está sola: países europeos como Alemania, Francia o Italia llevan años implementando sistemas de acogida solidaria. Negarse en bloque, recurrir a excusas técnicas o judicializar el asunto no es más que una estrategia política para el corto plazo.

Basta ya de hacer política de extrema derecha con los jóvenes migrantes. Estos menores no son cifras ni expedientes administrativos, son personas con nombres, con historias de huida de guerras, pobreza o persecuciones. Seguir utilizando recursos judiciales como arma política solo demuestra que la prioridad no es su bienestar, sino el interés del partido en su enfrentamiento diario contra el Gobierno de España.