27 sept 2011

Los ex-trabajadores se ven obligados a demandar a Construcciones Martín García por impago de las indemnizaciones

La empresa alega falta de liquidez debido a deudas de HC Energía y Aqualia

Después de dos EREs temporales de año y medio, en enero de este año se produjo un ERE de extinción de 37 trabajadores. En ese ERE los trabajadores asesorados por los sindicatos USO y CCOO pactaron con la dirección un calendario de pagos de sus indemnizaciones legales y sus salarios retrasados con el fin de favorecer el intento de salvación de la empresa y del máximo número de trabajadores posibles; estos trabajadores se sienten defraudados ya que ese pacto se ha incumplido por parte de la empresa en su segundo plazo lo que ha obligado a los trabajadores y a sus sindicatos a movilizarse, en primer lugar intentando un acercamiento amistoso mediante la mediación del ORECLA para el reconocimiento de la deuda y posibilitar el cobro del FOGASA, que no dio resultado debido a la incomparecencia de la empresa; y como última opción la presentación de una demanda al juzgado, lo que dilata y dificulta el cobro de esa indemnización en desempleados con familias con problemas económicos.

La deuda que mantiene la empresa Construcciones Martín García con sus ex-trabajadores se corresponde con 4 de los 5 plazos pactados de la indemnización legal de 20 días por año trabajado que asciende según el acuerdo alcanzado el 20 de Enero del 2011 y certificado por la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Cantabria a una cantidad total de 367.194,48 euros. Y con el pago de la paga extra de Diciembre del 2010 y las liquidaciones correspondientes al mes de Enero del 2011 que asciende aproximadamente a una cantidad cercana a los 85.000 euros, lo que hace un total de 452.194,48 euros.

Una vez confirmado el impago de las indemnizaciones y puesto el caso en manos de los sindicatos y sus abogados se ha podido descubrir acciones que pueden confirmar las sospechas de algunos de los trabajadores de que la empresa no tiene intención de pagar y lo que quiere es dilatar el proceso: se ha comprobado que todas las propiedades inmobiliarias se encuentran hipotecadas de máximo por una entidad financiera con fecha posterior al ERE para satisfacer una deuda financiera anterior. Así mismo se han detectado ventas de maquinaria de la empresa Construcciones Martin García a otra empresa del mismo grupo, que se tendrá que analizar si se trataría de un posible alzamiento de bienes. Curiosamente se sabe que las obras realizadas durante este año 2011, para uno de los clientes principales, la Universidad de Cantabria, han sido adjudicadas a esta otra empresa del grupo, que se ha aprovechado de todos los medios humanos y materiales de la empresa Construcciones Martin García para realizarlas, con lo cual las sospechas son mayores.

Los sindicatos y los asesores de los trabajadores en la defensa de sus intereses, indican que realizarán una investigación exhaustiva de todos los contratos en vigor de la empresa (mantenimientos de HC Energía, Universidad de Cantabria y Aqualia) y estarán atentos a todos los cambios que se hagan de mutua connivencia con sus clientes y que signifiquen una merma de los activos de la empresa. Así como de todas las ventas o transacciones de activos existentes antes del ERE de extinción.

No nos queda más que esperar que la empresa reaccione y cumpla con los compromisos legales y morales adquiridos con sus trabajadores y piense que hay familias con problemas y necesidades y que sólo piden lo que les corresponde, familias inmersas en un mundo laboral en grave crisis y con pocas oportunidades.

5 sept 2011

Todo sigue igual, no existen los milagros, tampoco con el PP

Que el gobierno del Partido Popular iba a tener problemas con los dineros de los cántabros no había ninguna duda, solo bastaba con estar atento a la evolución de la economía regional, para saber que las arcas estaban vacías,  y por el contrario las necesidades muchas.

La crisis por desgracia no es una cosa de ayer, su origen  - por recordar algo tiene - fecha digamos del dos mil ocho, precisamente momento en el que el partido popular comenzó a decir que con ellos la “cosa” tendría solución, que ellos devolverían la ilusión y la confianza a los empresarios, que las entidades bancarias volverían abrir el grifo de la financiación a empresas y particulares, en fin, que con ellos gobernando, el futuro inmediato se volvería verde.

Ha llegado el momento de  poner esas recetas en marcha y con ello empezar a ver el final del túnel, pero hasta el momento nada de nada, mas bien problemas y mas problemas, que ponen en serias dificultades, las cuentas del próximo año, al menos que se compense con el gobierno central los  millones euros que el gobierno regional ha adelantado en financiaciones varias (valdecilla, autopista del agua, etc.) se recorten las nuevas inversiones, se demoren los pagos a proveedores, vamos, mas de lo mismo.

Esa historia ya la conocíamos del gobierno anterior, la única ventaja era que de vez en cuando el ex presidente Revilla nos daba ánimos con aquello de que no hay mal que cien años dure o apelando a su condición de economista, nos facilitaba algún que otro dato estadístico – siempre puntual – para recordarnos nuestra posición mas favorable en comparación con las otras comunidades autónomas.

Pero el tiempo va pasando, se va cumpliendo el periodo de gracia que los políticos se dan entre ellos, y las cosas siguen igual, el periódico un día si y otro también solo nos da noticias de la impotencia del nuevo gobierno para gobernar la región, de algún que otro despilfarro que mas suenan a ganar tiempo que a denuncia pública, en definitiva, que la crisis también parece  le ha ganado la partida  a los nuevos gestores.
Al Partido Popular se le ha elegido para gobernar y hacerlo bien, ellos hablaron de soluciones y los cántabros las quieren ver, mas bien pronto que tarde, por lo tanto haber cuando dejamos de ver en los periódicos los problemas y empezamos a ver las soluciones.

31 ago 2011

Los sindicatos nuevamente a las movilizaciones, ahora por la reforma de la Constitución Española

No podía ser de otra forma los sindicatos, USO, UGT y CCOO nuevamente a la movilización, ahora, por el burdo comportamiento del PSOE y el PP que con nocturnidad y alevosía han puesto en marcha una reforma de la Constitución Española que de ninguna manera “va a ayudar a la reducir los actuales niveles de déficit público” que según los convocantes solo será posible “mediante la promoción del crecimiento económico y el empleo, una reforma fiscal equitativa y progresiva, y un permanente rigor en el uso del gasto público.

Esta reforma por desgracia lo único que va a “imponer es una grave limitación a la autonomía de los gobiernos democráticos y a la capacidad de autogobierno presupuestario de las diferentes administraciones públicas y que afectará gravemente a su capacidad de utilizar la política presupuestaria al servicio de los objetivos de la política general”.

Dicen los sindicatos - y no les falta razón - en su manifestó de rechazo, que el “procedimiento que se va a adoptar para su aprobación es inaceptable, porque se hace con la legislatura prácticamente agotada, y lo que es peor, se pretende aprobar definitivamente en apenas quince días desde que el Presidente del Gobierno la propusiera el pasado 23 de agosto”, dejando al margen el debate político y social y el necesario e imprescindible referéndum que debería tener esta importante reforma, que para los sindicatos de llevarse a cabo de esta manera, “romperá el consenso constitucional sobre el que se basó la elaboración de la Carta Magna”.

Expresiones y comportamientos de importante radicalidad, pero no es para menos, esta reforma, a pesar de que su desarrollo se vaya a demorar en el tiempo, sin duda provocara una “amenaza permanente a las prestaciones e instituciones del Estado de bienestar, las políticas sociales y la cooperación para el desarrollo”.
Por lo tanto, la participación en las movilizaciones, mucho me temo se van hacer imprescindibles, solo así sus señorías – diputados y senadores - con un poco de suerte, abrirán el debate social y al final llevaran la reforma a referéndum.

25 jul 2011

7º Congreso Regional, el congreso del cambio

En enero se celebrara el 7º Congreso Regional de USO Cantabria, convocado hace pocos días, será el comienzo de un largo proceso preelectoral que se presenta con novedades, la mas interesante es la candidatura liderada por el compañero Agustín García Benito, como secretario general.

La creación de un nuevo equipo que opta a la dirección es quizá el mejor síntoma de que estamos ante un punto de inflexión para el sindicato. No cabe duda de que hace ya tiempo hay acuerdo sobre la necesidad de conectar la organización con los valores y prácticas sociales mas actuales y un paso importantísimo para lograrlo consiste en rejuvenecer los órganos de decisión. Este paso traerá consigo la incorporación de nuevos militantes, comprometidos con la organización que garantizaran el futuro y la proyección de nuestro sindicato en la región.

No se trata, no obstante, de comenzar de cero sino de aprovechar la experiencia acumulada. El nuevo candidato Agustín García aporta a la secretaria general mas de10 años de militancia en el sector del comercio y una labor sindical muy eficaz que demuestran los mas de trescientos cincuenta afiliados en LUPA - el 25% del total de los trabajadores - empresa en la que trabaja, gracias a su labor la USO se ha convertido en el sindicato mayoritario, también en el comité de empresa. Estos logros son fruto de una tarea organizada y constante, de una actitud comprometida y apasionada que se traduce en una acción sindical eficaz que no hace mas que darnos afiliados constantemente.

Estamos ante un momento crucial para nuestro sindicato, una etapa interesante para todos los afiliados y afiliadas. Tendremos que tener la vista puesta en el futuro a la hora de tomar decisiones, asegurarnos de que el equipo que nos lidere tenga proyección y sepa conectarse con las sensibilidades y necesidades mas actuales.

Queda menos para hacer realidad un cambio, y yo lo tengo claro con el compañero Agustín García Benito, la futura candidatura reunirá estos requisitos juventud, renovación, experiencia y gestión exitosa demostrada y con ello, la garantía de un proyecto sindical ilusionante y con futuro.

18 jul 2011

Orgullo y dignidad de un sindicalista indignado

Agradezco a Francisco Javier Fernández estas reflexiones sobre el Movimiento 15M, que me parecen muy oportunas, en este momento donde todo parece estar en “cuarentena” incluso la actividad reivindicativa de los sindicalistas.

Yo también estoy indignado, como muchas personas que conozco. Estoy indignado contra el capitalismo y contra la banca, contra la avaricia y la injusticia social, por la corrupción de algunos políticos, por el menosprecio por parte de las políticas económicas y los comportamientos empresariales que nos han conducido a 5 millones de parados y que mucha gente esté perdiendo su casa.

Pero también estoy indignado con los indignados que, desde el mes de mayo, me etiquetan, condenan, apartan, y tratan de equipararme al mismo nivel que un Maddoff, un Botín o el presidente del Fondo Monetario Internacional.

Soy sindicalista, y como yo, más de dos millones de personas. Llevo toda la vida en la indignación, movilizándome y luchando por un mundo más justo, conociendo húmedos calabozos y fría cárcel. No he pasado de nada y nada me ha dado igual.

Ahora se ha evidenciado un síntoma de descontento social, con un considerable apoyo mediático. Pero somos muchos los que, día a día, arrimamos el hombro para cambiar las cosas, tratando de mejorar la situación de los trabajadores en las empresas, exigiendo protección social para las personas que han perdido su puesto de trabajo, combatiendo y denunciando los abusos empresariales, las políticas económicas neoliberales que tratan de acabar con las conquistas sociales. Somos muchos los que trabajamos por la igualdad en todos sus ámbitos. Pero no es fácil, ni el resultado es inmediato.

El sindicalismo ha convocado huelgas generales, haciendo frente a todo tipo de críticas, cuyo altavoz mediático ha buscado el desprestigio, el debilitamiento del movimiento sindical. Me he movilizado contra el decretazo de Aznar, contra la reforma laboral impuesta por este Gobierno y soy uno de los que ha firmado la Iniciativa Legislativa Popular contra una norma que supone un abaratamiento del despido y una pérdida de derechos.

Por eso, me indigno cuando alguien cuestiona e intenta descalificar mi labor y la de mis compañeros; por eso me duele que algunos portavoces del 15 M capitalicen “la verdad absoluta” y pretendan convocar una huelga general dentro de las empresas desde fuera de las empresas, al margen de los representantes, elegidos democráticamente, de los trabajadores. Me molesta que descalifiquen, de manera global, a todo el mundo, a políticos que desde hace tiempo vienen defendiendo lo mismo que ellos, a sindicatos que muchas veces han sido la única oposición a la apisonadora de los poderes económicos y financieros. Nuestro objetivo es defender los intereses de los trabajadores, pero no está en nuestra mano legislar y gobernar.

Estoy indignado porque ahora, según ellos, mi delito y el de tantos otros y otras, es que con esa lucha pequeña, al parecer estoy legitimando “el Sistema”. Parece ser que yo, y tantos otros como yo, legitimamos a los poderosos con nuestros actos, con nuestra participación ciudadana e, incluso, con nuestra ideología. Y sólo porque esta participación se apoya en lo colectivo y en la fuerza de la unión. Estoy indignado porque algunos han olvidado, que en esta lucha, no sobra nadie.

Muchas propuestas del 15 M confluyen con las nuestras, otras, probablemente, no. Pero donde no coincidimos es en la percepción principal: sólo sumando es posible garantizar una democracia real.

Por todo esto, reivindico el orgullo de pertenecer a un sindicato que lucha por una sociedad más justa. Reivindico el orgullo de trabajar, día a día, a veces por causas denostadas, perdidas y silenciadas. El orgullo de defender lo cotidiano, lo que parece tan seguro y que, poco a poco, nos quieren quitar. El orgullo de hacerlo de manera gris, anónima, pero colectiva.

Reivindico orgullo y dignidad, para todos aquellos hombres y mujeres luchadores, cuyo nombre nunca entrará en la historia, pero sin los cuales nuestro mundo cotidiano sería mucho peor. Porque las conquistas sociales no nos las han regalado, las hemos arrancado con lucha y, en no pocas ocasiones, con sangre. Siento una profunda tristeza y un tremendo cabreo por tener que defenderme y justificar lo que hago, ante un movimiento que coincide con muchas de las cosas que defiendo.

Por eso, reivindico el ORGULLO y la DIGNIDAD de ser sindicalista.