31 may 2021

LO DE LOS INTERINOS NO SE ARREGLA NI CON LA VACUNA DE PFIZER

UGT, CCOO Y CSIF RENIEGAN DEL PLAN DE ESTABILIZACIÓN DE ICETA, PERO LO QUE NEGOCIAN CON EL AYUNTAMIENTO ES LO MISMO.

Buenos días, compañeros:

Es posible que a más de uno se le haya atragantado el desayuno, cuando se ha encontrado en el periódico un artículo acerca de la problemática de los interinos, en el que vertían su docta opinión alguno de los destacados representantes sindicales de este nuestro ayuntamiento. Quizás haya disfrutado con las temblorosas lágrimas a punto de aflorar de la representante de UGT, al pensar en el gran drama humano. O puede que haya empatizado con la furia justiciera del representante de CSIF, que señala la falta de sanciones a la administración frente a la desprotección de los interinos. O ha podido pensar que no puede estar más de acuerdo con la representante de CCOO, que en este caso no desempeña su labor en nuestro ayuntamiento, cuando asevera que la propuesta del gobierno es inasumible. Todos ellos, por cierto, lamentando que no se cumplieran los acuerdos de estabilización de empleo de los años 2017 y 2018.

Para el que lo haya olvidado, el acuerdo de 2017 es el conocido popularmente como “acuerdazo de Montoro”, firmado con los representantes de UGT, CCOO y CSIF. Pretendía resolver el problema de la temporalidad en la administración mediante una oferta pública de empleo de 250.000 plazas; las plazas de los interinos, por supuesto. El mecanismo de estas oposiciones sería el de concurso-oposición libre, o sea, que estarían abiertas a todos los ciudadanos, pero se tendría en cuenta y se computaría el tiempo que se llevara trabajando para una administración pública. Los requisitos de las plazas a ofertar no tenían en cuenta si se había cometido fraude de ley con sus ocupantes, de hecho, sus ocupantes daban lo mismo: se estabilizaban las plazas, y punto. Tampoco entonces se contemplaba ninguna sanción para las administraciones, ni la posibilidad de indemnizar a los interinos que perdieran su plaza.

En 2018, y con los mismos interlocutores, se firmó el “II Acuerdo Gobierno-Sindicatos para la mejora del empleo público y las condiciones de trabajo”. Mucho menos publicitado que el anterior, mantenía las mismas líneas de actuación en el tema de la estabilización de empleo, aunque sin entrar a cuantificar el número de plazas, esta vez.

Curioso, cuando menos, que los sindicatos que firmaron estos acuerdos que tanto añoran vean alguna diferencia con la propuesta del actual gobierno, que parece un corta y pega de los mismos. Y que se rasguen las vestiduras y se lamenten como plañideras por el drama humano de los interinos, cuando ellos han seguido negociando en la misma línea con este nuestro ayuntamiento: se estabilizan las plazas, y punto. Pueden alegar, y lo hacen, que han intentado mejorar hasta el límite las condiciones del concurso para beneficiar a los interinos, pero ninguno de ellos se acuerda de la sentencia del TJUE del 19 de marzo de 2020, que dice en uno de sus numerosos párrafos:

A mayor abundamiento, por lo que respecta al hecho de que la organización de procesos selectivos ofrece a los empleados públicos que hayan sido nombrados de manera abusiva en el marco de sucesivas relaciones de servicio de duración determinada la oportunidad de intentar acceder a la estabilidad en el empleo, ya que, en principio, pueden participar en dichos procesos, este hecho no exime a los Estados miembros del cumplimiento de la obligación de establecer una medida adecuada para sancionar debidamente la utilización abusiva de sucesivos contratos y relaciones laborales de duración determinada. En efecto, como señaló, en esencia, la Abogada General en el punto 68 de sus conclusiones, tales procesos, cuyo resultado es además incierto, también están abiertos a los candidatos que no han sido víctimas de tal abuso.

Si la traducimos al cristiano, la sentencia nos viene a decir que hacer un concurso-oposición libre para estabilizar las plazas no es una solución ajustada al derecho europeo, pero parece que invocarla es pecado mortal. La posición de USO en la problemática de la estabilización del empleo temporal no ha cambiado en los últimos años, aunque por ello nos hayan tachado de ingenuos y nos hayan acusado de vender humo. Ante todos estos problemas derivados de la contratación temporal y precaria muchas veces en fraude de Ley, SIEMPRE HEMOS PROPUESTO Y SEGUIMOS PROPONIENDO LAS SIGUIENTES SOLUCIONES:

Aplicar el artículo 61, punto 6 del TREBEP, para el personal funcionario interino, mediante un Concurso Excepcional de Méritos, que se establecerá por Ley, para conseguir su fijeza.

     Aplicar el artículo 61, punto 7 del TREBEP, para el personal laboral Indefinido No fijo, temporal y/o eventual con contratos en fraude de Ley, mediante un Concurso de valoración de méritos, tal como establece el citado artículo, para que sean considerados a todos los efectos personal laboral fijo.

En ningún momento hemos pedido que se vulnere la ley, ni que se aplique de forma sesgada, pedimos que se utilice una herramienta legal prevista en nuestro ordenamiento jurídico, para lo cual solo hace falta voluntad política. Quizás si estos sindicatos, cuyos representantes se mesan los cabellos y se rasgan las vestiduras en público, nos hubieran apoyado en esta iniciativa desde el principio, ahora no tendríamos planteado este drama humano.

Seguiremos informando, hasta pronto.

30 may 2021

El Lábaru, bandera del pueblo cántabro

Marcos Martinez Romano

No existe identidad colectiva en la que no jueguen un papel fundamental aquellos símbolos que ayudan a expresarla, reproducirla y construirla. Símbolos que actúan como representaciones gráficas que configuran y definen la identidad de una comunidad determinada a lo largo del tiempo. Desde el recuerdo de su historia en común hasta el esbozo de un horizonte compartido hacia el futuro. Representaciones gráficas que contribuyen a otorgar a los miembros de la comunidad a la que representan un sentimiento de pertenencia e identidad colectiva. Y que actúan como marcadores que ayudan a imaginar -y por lo tanto crear- la imagen de esa comunidad, diferenciándola del resto.

Por eso este texto trata sobre el Lábaru cántabro, el símbolo con el que, a día de hoy, una mayoría de cántabros y cántabras nos identificamos como tales. Ligándonos a través del mismo al pasado de nuestro pueblo (más o menos historiográficamente verídico o más o menos construido, como en los relatos de toda nación o región) y proyectándose hacia el futuro como comunidad humana y política que quiere caminar hacia adelante con sus propios pies.

 Un poco de historia

 El origen del Lábaru se remonta a la voluntad de encontrar una conexión entre la Cantabria contemporánea (en diferentes épocas históricas a partir de la Edad Moderna) y el pueblo cántabro prerromano. Y su denominación se debe a una confusión entre el estandarte utilizado por los romanos llamado labarum y el estandarte utilizado por los antiguos cántabros denominado cantabrum. El historiador José Ángel Hierro Gárate, apuntaba en su artículo de 2016 'El Lábaro olvidado' que “a comienzos del siglo XVII varios eruditos españoles establecieron, a partir de una interpretación errónea de fuentes escritas y numismáticas de época romana, que el Cantabrum y el Labarum eran el mismo estandarte y que su insignia o motivo principal tenía forma de X”.

 

Así mismo, ofrecía ejemplos de los primeros usos de símbolos denominados como Lábaro para identificar a Cantabria en diferentes ámbitos: “Así, cuando en 1715 se crea el Regimiento Cantabria de infantería de línea mediante la unión de otros cuerpos anteriores de origen vascongado, se elige como emblema para él el Lábaro Cántabro”. Que el origen de estos cuerpos fuera vascongado se debía a la teoría vascocantabrista, por entonces en auge, que pretendía hacer pasar a los vascos de entonces por herederos de los antiguos cántabros.

 Sin embargo, Hierro Gárate también señala que “el uso de ese símbolo no se limitó a aquellos vascos dieciochescos que se creían cántabros. Sin salir del ámbito militar, pero ya en nuestra tierra, lo encontramos representado en una bandera que perteneció a alguna de las unidades de la División Cántabra levantada por Díaz Porlier en Liébana durante la Guerra de la Independencia [...] Esta enseña, casi con toda seguridad del Regimiento de Húsares de Cantabria, presentaba una cruz de San Andrés, con un brazo rojo y otro amarillo, sobre fondo blanco y en el centro un escudo con unas armas inequívocamente montañesas (torre, cadena rota y barco atravesando esta última) acompañadas de un león rampante y del emblema de la caballería ligera española de inicios del XIX: un sable y una palma cruzados. Y en los extremos del aspa, otras tantas pequeñas X blancas y negras. O lo que es lo mismo: otros tantos pequeños Lábaros, indicadores del carácter inequívocamente cántabro de la unidad militar a la que pertenecía”.

 Dando un gran salto adelante llegamos hasta los años setenta del siglo XX, cuando se crea la bandera que hoy conocemos como Lábaru cántabro.

 En aquellos años se estaba produciendo el proceso de movilización social y política que culminaría con la creación de la Comunidad Autónoma de Cantabria. Para ello, en 1977 se había creado el Organismo Unitario para la Autonomía de Cantabria (O.U.A.C.) compuesto por fuerzas políticas ligadas a la izquierda, sindicatos y asociaciones cantabristas.

 En ese Organismo se produjo el debate sobre qué bandera tendría que representar a la que acabaría siendo Comunidad Autonóma de Cantabria. Y tres propuestas estaban sobre la mesa: la bandera de una de las asociaciones pertenecientes a dicho organismo, A.D.I.C. (Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria), de colores verde, gris y azul, la bandera blanquirroja que acabó siendo la elegida, y el Lábaru, creado por Luis Ángel Montes de Neira, perteneciente a otro de los colectivos que formaban parte de ese Organismo Unitario: Cantabria Atropá (Cantabria Unida).

De la bandera creada por Montes de Neira apuntaba Hierro Gárate en el artículo ya citado anteriormente que su diseño “pretendía recrear el Cantabrum con criterios más que discutibles desde un punto de vista histórico”.  Así mismo, Manuel Alegría, historiador y coordinador de esta serie, en un comentario realizado en sus redes sociales hace unos años apuntaba que “a instancias de Revilla, ADIC ofreció el apoyo a la blanquirroja en detrimento de la suya propia, con tal que no se eligiera el lábaru, defendido Cantabria Unida, cuyo máximo representante, Luis Ángel Montes de Neira, fue el que dio a conocer las raíces históricas de este estandarte”.

Rafael de la Sierra


La bandera blanquirroja ganó el debate y, a partir de entonces, presidió todo acto de reivindicación autonomista. Más tarde, con la consecución de la autonomía, quedó plasmada como bandera oficial de Cantabria en nuestro ordenamiento jurídico.

 A partir de estos hechos, el Lábaru cántabro quedó en un cierto olvido durante los años ochenta. La bandera blanquirroja -cuyos orígenes históricos argumentados por sus defensores para ser la elegida están hoy ya demostrados como falsos historiográficamente- pasó a ser la que durante un tiempo sirvió para identificar al pueblo cántabro como tal. De esta forma, durante la década de los ochenta se convirtió en hegemónica. En el espectro político del cantabrismo, tanto el P.R.C. como el intento frustrado de candidatura nacionalista impulsada por Rafael de la Sierra (A.N.A.C.) utilizaron esa bandera y sus colores.

 Fue en la década de los noventa cuando el Lábaru volvió a hacer aparición en la escena pública de forma relevante. A nivel social, comenzó a estar presente en espectáculos y actos de masas, como por ejemplo en los dos partidos jugados por la Selección Cántabra de Fútbol en 1997 y en el año 2000, contados hace pocas fechas en esta serie por Aitor Aleixandre. Y, a nivel del cantabrismo político, la aparición del soberanismo cántabro organizado en forma de asociaciones juveniles como Regüelta o partidos políticos como el Conceju Nacionaliegu Cántabru, que utilizaban el Lábaru en sus actividades, ayudó a recuperar el uso de dicha bandera en un tono reivindicativo.

 Pero fue a partir de la primera década del siglo XXI cuando el Lábaru cántabro comenzó a hacerse cada vez más popular, hasta llegar a ser el símbolo mayoritario para identificar al pueblo cántabro. Es a partir de entonces cuando empieza a ser utilizado de forma mayoritaria en espectáculos deportivos y culturales, así como en diversos actos reivindicativos. Además, a nivel del cantabrismo político, su uso pasó a ser habitual. Empezando por el partido hoy hegemónico, el P.R.C. -que en los setenta lo había desechado en favor de la blanquirroja- hasta llegar a partidos de la nueva ola de la izquierda que asumieron elementos cantabristas como Podemos, que en 2015 llegó a reivindicar su inclusión como bandera oficial de Cantabria en el Estatuto de Autonomía. Pasando por Cantabristas, formación que hoy representa el soberanismo cántabro, recogiendo el testigo de las formaciones citadas en el anterior párrafo.

 Esta realidad social fue la que obligó a las instituciones públicas a adaptarse a las dinámicas sociales y a la expresión de la voluntad popular. Y, por ello, aunque de forma un tanto descafeinada, el Parlamento de Cantabria reconoció al Lábaru como “símbolo representativo e identitario del pueblo cántabro” en 2016. Eso sí, con el voto en contra de la derecha españolista, quien nunca ha terminado por asumir el hecho identitario y político cántabro.

 El lábaru hoy

 Más allá de interesantes debates históricos, lo verdaderamente trascendental de una bandera no reside en su nivel de "autenticidad" histórica, sino en su capacidad para identificar a un conjunto de gentes como miembros de una misma comunidad política y, a la vez, servir como elemento aglutinador de esas gentes a la hora de construir un proyecto político propio hacia el futuro. Si hace cuarenta años fue la bandera rojiblanca la que actuó en ese sentido, hoy es el Lábaru, si cabe en mayor medida, el símbolo alrededor del que la mayoría social de esta tierra puede autoreconocerse como un sujeto político propio con derecho y capacidad de construir su propio camino.

 Y digo que en mayor medida por una razón. Porque, a pesar de que lo importante es lo que una bandera exprese en el presente y no su origen histórico, los argumentos históricos utilizados para legitimar la bandera blanquirroja evocaban una forma de pensarnos muy diferente a los utilizados para la defensa del Lábaru. Mientras que en el primero de los casos nos llevan a un marco mental de subalternidad regionalista con la nación española, en el segundo se relacionan con un marco de pensamiento mucho más proclive a imaginarnos como entidad política soberana.

 En su texto ya citado, Hierro Gárate afirmaba que “todos los que en algún momento se han considerado descendientes de los antiguos cántabros han tratado de establecer un vínculo identitario con ellos. Y lo han hecho de la misma forma: recreando el estandarte al que estos dieron nombre”. Y es ese marco mental de la identificación con la Cantabria prerromana, el que creo que marca la diferencia con respecto al ligado a la conquista de Sevilla en el siglo XIII por parte de marineros montañeses. Este último difundido aún por un sector encabezado por el presidente Miguel Ángel Revilla.

 Decía antes que el Lábaru es el símbolo desde el que nos pensamos como pueblo que dibuja su propio camino. Pero no solo nos ayuda a imaginar ese camino, sino que nos ayuda a imaginarlo en sentido progresista y democrático. Porque el Lábaru está presente en las movilizaciones feministas, en defensa de los servicios públicos, contra los atentados al medio ambiente y nuestro territorio, en solidaridad con otros pueblos del mundo o en defensa de los derechos de las personas refugiadas. Además de ser una bandera que ha sido asumida por aquellos colectivos que defienden los derechos de la comunidad LGTBI.

 Es decir, el Lábaru, hoy en día, es una bandera asociada a la expansión de derechos y a la construcción de una identidad colectiva abierta y no excluyente. De la que puedan formar parte todas aquellas personas que lo deseen. Ese es el camino que muchos y muchas queremos para la Cantabria del siglo XXI. El de un pueblo consciente de sí mismo y con voluntad de construir un futuro en común con todas aquellas personas que quiera formar parte de él, sin tener que renunciar a su identidad individual o a cualquier otra identidad colectiva. Sin ningún tipo de discriminación. Porque no se utiliza contra nadie, sino para identificarnos en nuestra diversidad como miembros de una comunidad humana y política llamada Cantabria que se proyecta hacia el futuro orgullosa de sus valores democráticos.

 Para terminar, quiero expresar mi deseo y aspiración de poder seguir dando pasos en el reconocimiento del Lábaru como símbolo de Cantabria hasta lograr que sea incluido en nuestro Estatuto de Autonomía tras un debate colectivo de la sociedad cántabra. Un debate colectivo que supere la mera cuestión simbólica y llegue a todos los ámbitos de nuestras vidas. Porque el autogobierno es una herramienta para mejorar la vida de la gente y profundizar en él una forma de obtener más capacidad para decidir nuestro futuro con el objetivo primordial de mejorar las condiciones de existencia de los cántabros. Y, para poder hacerlo, reconocer de forma plena los símbolos que nos hacen autopercibirnos como un pueblo diferenciado y capaz de remar en común hacia adelante es un paso necesario, aunque quienes quieran negarnos el futuro nos lo vendan como accesorio. 

28 may 2021

Pequeños retazos para entender el Tango (Primera parte)

 Horacio Manuel Salas (1938 – 2020) poeta, ensayista e historiador. Director del Fondo Nacional y Secretario de Cultura de la ciudad de Buenos Aires.

Entre su amplia obra, el tango ocupo buena parte de su bibliografía, y entre ellos, un pequeño libro que me ha llamado la atención, - Tango para Principiantes, ilustrado por Horacio Santana, Lato - que, de forma muy sencilla y amena, va introduciendo al lector en el tango, “que nació en los arrabales del rio de la plata, y que luego se adueñó de Europa”.

Centro Cultural Montaraz
En este pequeño libro - a modo de comic - Horacio Salas define al tango “como un baile que expresa una forma de ver el mundo, cargado de un fuerte sentimiento, de sensibilidad y nostalgia …”; Una definición quizá un poco ampulosa, al menos bajo mi punto de vista, dada la característica colectiva - en asociaciones al menos en España - frente a la personal, con que se baila el tango hoy, un baile más sujeto al divertimento, que a una forma de vida como algunos escritos relatan.

Pero entremos más en el fondo de este tango para principiantes, siempre sujeto a la alternancia entre la prohibido y lo autorizado - según fuera el momento - pero condicionado por la ciudadanía en general y los milongueros en particular que supieron protegerlo y en muchos casos como hecho cultural.

Desde los prostíbulos de  Buenos Aires donde la figura del “guapo” lo presidia todo, al “niño bien” que lo sitúo en los lugares más reconocidos y aristocráticos, el tango tránsito entre un baile de minorías, y de escaso reconocimiento social a un baile de mayorías que le hizo llegar a Europa, triunfando en ciudades como Paris, Londres, Madrid, entre otras muchas, abriéndose paso ante autoridades que lo criticaron por obsceno, e incluso ante el Papa Pio X que lo declaro una danza “lánguida pero no procaz”, devolviéndole el protagonismo, que le convertiría en un baile de reconocimiento mundial, incluso en Argentina, que hasta la fecha lo situaba en lo marginal y en algún tiempo hasta en lo prohibido.

El origen del tango siempre ha generado opiniones contradictorias y en el caso que nos ocupa, del “tango para principiantes” no lo iba a ser menos. Para Horacio Salas, “el tango surge de la fusión entre el candombe – la música de los negros – la habanera cubana, el culpe madrileño y la propia milonga situada en los barrios porteños de Buenos Aires”. Tangos que inicialmente fueron instrumentalizados por grupos “amateur”, en los piringundines – lugares de prostitución – haciéndole sonar al compás del 2 por 4 con violín, guitarra y flauta, a grupos musicales a los que se fueron incorporando otros instrumentos como el piano, contrabajo, arpa, vibrafon (similar al xilofón) batería y por fin el bandoneón, - instrumento importado de Alemania - que marcaría el futuro del tango, abandonando el de los compadritos “rezongón y nostálgico” por uno nuevo , “más arrastrado e introvertido” que lo conduciría a los cabarets y cafés del centro.

El tango en Argentina siempre camino en paralelo a los acontecimientos sociales, para lo bueno y para lo malo, sus letras dan buena cuenta de ello. En el “Tango para principiantes” se cita la Década Infame de los años 30 - vinculada al golpe militar que derroco al presidente radical Hipólito Yrigoyen – y como referencia sitúa al compositor Enrique Santos Discepolo quien mejor “encarno en sus letras de tango, “la visión desesperanzada y en buena medida cínica de la sociedad” de aquel momento. Como ejemplo el tango “Que Vachache” de 1925 donde expresaba cierto pesimismo, hacia lo personal, /aunque te quiebre la vida / aunque te muerda un dolor / no esperes nunca una ayuda / ni una mano / ni un favor / o la referencia que hace al comportamiento personal frente a la sociedad, con el tango “Cambalache” Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor / Ignorante, sabio o chorro / Generoso estafador……

Es lo mismo el que labura / noche y día como un buey /el que vive de los otros / que el que mata que el que cura / o está fuera de la ley.

Pero detrás de una década infame de pesimismo, llegaría la Generación del 40, - los años de oro del tango - que llenaron de optimismo a los muchos ciudadanos que de una o de otra forma se sentían vinculados al tango. Y así fueron apareciendo orquestas, músicos, cantantes y poetas que revitalizaron el tango a través de directores y compositores como Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Horacio Salgan, Miguel Calo, Carlos Disarli, Ricardo Tanturi, Francisco Canaro, Francisco Lomuto, bandoneistas como Pedro Maffia, Pedro Laurenz, Enrique Delfino, o poetas como Celedonio Flores, Jose González Castillo, Enrique Cadicamo…  todos ellos magníficos artistas que pusieron a bailar el tango “convirtiéndolo en una costumbre, compartida por miles de personas, y al que se acudía perfectamente presentable” – los hombres con chaqueta y corbata y la mujer con vestido decente, como nos indica Salas. Normas que han venido, con el tiempo, ampliándose con un código de conducta personal y colectiva en todas las milongas del mundo.

Entre los referentes más importantes de la Generación del 40, Aníbal Troilo el genial Pichuco, “auténtico renovador musical, de creaciones magistrales y de una hermosa poética que convirtieron entre otros a - “Sur, Maria, Garua, Barrio de tango, Responso…. en tangos excelentes por más que el tiempo haya pasado.

A Homero Manzi, el poeta que fusiono, la nostalgia con la recuperación del barrio, y con ello a los personajes del mundo porteño de Buenos Aires, a la poesía culta del tango, como nos recuerda, “Malena” el tango que es “oscuro como el olvido / y sus labios apretados como el rencor / sus manos dos palomas que sienten frio / mientras que por sus venas corre sangre de bandoneón /. O en “Barrio de tango” que describe al de “Pompeya que duerme al costado del terraplén / y un farol, balanceándose en la barrera / el misterio del adiós que siembra el Tren. Y para que no falte de nada “en el callejón, un ladrido de perros a la luna y al amor, (siempre el amor), que, escondido en algún portón, se acompaña de lejos con el bandoneón”.

23 may 2021

Que pasa con el Consejo Económico y Social de Cantabria

 El pasado 9 de Julio de 2020 ¡anda que no ha llovido desde entonces ¡fue publicado en el Boletín Oficial de Cantabria la lista de los nuevos miembros del Consejo Económico y Social, para que en apenas 30 dias después, se produjera la suspensión de dichos nombramientos por la Consejería de Presidencia.

Según parece, esta suspensión se ha realizado a instancia de CCOO y UGT, que con un recurso judicial pretenden anular el nombramiento de USO, por entender que esta sobrerrepresentado al ser el único sindicato del grupo cuatro, con más del cinco por ciento de representación entre los delegados y miembros de comités de empresa (10,84%) en Cantabria.

Va pasando el tiempo, y tanto el Gobierno Regional como el resto de Las instituciones que deberán estar presentes en el CES, parece han decidido quedar a la espera de la resolución judicial, en actitud paciente y a la vez secuestrados por unos sindicatos incapaces de cumplir con la Ley 8/2018, de 11 de diciembre, del Consejo Económico y Social de Cantabria que por unanimidad fue aprobada por el Parlamento Regional.

He recuperado la nota de prensa que el sindicato USO mando en su momento a los medios para comprobar una vez más, la calificación de “chantaje” con la que estos sindicatos están obrando, incapaces de asumir, que la representación sindical en Cantabria no puede estar limitada a sus caprichos, que hay otras organizaciones sociales que representan a muchos trabajadores, - más allá de su setenta por ciento que se reparten – y que existen muchas sentencias judiciales de diversos ámbitos, que han reconocido para la USO representación institucional suficiente para estar en el nuevo Consejo Económico y Social de Cantabria.

A los partidos políticos, presentes en el parlamento de regional, decirles que tomen nota de tanto desatino y no se dejen manipular, y a la Consejera de la Presidencia en particular, que no demore más la puesta en marcha del CES, porque de nada servirá que el juzgado de la razón a la ley aprobada y con ello a los nombramientos, porque CCOO y UGT volverán a boicotear la norma no asistiendo a las reuniones del Consejo hasta que consiga que el Gobierno y el Parlamento cambien la Ley y con ello consumar una vez más su capricho antidemocrático de dejar fuera a la USO, a la vez que humillaran a las instituciones de Cantabria.

Algunos preguntaran porque tanta critica, a un asunto que se resolverá por la justicia. A ellos decirles que esta forma de actuar ya fue ensayada por UGT y CCOO con el CES, anterior, no parando hasta que el parlamento apaño una reforma a la ley, que por aquel entonces dejo en la calle USO y CSIF, y si les salió bien la jugada porque no repetirla ahora, pues eso, todos mudos y ciegos mientras los “sindicatos de clase” siguen envalentonándose camino de la humillación del gobierno regional, Patronal e Instituciones varias.

19 may 2021

Me gusta convertirme en madre, pero también quiero seguir siendo mujer. Cuidar el suelo pélvico

 XII Reunión Internacional de Investigación Cualitativa en Salud 

Granada

David Ramos Saiz, Marta Saiz Echezarreta

 

El verano de 2016 Sofía daba luz a una preciosa niña. Habían sido nueve meses de miedos, dudas e ilusión. Durante este tiempo, había acudido a las visitas estipuladas tanto a la matrona como al ginecólogo que su servicio de salud indicaba, con el fin de aprender todo lo necesario para desarrollar un buen embarazo.

¿Qué había aprendido de los profesionales? Lo primero a saber cuidarse. Desde el primer momento le dejaron claro que tenía que controlar su peso, alimentación e hidratación, que debía tener unos buenos hábitos de descanso y llevar a cabo un ejercicio moderado.  Acudía regularmente a la consulta de su matrona donde le pesaban, miraban la altura del fondo uterino y escuchaban el latido fetal.

Lo segundo, a conocer los diferentes tipos de partos con el fin de poder, dentro de lo posible, indicar como quería desarrollarlo, de pie, en el agua, en casa, con o sin epidural y a utilizar estrategias que favorecieran el control del dolor durante las contracciones del parto. Además de conocer cuáles son los cuidados básicos del bebe en sus primeros meses de vida, alimentación, higiene, descanso, prevención de muerte súbita y como ambas partes de la pareja deben participar y ayudarse mutuamente.

En definitiva, le enseñaban como ser una buena madre. Tanto durante el embarazo, cuidando sus hábitos, porque su estado de salud influye en el feto; como adquiriendo herramientas que le permitieran cuidar a su bebé de la mejor manera posible.

Pero hoy, casi un año después, nuestra protagonista cree que algo faltó en el aprendizaje. Considera que todo iba enfocado a su rol de madre y que su rol de mujer había pasado totalmente desapercibido. Apenas le hablaron de las consecuencias que el embarazo y el parto tendrían sobre su cuerpo y fundamentalmente, sobre su suelo pélvico.

Sofía había leído sobre el suelo pélvico y los ejercicios de Kegel, incluso le había preguntado a su matrona como podía realizarlos, pero la respuesta que encontró fue algo teórico apoyado en un póster del aparato genital femenino. A pesar de que esa información fue insuficiente y de poca ayuda, decidió que durante esos nueve meses intentaría ejercitar su suelo pélvico con el fin de evitar futuras complicaciones que afectaran a su vida diaria.

 Su parto no fue fácil. El inicio de un desprendimiento de placenta obligó a utilizar fórceps. Dejando a su paso una episiotomía y un desgarro contralateral que dejó inflamación y dolor. Necesitó muchas semanas para que ambas heridas cicatrizasen, la inflamación bajase y el dolor cediese. Pero aquellos síntomas no fueron lo peor, varios episodios de incontinencia de esfuerzo le llevaron de nuevo a su matrona.

Una vez en la consulta, le realizaron una valoración del suelo pélvico y le confirmaron lo que ella sospechaba, apenas tenía fuerza para contraer. La matrona, le volvió a explicar la teoría de los ejercicios. Sofía lo intentaba, pero las contracciones no eran muy eficaces, en ningún momento había aprendido a realizarlas por lo cual, ahora, con las heridas recién cicatrizadas y la vagina pendiente de cerrar completamente lo veía más complicado.

Disfrutaba su día a día como madre, pero vivía preocupada y asustada por su problema y la falta de recursos que le daban para ponerle solución. ¿Debía conformarse y aprender a vivir con esos episodios? Realmente, era una situación que afectaba a su vida personal, y aunque ahora, como había aprendido, su prioridad era el bebé, no dejaba de pensar que quería seguir disfrutando de su parcela como mujer.

Así que, tras perder la vergüenza que generan este tipo de temas, se animó a hablar con amigas y familiares en busca de las herramientas que no encontró en su consulta de referencia. Herramientas que localizó acudiendo a una clínica de fisioterapia del suelo pélvico.

La recuperación se dividió en dos fases. La primera se basaba en la aplicación de calor en las cicatrices para romper las fibras de colágeno y volver a dar cierta elasticidad a la zona. La segunda utilizaba la electroestimulación para reactivar los músculos del suelo pélvico, para así, realizar contracciones eficaces y enseñar qué músculos debían contraerse.

Precisó de unos cuatro o cinco meses de tratamiento. Al principio, acudía un par de veces por semana, luego se espaciaron a una vez por semana y finalmente cada quince días más o menos. No tuvo que esperar hasta el final para notar los resultados. Aproximadamente a partir del segundo mes comenzó a notar, no solo que no aparecían episodios de incontinencia de urgencias, sino que cada vez era más consciente de esos músculos y de cómo era capaz de moverlos sin utilizar otros músculos accesorios como glúteos, abdominales o cuádriceps.

Una vez finalizadas las sesiones de fisioterapia se apuntó a un grupo de gimnasia hipopresiva que en la actualidad le permite mantener un suelo pélvico fuerte y efectivo. Lo cual no solo le permite poder realizar todo tipo de actividad sin miedo, sino que le ha permitido volver a sentirse segura y confiada de sí misma.

11 may 2021

La Milonga por dentro, sus protagonistas y sentimientos.

Crónicas milongueras, en el bazar de los abrazos.

Sonia Abadí psicoanalista argentina, e investigadora del tango, ha recogió en su libro “El Bazar de los Abrazos”, un amplio relato sobre las personas que frecuentan las milongas, sus comportamientos, modos y costumbres, relaciones colectivas y personales, que surgen entre las milongueras y milongueros, relato, que no siempre es el idílico de una noche de tango.

He vuelto a releer este libro, desde el punto de vista de un aficionado “milonguero” español, que entiende la práctica del tango como un ejercicio social de divertimiento puntual, muy lejos de los milongueros que frecuentan diariamente las salas de tango en Argentina, y que según la profesora Abadí, “son salas de guardia permanente para los enfermos de tango, de vida, de encuentros, y de sueños”, lugares donde “en estos dias de soledades físicas de amistad, sexo y afecto, el tango le ofrece la oportunidad de un encuentro vivo, cuerpo a cuerpo, a la vez que un espacio para vivir experiencias de diversa calidad emocional, sensual y artística”.

Acercarse al tango es todo un reto. Mas allá de aprender el baile - que ya tiene su dificultad – genera en el bailarín, bailarina, la necesidad de añadir al aprendizaje, unos códigos y modismos muy concretos, que se van aprendiendo con la practica en las milongas. La circulación anti – horario en la pista, manteniéndose siempre en el carril elegido, la prudencia durante el baile evitando rebasar a la pareja anterior por la derecha, la siempre cortesía y disculpas cuando dos parejas chocan, el respeto a los tiempos de las parejas que están en aprendizaje, y el cabeceo - “un suave descenso del mentón, leve pestañeo, apenas un chispazo de invitación del hombre, respondido por media sonrisa, gesto de asentimiento para la mujer” - para sacar a bailar, son entre otros, los códigos que nos caracterizan y que siempre lo son para adaptarlos a nuestro baile y no al revés.

Desde estas premisas, el milonguero y milonguera, se afán en conseguir cuanto antes un sello personal que les identifique les convierta protagonista en la milonga, y con ello conseguir el mejor abrazo para el mejor tango, un abrazo “preludio insensato de un nuevo adiós, tranquilizador de un cuerpo conocido, o inquietante de otro por descubrir, un abrazo que genera distancias y proximidades, encuentros y desencuentros, a veces mágicos y a veces incomodos forcejeos”.

En el tango la importancia del abrazo esta al mismo nivel que el conocimiento propio del baile, de nada sirve conocer muchos pasos de tango, si el abrazo se convierte en incomodo y/o desagradable, imposible en ese caso de bailar una buena tanda de tangos. Sin un abrazo armónico, sensible y respetuoso, mal se puede bailar “el celestial Vals que eleva el espíritu en giros armónicos al placer de dioses, o la terrenal Milonga, atraída hacia el suelo por sus negras raíces, provocadora y juguetona, y entre el cielo y la tierra, el Tango, carnal y sublime que se siente en el alma, el corazón y las entrañas”.

Recoge el libro del Bazar de los Abrazos, que ser milonguero es un culto, una manera particular de ver la vida, donde hay de todo, “depredadores y ecologistas, pichones milongueros, que se tragan la pista a la velocidad de un fórmula uno, a la vez que despliegan el Kamasutra completo de giros, ganchos y sacadas, dejando a la pareja sin aliento, o el dinosaurio prepotente, que desprecia a las principiantes, que corrige a diestro y siniestro, reliquia del machismo de antaño”, ejemplares de ayer, y de hoy, que pueblan las milongas de Argentina, España y el mundo entero, incapaces de sosegar el tango y de respetar a la pareja, más allá de su propio interés, y demasiadas veces mal educado también para el resto de los bailarines con quienes comparte la pista.

El tango es cosa de dos. Una frase que repetimos los milongueros, conscientes que para bailar tango resulta imprescindible la comunión de la pareja en un solo cuerpo, dice Sonia Abadí para convertirse en un ser mitológico mitad hombre mitad mujer capaz de interpretar el tango, en un abrazo de sentimientos y ritmos maravillosos. Al final dos cuerpos que se complementan con precisión, en sus diferencias de estatura, complexión física, etc., y no siempre resulta fácil, por eso, además de la experiencia en la milonga, se necesita generosidad para con el otro, poniendo todos los medios necesarios para que ambos se sientan cómodos en el baile, solo así se convierte en placentero lo que es una invitación más allá del acto protocolario.

Termino como empecé, recomendando este pequeño libro de las crónicas milongueras, que recoge el Bazar de los Abrazos, un libro fácil de leer, hecho con el sentimiento de una milonguera de tiempo, que conoce el interno de la milonga argentina - referente para los bailarines del mundo - y que de forma ordenada nos cuenta lo que ocurre en la milonga y sus protagonistas.

7 may 2021

El negocio en el Servicio Cántabro de Salud

 


El pasado mes de marzo la Audiencia de Cantabria confirmaba la continuación de actuaciones contra los ex altos cargos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) Francisco Javier González y a Alejandro Rojo, imputados por un presunto delito de prevaricación, e irregularidades en la gestión de contratos de obras, de los que se desprenden "indicios razonables de criminalidad", según ha recogido la Agencia Europa Press.

Esta noticia que ha pasado desapercibida - como tantas otras - por la exagerada información mediática del Covid, afecta muy particularmente al Presidente Miguel Angel Revilla, que pronto ha olvidado la radicalidad con que se expresaba al anunciar que no le “temblaría la mano” a la hora de "cortar cabezas".

Haber hecho alguna limpieza en la Consejería de Sanidad, cambiando a la consejera María Luisa Real y algunos altos cargos, no le exime al gobierno y parlamento regional, de cuidar por la limpieza en la gestión de los recursos económicos, que quedó seriamente tocada después de que se hiciera pública la Auditoria de Control Financiero del 2017 en la que se reconocían a modo de “recomendaciones” cambios profundos en la gestión de compras. 

 Fueron muchas las compras y adjudicaciones, que en su momento estuvieron en la denuncia pública, operaciones, que sin ninguna duda, precisan de una sentencia que deje claro si hubo o no prevaricación, a la vez, de ejemplo para los miles de contratos que se formulan en la comunidad autónoma – solo en el SCS entre 30.000 y 40.000 contratos menores cada año - , contratos que deberían estar basados, en los principios de “igualdad, no discriminación, transparencia, proporcionalidad y libre competencia”.  

A modo de recuerdo y como resumen de la investigación realizada por la Intervención General de Cantabria:

-          El fraccionamiento indebido de contratos en la ampliación del Hospital Virtual de Valdecilla, por un importe total de 296,119.67 euros cuyas obras se adjudicaron a tres empresas (Gardener, Iralia, Serincopsa), pese a ser una unidad operativa o funcional. En este caso además quedando la duda de adjudicación a dedo por ser uno de los administradores de estas empresas Diego Ruiz García, hijo del alcalde socialista de Suances (Cantabria), Andrés Ruiz Moya.

-          La compra de 22 ecógrafos para el servicio de atención primaria que fueron adquiridos en once contratos individuales de 13.908,95 euros a la empresa Esaote España y otros once de 12.584 euros a Sakura. En total, 291.422 euros de gasto público que jamás pasaron por concurso abierto de concurrencia publica de licitadores.

-          Obras que se recepcionaron antes de ser terminadas, por ejemplo, el Centro de Salud del Alisal, incluso antes de empezar las mismas.

-          Recepción de equipamientos a través de actas de comprobación de inversión, con el fin de ser incluidas en el ejerció administrativo de inminente cierre, y que no se ajustaban a la normativa de contratación.

-          Deficiente estructura de personal en la Subdirección de Gestión Económica e Infraestructuras, que dificulta el trabajo vinculado a la contratación, obras y servicios que se tramitan en el SCS.

Estos entre otros son los motivos por lo que está actuando la justicia, resolverlo, encontrar el delito, si lo hubo, es totalmente necesario, especialmente como ejemplo para la gestión, la política y los políticos no pueden interferir en las normas que regulan la contratación y adjudicaciones de servicios para la Adminsitracion, las normas son para respetarlas y no para hacer de ellas negocio, eso se llama corrupción y de eso ya tenemos bastante. 

25 abr 2021

Balance de los 100 primeros dias de Javier López Marcano como Consejero de Industria y Turismo de Cantabria

 

Cuando el presidente Miguel Angel Revilla, presento a López Marcano como nuevo Consejero de Industria y Turismo de Cantabria, lo hizo con gratitud personal y reconocimiento político tanto en el Partido Regionalista, como en Cantabria, por haber sido tratado injustamente en ciertos asuntos de índole judicial. Y no conforme con esta recuperación política y tratamiento personal, le situó como el político que venía a revitalizar la gestión del gobierno e impulsar iniciativas prometedoras, principalmente en materia de recuperación industrial, e incluso – y esto ya es mas de consumo interno dentro del PRC – desde el puesto de consejero la posible sucesión del propio Miguel Angel Revilla.

Esta forma de hacer política tan característica del Presidente Revilla, le ha situado al propio Marcano en el ojo de todos los huracanes, que para bien o para mal, le observan detenidamente tanto en su gestión, como miembro del gobierno, así como en el ámbito político dentro de su propio partido. Son muchos los votantes del PRC que se encuentran preocupados por lo que va a ser del partido, sobre todo si Revilla abandona definitivamente el puesto de líder en las próximas elecciones, situación que posiblemente abrirá un amplio debate sobre la ideología y estrategia a través de un proceso democrático de abajo arriba incluso para el relevo en los cargos.

La política en España está abriendo los espacios de representación en muchas autonomías, a otros partidos limitando el bipartidismo que caracterizo la política hasta la fecha, y el PRC no puede ser ajeno a esta realidad y seguir encerrado en el ámbito autonómico.

Pero volvamos al motivo central de este comentario, la valoración de los cien primeros dias de gestión del consejero Marcano. Me he permitido hacer un resumen de su actividad - a la luz de lo recogido en los medios de comunicación - para descubrir si su entrada en el gobierno es fruto de un compromiso real con los cántabros, o un mero trampolín personal para liderar el futuro del PRC y/o las dos cosas juntas, y al menos hasta la fecha según mi opinión, la agenda y aportación política, está siendo bastante limitado.

Salvando las lógicas fotos protocolarias con las autoridades - alcaldesa, Rector de Universidad, Obispo de Santander, CEOE, Aniversario del Centro Tecnológico y del vehículo 8 millones exportado por el puerto, o los nombramientos ya esperados en los consejos de administración de Sodercan y Cantur - lo ejecutado, al menos hasta la fecha, está siendo escaso y de utilización excesivamente interesado para la imagen del consejero. Por ejemplo, con las ayudas económicas siempre escasas a empresas y sectores, todas vehiculizadas por la gestión ya iniciada con anterioridad a su nombramiento, o los anuncios a futuro – que vaya usted a saber si se llevaran a cabo - pegados a la crítica como el aparcamiento de dos plantas en Fuente De, el Túnel de la Engaña y otros repartidos por diversas  localidades de la región, como el poblado cántabro de Cabezón de la Sal, el Museo de la Mitología en Anievas , el Embarcadero en el Rio Cubas, los lavaderos industriales en Villaescusa, entre otras, de importancia en lo local.

Y ya puestos, lo que, si me ha llamado la atención, ha sido el anuncio del nuevo “Plan Industrial 2021 a 2030” un plan que según ha dicho será el resumen de todo lo presentado hasta la fecha, y que formara parte de su estrategia a futuro, esperemos que esta vez sea verdad y ayude por ejemplo a resolver los problemas que en materia de energía eólica se están anunciando por diversos ayuntamientos y asociaciones ecologistas, o y el polígono de La Pasiega que todo lo justifica. En definitiva, cien primeros dias que dejan mucho que desear, para un político como Marcano que se presentaba como la solución y reactivación de la política a futuro, y que mucho me temo sean la continuidad de una gestión sepultada por el Covid, como lo está siendo en la mayoría de las consejerías del gobierno regional.

21 abr 2021

El callejón de la melancolía. “La calle Cuesta”

Hace unos dias en mi Grupo de Tango me ha llegado este escrito de recuerdo a la Calle Cuesta de Santander, y con respeto y autorización de su autor, que espero me lo conceda, lo publico en mi Blog, confió que también a vosotros os guste.

Una pequeña calle peatonal y al fondo de la calle la discoteca "La Belle Epoque" años después "La Nuit", en la que había actuaciones de vez en cuando, han dejado marcada su historia en la ciudad, era donde los santanderinos pasaron muy buenos ratos en locales muy recordados  "Mesón de la Tortilla", "El Toboso" y, sobre todo, "La Casona", en realidad, fue mucho más que un restaurante, un pequeño museo por la cantidad de objetos de todo tipo que adornaban el local, incluidos cuadros de Dalí, Miró y Fernando Calderón, fue un punto de encuentro de pintores, artistas, escritores; un centro de ebullición cultural, el Sanjo donde se servían unos deliciosos pinchos morunos y como no, sus salchichas especiales "Sanjo", el bar restaurante Villa Rosa.

Al igual que hoy en día, muchas zonas de la ciudad tienen su propio ambiente, la calle Cuesta también tuvo el suyo en los años 70 y 80, fue durante décadas una de las más vitales de la ciudad, un rincón de encuentro y paso obligado, de vermús y tapas, de pinchos de champiñón y de vinos y rabas, muy animado tanto a la hora del aperitivo como por la tarde y noche. Las féminas se acordarán de los soldados del Regimiento Valencia, de la Remonta o de marineros, cada vez que recalaba en el puerto navíos de la Armada tanto española como extranjeras, que frecuentaban la zona cuando ellas moceaban.

 Bajo las escaleras que comunican la calle con la Cuesta del Hospital hubo durante muchos años unas taquillas en las que se podían comprar entradas para los partidos del Racing, los circos que venían a la ciudad y otros espectáculos.

 «Que tiempo tan feliz, que nunca olvidare». Como bien dice la canción…. En estos días de primavera, especialmente los sábados y domingos, cuando las manecillas del reloj marcan las seis de la tarde, se pasean por mi memoria aquellos olores, sabores y sonidos de nuestras tardes de discoteca. ¿Quién de vosotros al escuchar una melodía que nos acompañó en nuestra juventud, no recuerda la discoteca "La Belle Epoque”, ¿y con ella el momento en el que tuvo su primer beso, el primer flechazo, el primer baile y puede que hasta el primer amor?

 Fue nuestro tiempo, un tiempo que empezó para muchos en los guateques (antes quizás en las romerías) después en las discotecas, cuya música, emanaba sensualidad, el tiempo en que para muchos de nosotros las palabras estaban de más porque las miradas lo decían todo. Aquellas salas de fiestas en las que había que pasar religiosamente por taquilla y si salías de la sala, para retornar te daban una tarjeta (contraseña) de distinto color según fuera para caballeros o señoritas. Se tomaban consumiciones tan deliciosas como Licor 43 con cola, batido de chocolate con coñac, semáforos, San Franciscos.

 Una vez dentro, música ambiental más o menos tranquila con las luces casi apagadas, hasta el estallido de luz y color de la gigantesca lámpara de cristal que colgaba sobre la pista ovalada, a los acordes de la música disco, música que formo parte de nuestra vida, como el fuerte olor a ambientador, mitigando la mezcla de olores a tabacos, perfumes y sudores varios,  después, dos tandas de lentos en la penumbra con los hits de Abba, Barbara Streisand, Bonny Tyler, Umberto Tozzi, Ricchi y Poveri, o Toto Cotugno, entre otros muchos y algo de rock and roll. Tomando esas copas, mientras giran los vinilos, con los hits de Alaska y Dinarama, Mecano, Loquillo, Nacha Pop, Radio Futura, Gabinete Caligari o La Unión entre otros muchos, para decidirse a salir a quemar la pista de baile. En este santuario reservado para el baile que causó furor.  Los domingos, a las diez cesaba la música se encendían luces y todo el mundo a su casa, así eran aquellas discotecas de los ochenta. Esos tiempos de buena música, donde podías hablar con amigos hasta tarde por las calles sin ningún miedo, todo eran risas y alegría.

9 abr 2021

Hasta cuándo va a durar, la insolencia del concejal Nalda contra la USO

Este concejal Pedro Nalda en nombre del Ayuntamiento de Santander y el jefe de los servicios jurídicos, parecen empeñarse en su terquedad, volviendo a negar el derecho del sindicato USO a participar en las Mesas de Negociación, según sentencio recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.

Según parece de nada les ha servido la multa de 9.000 euros que les impuso el tribunal, por su falta de respeto al atentar contra los derechos fundamentales del sindicato, y del secretario general de la sección sindical, osadía que ha obligado a la USO a interponer un nuevo “Recurso Contencioso Administrativo. primero, por negarse a convocar a la Sección Sindical, y segundo por impedir entrar a las reuniones con plenitud de derechos, esto es con voz y voto”.

Llama la atención la forma de actuar del Ayuntamiento, que, a pesar de negar el derecho al sindicato a ser convocado, y una vez presente en la reunión el representante de USO - después de la consiguiente bronca en la puerta - el concejal Nalda haya autorizado la asistencia como “invitado” - con voz, pero sin voto - “constituyendo una discriminación respecto de los demás sindicatos, y una vulneración del derecho a la igualdad”, forma de actuar, que mucho me temo volverá a suponer nuevas multas, que por desgracia pagaremos todos los santanderinos, una locura, que perdurara en el tiempo, salvo que la alcaldesa Gema Igual ponga un poco de orden en tanto desatino.

Porque, no estaría de más que la alcaldesa diera un paso hacia delante, llamando la atención al concejal para que cambie de actitud con la USO, porque el representante sindical Jose Maria Mateos, no puede hacer otra cosa que defender el derecho que le ampara al tener USO - APL una representación sindical de más del 20% de los votos en el Ayuntamiento de Santander, representación más que suficiente para estar presente en todas y cada una de las mesas de negociación, y con ello, la capacidad de proponer y reivindicar lo que sus afiliados y trabajadores en general les propongan.

Hacer lo contrario cediendo a los caprichos del ayuntamiento, no haría más que dejar en el vacío a los trabajadores y funcionarios y denigrar al sindicalismo.