Un
debate inservible para los cántabros, el que ayer nos brindó el parlamento
regional sobre el “caso de las obras publicas”, un debate cargado de malos
modos, insultos y alguna que otra mentira, que lejos de aportar luz a tan
penosa situación, solo sirvió para darse leña entre los diputados, pero
totalmente inútil para los cántabros.
Un
circo absurdo donde sus señorías sacaron sus malos modales, para intentar ganar
méritos para su consumo particular y el de sus partidos, porque de lo demás
nada de nada.
De
los protagonistas empezando por el presidente Revilla poco se puede decir. El a
lo suyo, soy el mejor, el más honrado, cobro lo que cobro porque me lo merezco,
y en mis filas no existen corruptos, aunque si políticos ineficaces, al menos a
la hora de controlar la gestión de la consejería.
La
socialista Noelia Cobo, guardando la ropa, no vaya a ser que se molesten los
socios, y mientras tanto dejando caer alguna que otra puyita, eso si, evitando
entrar al fondo de la causa, vamos de puntillas, ante un grave problema que
todavía está en pañales, y que quiera o no, les va afectar directamente al
menos en su condición de miembros del gobierno de coalición.
De
Felix y Cristóbal - Ciudadanos y Vox- poco o nada que decir, intervenciones
cargadas de retazos y amenazas que en todo caso quedaron pendientes a otros
momentos, y del PP, su portavoz Iñigo Fernández, un faltón, un político que no
acaba de hacerse mayor y que el partido usa para los momentos de ruido y bronca,
con un discurso carente de talante político, falto de información y con un
relato para la galería de los suyos, entresacado de las páginas del diario montañés
y destinado para ello, cero patatero incluida para Buruaga por cobarde.
Luego
llego el portavoz del PRC, Pedro Hernando, quien a voz en grito replico a todos
y a todo, también con reproches varios, repartiendo basura a diestro y sinestro,
practicando el “tu más” a través del robo – un millón y medio - en Merca
Santander, donde convivieron los políticos del PP, Juan Jose Fernández e Iñigo
de la Serna, para justificar la mala gestión de los políticos, y con ello
perdonar la vida política del consejero Gochicoa y sus adláteres Jesus Clemente
director general y Sebastián Martin subdirector, este por zampón, al menos por
ahora.
En
definitiva, una tarde de debate parlamentario para olvidar, y antesala de una
campaña electoral, que se augura de extrema confrontación donde el insulto y el
“tu más” va a estar presente por encima de la proposición y oferta política,
que debe presidir todas las campañas electorales.
Para
hacer estas papardas mejor seguir las crisis políticas a través de los medios
de comunicación, porque acudir a la videoteca parlamentaria para tener
conocimiento de lo que pasa en la región, es tiempo perdido.
