A 16 de Julio del presente año, son 27 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, desde que se lleva cuenta; 9 menores asesinados por la pareja de su madre, y 21 Huerfanos por el asesinato de sus madres.
El sistema
policial VioGén lleva registradas 709.864 víctimas de violencia machista, un
6,9% más que el mismo periodo del año anterior. Pero el número de mujeres con
protección policial por violencia de género no pasa de las 95.200, el 13%. Del
total, 1.562 mujeres presentan un riesgo alto y 26 riesgo extremo de sufrir una
agresión. El problema es de falta de personal dedicado a esa función y de
medios materiales.
Frente a
estos terribles números, de los que los españoles no son los únicos, ni los más
graves, la comunidad científica, a nivel mundial, y con participación de
investigadores españoles, está entretenida en otros asuntos, y dedica miles de
millones de euros a investigar, entre otras cosas, la forma de alargar y
mejorar la vida de las personas vivas, hombres y mujeres. Y parece que lo
pueden conseguir. Científicos de todo el mundo son contratados con salarios
desorbitados para que encuentren la fórmula con la que alargar la vida de
aquellos que, por supuesto, se lo puedan pagar, que serán unos pocos.
El contraste
es alarmante, la desigualdad sigue aumentando entre los pocos que van a vivir
más y mejor, y la gran mayoría. Todos queremos vivir más y mejor.
Y no es solo
que se puedan pagar el medicamento que alargue sus vidas, sino que puedan,
también, pagarse el mantenimiento de los años que van a vivir de más que, se
supone, será a un alto nivel de bienestar.
La más
profunda desigualdad social domina el mundo: la desigualdad en el principio, en
la propia vida, en la falta de interés por luchar contra las enfermedades, las
raras y las más frecuentes, contra las guerras, contra la violencia de género,
en la falta de medios para asegurar una vida digna al conjunto de la población.
A otro
nivel, pero no menos importante, y es un ejemplo, están las últimas medidas
acordadas entre el Gobierno y los sindicatos UGT y CCOO, en torno a la
jubilación: han encontrado la “solución” (entre comillas) para mejorar las
pensiones. La solución mágica es que los y las trabajadoras trabajen más años,
coticen más, y dejen de cobrar la pensión de unos cuantos años, para ahorro de
la Seguridad Social.
No tienen en
cuenta que no es lo mismo llegar a la edad de jubilación, después de una vida
laboral, sentados en una oficina, con aire acondicionado, que llegar después de
toda una vida de camarera de piso en un hotel, o de peón de la construcción, un
verano tras otro, a pleno sol.
La
desigualdad la siguen fomentando.
Otra
solución que vienen proponiendo, con carácter general y voluntario, pero que,
de un tiempo a esta parte, quieren hacerlo obligatorio, es que los trabajadores
renuncien a parte de su subida salarial, por convenio, y dediquen esa parte,
más lo que pueda poner cada uno de su bolsillo, a un fondo de pensiones
privado, con el fin de mejorar su pensión cuando lleguen a la edad de
jubilarse.
Los que
firman ese acuerdo, en vez de luchar por que suban los salarios, se entregan y
parten del supuesto de que los salarios van a seguir bajos y las cotizaciones
serán escasas. De momento, ya lo han implantado en el Convenio General de la
Construcción.
Una vez más,
la desigualdad está presente: no será lo mismo dedicar dinero a un plan privado
de empresa para quien tiene un salario alto que para quien apenas llega al
salario mínimo, tiene un contrato precario y pasa largas temporadas en el paro.
Al final, éste último, tendrá una pensión baja, digan lo que digan, por mucho
que la complemente con la pensión privada.
Desde la
Plataforma de Torrelavega, perteneciente a la Coordinadora Cántabra de
Pensionistas, centramos todos nuestros esfuerzos en luchar contra la pobreza y
la desigualdad. Y, es por eso, que exigimos al Gobierno y, especialmente, a los
sindicatos firmantes, que expliquen y justifiquen por qué, una y otra vez,
adoptan medidas que solo benefician a unos pocos, en perjuicio de la gran
mayoría más necesitada.
Emplazamos a
los sindicatos UGT y CCOO a que digan, en base a qué criterios de solidaridad y
de defensa de los más débiles, orientan sus decisiones y dedican sus esfuerzos.
Desde
nuestra Plataforma,
EXIGIMOS,
DEL GOBIERNO, QUE SE CENTRE EN GOBERNAR, Y EN HACERLO PARA LA PARTE MÁS
VULNERABLE DE LA SOCIEDAD QUE ES LA MAYORITARIA.
INSISTIMOS
EN RECLAMAR UNA PENSIÓN MÍNIMA IGUAL AL SALARIO MÍNIMO, COMO FORMA DE ACORTAR
LAS DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES, Y ENTRE PENSIONISTAS ENTRE SÍ
GOBIERNE
QUIEN GOBIERNE, LAS PENSIONES SE DEFIENDEN