Mi opinión
es que las críticas de Miguel Ángel Revilla al rey emérito Juan Carlos I, que
son compartidas por millones de españoles, están más que justificadas. Es
vergonzoso que un monarca que se jacta de haber salvado la democracia tenga un
historial de cobros millonarios y propiedades ocultas al fisco, todo ello
acompañado de arreglos institucionales para justificar un expolio con multas
mínimas.
La demanda
que Juan Carlos I ha interpuesto contra Revilla parece una advertencia para
silenciar a quienes se atrevan a investigar el lucrativo "negocio de ser
rey". Por ello, mi total apoyo y adhesión a Revilla. Ha hecho lo correcto
al denunciar el comportamiento de alguien que se ha lucrado ilícitamente,
cobrando comisiones por la puerta de atrás por servicios que su posición no le
permitía.
Es
inaceptable que instituciones y políticos cierren los ojos y callen ante esta
vergüenza, por miedo a posibles demandas del emérito. No es justo que quien
dice la verdad se encuentre solo. Miguel Ángel Revilla es el único político
que, a pesar de su supuesta amistad con Juan Carlos I, ha calificado sus
acciones como lo que son: *corrupción económica*. Por eso, confío en que el
emérito dará marcha atrás en su demanda, aunque sea en el último minuto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario