7 oct 2019

Un poco de orden en la Política Industrial de Cantabria, no vendría nada mal



Hace escasamente dos meses el Gobierno, patronal y sindicatos anunciaban para septiembre la vuelta a las mesas de diálogo social, y lo hacían con renovado optimismo, al menos para el Presidente Revilla que llamaba a trabajar “con objetividad, sin partidismos y buscando que Cantabria sea cada día una región más próspera". Solo ha tenido que pasar la desgracia de siempre – que Cantabria lidere la subida del paro en septiembre – para que se vuelva hablar de lo de siempre, la necesidad de un nuevo plan de empleo y de formación regional, porque según CCOO la política actual que lleva el gobierno “no es la ideal, destruye empleo y los que se crean son precarios, temporales e insuficientes”.

Y yo me pregunto ¿ cual la política que está llevando el gobierno en material industrial y de empleo?, pues me imagino que será, la derivada del Plan Estratégico para el Desarrollo y Crecimiento Industrial de Cantabria, el famoso EICAN 2030  consensuado con CCOO, UGT y CEOE-Cepyme que nos llevara, si no se modifica, al famoso cambio del Patrón de Crecimiento haya hacia el año 2030.

Entonces para que un nuevo plan, para que tanta bronca a nada que la estadística del desempleo no resulta favorable, para que deshacer el camino de años de reuniones y mas reuniones, no sería mejor, revisar y exigir al Gobierno, y en buena medida a las empresas, que vayan ejecutando la estrategia que marca el EICAN 2030, o es que se trata de hacer noticia de interés político a cada momento.

Vamos a ver si somos serios, instrumentos para impulsar el crecimiento económico, el empleo y la formación profesional tenemos más que de sobra, pues entonces, hagamos posible aquellas cosas que se pactan entre los agentes sociales y el Gobierno de turno, y dejemos de marear la perdiz pidiendo la luna cuando solo se ha hecho, poco más que empezar.

Según conto el DM el Gobierno de Cantabria, la CEOE-Cepyme y los sindicatos CCOO y UGT se habían emplazado a constituir la Mesa General del Dialogo Social a partir de la primera semana de septiembre y hacerlo precisamente con los temas en los que básicamente ya estaban de acuerdo, que si no recuerdo mal, afectaban al  Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT), a la industria agroalimentaria como sector estratégico - y algo se esta haciendo en este tema – abordar la tan cacareada reducción de la burocracia y la adaptación de los cursos de FP a las necesidades del mercado laboral, y si esto es hasta donde han llegado – bastante poco en los dos años de vigencia del EICAN 2030 – hágase, y déjese de meter palos en la ruedas de la administración cada vez que tenemos un revés, ya sea por la tasa de desempleo y/o porque alguna que otra empresa anuncie Expediente de Regulación de Empleo.

Hagamos lo posible, por separar los hechos coyunturales de la política general, y en el caso de los sindicatos actuar con todo el rigor y dureza que se necesite, pero en materia de política industrial y de empleo llevemos una línea recta que pase por exigir al Gobierno que cumpla con lo que pacta.

La famosa Estrategia para el Desarrollo y Crecimiento Industrial de Cantabria a - pesar de haber sido elaborada con cierta premura ante el anuncio de la CEOE de su propio plan industrial (Cantabria 2030), sigue en vigor y no parece sea un mal plan de cara a enmarcar el objetivo de la Mesa Especial del Nuevo Patrón de Crecimiento Regional. En él se definen los sectores estratégicos y que entre otros destacan la Agroalimentación, Transformación Metálica, Químico, Maquinaria y componentes de automoción, Biotecnología, Ingeniería Marítima y Comunicación por satélite y radiofrecuencia.

Me llama la atención que este plan situé al sector de los servicios en lugar complementario de la estrategia general. Sin ninguna duda rompe la tendencia fácil de algunos políticos que empiezan a conformarse con trabajar el sector turístico, como estratégico, a la vez que obvian la importante aportación que hace la industria a la economía regional, el 21% del PIB, o el empleo que con más de 37.000 personas es el 15% de las personas ocupadas, o el volumen de negocio de nuestras empresas, principalmente las de bienes de equipo que supone el 43%  en España y en la Unión Europea el 71,6%, datos significativos para no renunciar a la industria, por mal que nos vaya en este momento.
Es evidente que el sector industrial también aporta carencias sobretodo vinculadas al medio ambiente, carencias que este plan las pone en evidencia con nombres y apellidos, de empresas que emiten residuos contaminantes a los que hay que hacer frente de forma urgente y que agrupadas todas - Solvay, Cementos Alfa, Repsol, Ferroatlantica, Global Steel Wire, Dolomitas del Norte, Columbia Carbón, entre otras suman 2.133.325 Tm, el 88,93% del total autonómico.

Por eso esta pequeña reflexión, para que en la medida de lo posible y con la vista puesta en el 2030, empujemos todos hacia adelante, y con ello conseguir los objetivos que este plan de desarrollo industrial de forma literal concluye. “Aumentar el VAB un 50% respecto al de 2017 en términos reales, alcanzar los 43.000 empleos en términos equivalentes a jornada completa y minimizar los impactos de la actividad industrial en el medio ambiente” nada más y nada menos ahora lo que toca es creer de verdad en ello e impulsar la financiación tanto desde los fondos estructurales del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, como de los que cada año se vayan haciendo en los Presupuestos Generales del Cantabria.

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