Una legítima y genuina eclosión
ciudadana en toda España, culminó la jornada de Huelga General, la octava que
se convoca sindicalmente en nuestro país en las últimas tres décadas y media de
periodo democrático, todas y cada una de ellas convocadas y participadas
activamente por la USO.
Sin duda, el 14’N ha supuesto una
gran expresión laboral, pero también social y ciudadana, de hartazgo colectivo
y de contestación a las políticas de recortes económicos, laborales, sociales,
de derechos, de rentas…, que están
provocando una mayor recesión económica, más desempleo, más pobreza y desigualdad
social y peores condiciones de trabajo.
Ha sido asimismo y sobre todo,
una convocatoria cívica y por la dignidad: la dignidad del Trabajo humano, la
dignidad social e intergeneracional, y la decencia democrática. Ha supuesto levantar
las castigadas espaldas de las mayorías sociales que acumulan toda la carga de
la crisis, y plantar cara para revertir una situación tan inmerecida como
injusta.
Un clamor que el Gobierno debe
atender sin dilación alguna por ser de extrema urgencia la
necesidad que tiene este país y sus
ciudadanos de recomponer el empleo, la actividad productiva, el consumo y el
relanzamiento económico, para con ellos recomponer a su vez los derechos
laborales y sociales que han sufrido, al igual que los antedichos, tanto
deterioro en tan poco tiempo.
El Presidente Rajoy se
equivocaría nuevamente si desoye una vez más a la ciudadanía de su país y solo
atiende los recados provenientes de Berlín y de los mercados y las
instituciones económicas y financieras internacionales.
Debe entenderlo y atenderlo. O
pagará por no hacerlo; y peor incluso, nos hará pagar a todos más aún de lo que
ya lo hemos hecho y que nos ha conllevado a una situación límite.
El 14’N se ha caracterizado también
por tener una dimensión más amplia, porque ha supuesto hacerlo conjunta y solidariamente
a escala supranacional con el movimiento sindical internacional, por ser
asimismo supranacionales las políticas y el modelo económico que quieren
imponer a costa del sacrificio de las mayorías ciudadanas.
Así, ha contado con el apoyo de la Confederación Sindical
Internacional, del Grupo de Trabajadores de la OIT , de las Federaciones Profesionales Internacionales,
y el testimonio y la acción concreta con manifestaciones ante las embajadas de la UE y de España, por parte de
nuestra fraterna Confederación Sindical de las Américas.
Todos ellos en solidaridad con
los trabajadores y trabajadoras españoles y europeos, respaldando nuestras
acciones, reivindicaciones y propuestas, apoyando la Jornada de Acción y Solidaridad
convocada por la
Confederación Europea de Sindicatos para dicho día. Una jornada
que en el caso de los países que junto a España más están sufriendo los efectos
de las políticas de ajuste y austeridad también convocaron igualmente huelga
general, y una jornada
que en el resto de la UE fue secundada por todo el
movimiento sindical con acciones diversas como las protagonizadas por los
sindicatos belgas en Bruselas o por los alemanes en Berlín ante los iconos
legal y real del gobierno europeo.
Porque son las políticas llamadas
de ajuste y austeridad, las políticas de recortes emanadas de dichas instituciones y
dictadas por los mercados, quienes siguen empeñados en la demolición del modelo
social, en hacer añicos la
Europa Social y Solidaria en la que pusimos nuestra ilusión y
nuestro empeño y por la que hemos hecho también este esfuerzo colectivo del
14’N: por la reactivación de esa Europa, por la reactivación del empleo y la
actividad económica, los derechos sociales y laborales, en el marco de un nuevo
Contrato Social que haga posible la
Europa de los ciudadanos.
Por todo ello, por la respuesta solidaria
dada por todo el movimiento sindical, por la acción europea de la CES , por la de las mayorías trabajadoras y ciudadanas
españolas, y singularmente por la expresada por todas nuestras organizaciones y
toda nuestra gente, la gente de la
USO , motiva sacar del pecho el sano orgullo de ser y formar parte
de la Unión Sindical
Obrera.