Dice la
Resolución General del último Congreso Confederal, que el sindicato “tiene que desarrollar
campañas hacia el
interno del sindicato,
para que nos concienciemos sobre lo
que implica la
recepción de trabajadores inmigrantes, a la vez que llama
a difundir las actividades y
los servicios del
sindicato para la persona
trabajadora inmigrante”, y no conforme con esta llamada genérica, vuelve
a pedir al sindicato que abra las puertas a los inmigrantes para demostrarles que
las palabras, integración,
solidaridad, e inserción, no son
retóricas, sino palabras sentidas que forman parte de nuestros valores sindicales. En este orden la
resolución añade que no debemos considerar a la inmigración sólo bajo el punto
de vista sindical, sino como ciudadanos sometidos a todo tipo de hostilidad y/o
discriminación.
Bonitas y
comprometidas palabras que no pueden quedarse solo en eso, y menos ahora que
muchos de nuestros compatriotas - especialmente jóvenes - se ven obligados a convertirse
en trabajadores inmigrantes, lo que queremos para nosotros también lo
deberíamos querer para los que están entre nosotros, porque todavía hay muchos inmigrantes
en España, que ahora en tiempo de crisis se ven, maltratados.
Durante esos
años el sindicato se lleno de inmigrantes que, recibieron asesoramiento, formación
profesional, gestión para el agrupamiento familiar, obtención de permiso
laboral, etc. que facilito la afiliación de un importante colectivo de empleadas del hogar, embrión
sobre el que se fraguo el trabajo del departamento.
Pero a fuerza
de ser sincero, tengo que decir que esta iniciativa no contó con el suficiente
apoyo en Cantabria dentro del sindicato, dirigentes de primer nivel no vieron
con buenos ojos estas iniciativas y por su falta de apoyo y demasiadas criticas
se destruyo lo que hoy la USO
quiere impulsar.
Bienvenida sea
la iniciativa, aunque repito, entre nosotros por desgracia todavía hay
dirigentes que rechazan este modelo de trabajo social y sindical.
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