Pues eso, qué más
da, que Rajoy reciba al Presidente de Cantabria o que no lo haga. Ya puestos ni
tan siquiera justificaría tanto empeño por la inminente aprobación de los prepuestos
generales del estado para el año que viene, presupuestos que sin ninguna duda serán
revisados el día después del 20D.
Que Cantabria tiene
pendiente de negociar con el estado, inversiones públicas como el AVE y la
financiación de Valdecilla, lo sabemos todos, pero esto no es óbice para que
Revilla este colgado del teléfono esperando la llamada de Rajoy, que no se va,
y si al final por protocolo se pone a tiro, no va a servir para nada, a no ser
para llenar páginas de prensa como hasta ahora.
No estaría de más
que el Presidente de Cantabria pensara más en hacer la lista pensando más en un
nuevo gobierno nacional. A los futuros líderes ahora
les tiene mas a mano, y por supuesto mas abiertos al diálogo y alcanzar acuerdos
de futuro, así que manos a la obra.
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