30 nov 2015

La Opera de Cuatro Notas de Tom Johnson,


Versionada por su propio Director Paco Mir, me ha sorprendido gratamente por lo que tiene de opera cómica y en buena medida de opera didáctica, en la que con un relato muy entretenido incluso divertido, van a apareciendo, el tenor siempre protestando por el escaso protagonismo que le da la obra, el barítono y la soprano presumiendo de sus arias del  relumbre en el evento, una mezzo maltratada y reducida a contralto y el bajo también maltratado por el libreto que le reduce a una mínima interpretación acompañada de la acústica de la caja china, una opera novedosa al menos para mi que no deja al espectador sin opinión, incluso para aquellos melómanos acostumbrados al bel canto que bien pudieran considerarla como una pérdida de tiempo.

Escasamente en hora y media la Opera de Cuatro Notas del componente de Tricicle Paco Mir, va dando paso entre chascarrillos, comparaciones y preludios a la interpretación, a un relato de canciones envueltas en esas cuatro notas que por ser tan escasas y literales se atreven los cantantes a interpelar al público por si hubieran sido capaces de distinguirlas, notas repetidas una y otra vez por el pianista que también tiene cierto protagonismo cómico.
Re, La, Mi y Si, son las notas en las que se apoya la partitura para dar vida a esta opera desconcertante que enseña perfectamente  las diferencias entre las diversas tonalidades de voz de los componentes clásicos de la opera, voces que con claridad reivindican su papel en la interpretación y que son comentadas y entre bromas ridiculizadas por sus propios compañeros.
La obra se sustenta en muchos gags propios del director, que con esa facilidad a la expresión facial – típica de Tricicle - logra que los profesionales del canto, den con el gesto momentos cómicos que entretienen al espectador, siempre atento a la interpretación siguiente, gestos y pequeños comentarios a la obra, y su autor que logran que las cuatro notas en muchos momentos se olviden y se arranque la risa del publico haciéndole participe del evento hasta el final, incluso  en el escenario a través de un espontaneo.
Cuatro notas es todo lo que ofrece Tom Johnson en la opera que ha puesto en escena el Palacio de Festivales, cuatro notas capaces de entretener al público, con una versión de libre creación de Paco Mir que merece la pena tener como un buen encuentro para con la cultura. 

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