Un año más
de gobierno del PP en Cantabria salvado por la inactividad de la oposición,
especialmente por el PRC, que ya tiene más que asumido su futuro, como
complemento del Partido Popular. Si a esto le unes los problemas internos en el
PSOE la cosa esta más que demostrada, el PP no tiene oposición al menos a medio
plazo.
Pero bueno,
al fin y al cabo, no sería mala idea reconsiderar la valoración que hizo la
presidenta Buruaga hace unos dias en su balance navideño, porque presumir de “política
de entendimiento" con los partidos incapaces de opositar, y hacerlo más allá
de las demandas que dejaron iniciadas el gobierno anterior, tiene muy poco valor.
Porque
resulta un poco chocante llamar a "unir fuerzas más allá de ideologías y
siglas políticas" cuando lo único que ha hecho hasta ahora el Partido
Popular de Cantabria es seguir su propia política partidaria a nivel nacional,
especialmente en materia financiera, vivienda, memoria histórica, falta de
respeto a la política, y coalición de gobierno, etc.
Porque ya me
dirán cómo es posible criticar y rechazar los acuerdos, financieros entre el
gobierno central y autonómico, cuando esta propuesta es más beneficios para
nuestra región, y hacerlo con la consabida frase de rechazo a una “financiación
específica entre otras comunidades autónomas para Cataluña” actualmente
desconocida para todos.
Le guste o
no, la presidenta Buruaga tendrá que llegar a un acuerdo con el gobierno
central, si quiere incorporar el reconocimiento de los cántabros, que estamos
deseando cuadrar nuestras cuentas para poder invertir en esos proyectos ya
antiguos y siempre actuales de la industria estratégica, o en su defecto seguir
con la crítica mentirosa de los "privilegios y exageración separatista”,
cuando están a punto de entenderse con Puigdemont hasta ayer el demonio de los
demonios.
Eso sí, lo
que Buruaga aprendido rápido, es apuntarse los tantos positivos de la política
del gobierno central. Por ejemplo, en materia de empleo, presumiendo de la
afiliación a la seguridad social de más de 240.000 personas, muchas de ellas
gracias a las reformas del ministerio de trabajo e inspecciones laborables, o
declarar a Cantabria como "una tierra atractiva para invertir" sin
que a la fecha lo único que haya hecho es anunciar posibles nuevas empresas,
sin decir quién y cuando, palabras huecas.
Un poco de
por favor, que las escasas iniciativas lo son de mera administración de los
recursos que le van llegando. Y esa pretendida "estabilidad política y
social" de lo que presume Buruaga solo es achacable al acuerdo con el PRC,
que por lo pronto le ha facilitado el presupuesto de dos años.
Ahora, decir
que ha mejorado la sanidad, cuando a estas alturas ya se han pedido dos veces
la dimisión del consejero Pascual, la justicia pidiendo más jueces y mejores
condiciones económicas para sus funcionarios y los de educación, o los
ganaderos siempre pendientes de las ayudas de la unión europea, incluso las de
los ayuntamientos - que por lo visto se conforman con lo que dejo Revilla
escrito en su papeluco local -. El resto todo para mañana, la bajada de
impuestos, los autónomos, echar abajo la residencia cantabria, la vivienda pública,
o la simplificación administrativa, ya criticada por los empresarios como poco
eficaz, no son más que promesas que veremos hasta donde llegan.
Vamos para
dos años de gobierno del PP y seguimos pendiente de un programa de gobierno
propio, A Buruaga le empieza a correr el tiempo a la vez que se le acumulan los
problemas. Las listas de espera en la sanidad, las confrontaciones a diestra y siniestra
con los funcionarios, y sobre todo la falta de entendimiento con la administración
central que es lo único que la puede salvar los muebles, porque " vivir de
lo colgado" como dice Revilla tiene cierto riesgo, el de acabarse rápido y
más cuando el Polígono de La Pajosa – del que todos hacían propaganda - ha
dejado de estar en la lista al haberse alcanzado acuerdo para su financiación.
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