Que cosas dice Jezabel Moran
- la flamante consejera de obras públicas, - a quien la va a tocar lidiar con
un marrón, del que no va a ser fácil nos olvidemos cántabros. Incluso con el
empeño del presidente Miguel Angel Revilla ubicando única y exclusivamente en Miguel
Angel Diez – antiguo responsable de las obras publicas de Cantabria - la
totalidad del robo de más de tres millones de euros, y de paso justificar - si
cuela - la crisis política de la consejería, que hasta la fecha, se ha llevado
por delante al consejero Gochicoa y a su
director general.
Dice que llega cargada de responsabilidad,
por “localizar los puntos débiles que tiene la consejería, a la hora de
conceder las obras”. Y lo dice en una unidad administrativa, cargada de
funcionarios y procedimientos pautados, que vienen de lejos, y solo ahora
violentados por una sola persona y más de diecinueve empresas favorecidas. De
verdad piensa que los cántabros nos lo creer.
Vale que el juzgado
finalmente pondrá orden en tanto desatino, pero mucho me temo que los
cántabros, no van a esperar años y años para ver como ocurrió, quien se lucro y
de quien fue la responsabilidad penal y política del asunto.
Estamos a puertas de las
elecciones autonómicas y municipales, y claro, ahora toca justificarse con
grandes palabras, disculpas a toda pastilla y actos de contrición rodeados de
intenso dolor, y propósito de enmienda para no volver a fallar, pero según mi
opinión no basta con eso.
Incluso no basta, con un
juego de palabras pidiendo “perdón por quien robó, por quien dio, por quien
consintió o por quienes callaron", un trabalenguas absurdo para apelar a
la “ética con mayúsculas”, en unas administraciones que según dicen algún que
otro funcionario de hacienda, es solo la punta del iceberg.
No ha estado mal de todo las dimisiones, con que nos ha
obsequiado el PRC, y digo el partido regionalista, porque el PSOE lleva de
perfil desde el primer día que se produjo el robo en las obras públicas, un
silencio sepulcral solo interrumpido en algún que otro momento, como cuando se
hizo pública la lista de empresas favorecidas, una reacción solo para el
periódico, porque, que se sepa, en el consejo de gobierno están más callados
que un muerto, esperando el mejor momento para decir y hacer, aunque ya será
tarde.
Pero volvamos a la señora
Moran, sus justificaciones y el apoyo como siempre exagerado del presidente
Miguel Angel Revilla. Vale que es de bien nacidos ser agradecidos, pero dejar
como causa justificadora de la falta de vigilancia en la obra pública del señor
Gochicoa, a la pandemia y la guerra de Ucrania, no tiene ni un pase por mucho
que la legislatura, haya tenido dificultades. Consejerías en Cantabria son
nueve, sino recuerdo mal, y no creo que todas se hayan dedicado a la guerra y a
la pandemia.
Dice Revilla que “por la
codicia de una persona, han pagado justos por pecadores”, convirtiéndose en
defensor de la plantilla de funcionarios, de su trabajo, incluso de la imagen
ejemplar de la consejería. Y digo yo, que no es necesario tanta protección de quien
tiene la responsabilidad política directa en lo que esta pasando.
Que por mucho que le disguste,
las actuaciones de las consejerías del PRC siempre han sido con su
conocimiento, según ha dicho en reiteradas ocasiones, por lo tanto ya vale de
grandes palabras, que cada político aguante su vela, y asuma su
responsabilidad, devolviendo el dinero que han robado a todos los cántabros,
empresas incluidas, y menos normalizar a todo gas la obra pública, al menos con
las empresas mangantes como si no hubiera pasado nada.