Prometo no volver a discutir con mi mujer sobre los pinchos de feria, no merece la pena. Estoy convencido que no la voy a convencer, y discutir, para na, ya se sabe…Resulta que ella me dice una y otra vez que los pinchos de feria no debían ser de menor tamaño, y por su puesto de peor calidad y presencia de los que habitualmente – en muchos casos los mismos – que se venden en el establecimiento habitual.
Y dale y dale con el soniquete de que los pincheros se están forrando y que eso les obliga a tratar sus productos sin merma alguna en calidad y cantidad.
Yo por mi parte intento explicarla que 2,50 euros por un pincho y una cerveza no cubre el gasto del producto por lo tanto deben ser mas pequeños – en lo de la presencia y calidad coincido con ella – que los pincheros, habrán hecho amplios estudios de coste para que les cuadre el precio pactado, pero da igual cuando casi la tengo convencida, me sale con lo del numero de pinchos que venden y claro vuelve a refugiarse en el buen negocio que hacen en estos días.
Vamos que no hay forma, lo intentare el año que vienen, por este año lo dejaremos estar, y seguiremos cenando de pinchos aunque nos salga por un ojo de la cara.