La Confederación Europea de Sindicatos, con motivo del año contra la pobreza y la exclusión social, que ha impulsado la Unión Europea para el año 2010, ha elaborado una declaración, con la que pretende influir en el desarrollo de las campañas, que se van a realizar en los diversos países de la UE durante este año.
Esta llamada de atención, de la CES, lo primero que ha hecho, ha sido denunciar la situación económica de Europa, que a pesar del crecimiento económico medio de la UE-27 del 2,1% en el periodo 2001-2007, no ha resuelto minimamente las carencias que provocan el que tengamos un 16% de personas - 80 millones - en riesgo de pobreza, es decir, personas que viven con menos del 60% del ingreso medio de los hogares europeos.
Para la CES, la principal causa de esta situación, se encuentra en la precaria y mala calidad del empleo, un empleo que durante el periodo 05/07 fue capaz de crear la nada despreciable cifra de 6,5 millones de nuevos trabajos, aunque mas de la quinta parte lo fueron con contratos a tiempo parcial. Un claro oscuro, cuyo efecto no ha hecho posible, acabar con el incremento de la contratación temporal que creció en mas de 10 millones de contratos, y que a la postre solo ha consolidado los 31 millones de europeos que tienen salarios de miseria y los 19 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza.
A esta situación descrita, hay que unirla, como dice la Confederación Europea de Sindicatos, el constante cierre y deslocalizacion de empresas, los recortes que en gasto social están haciendo los estados europeos, la preocupación por los futuros jubilados, especialmente aquellos que tienen una parte significativa de su pensión en sistemas privados,- hoy mas que nunca en riesgo debido a la crisis bancarias - o ese afán de los gobiernos europeos por bajar los impuestos a favor de las empresas y que en buena medida es la causa del recorte del gasto social.
Con estos mimbres lo único que cabe como respuesta sindical es la movilización social, que para el CES camina en dos frentes. La defensa de la protección social, y el empleo, dos frentes que se complementan y que necesitan ser cada vez mas reivindicados por todos los sindicatos que operan dentro de la Confederación.
La lucha contra la pobreza no es solo proporcionar la limosna inmediata, sino trabajar paralelamente en la consolidación y la mejora de los sistemas de la protección social, hay que rehabilitarla como agente económico, y no solo como gasto social.
Porque, factor económico es la aportación que hace el trabajador a la economía del estado, una aportación que revierte de forma inmediata en jubilaciones, gasto sanitario, atención a los mayores y jóvenes, en la conciliación de la vida laboral y familiar, en el desempleo, y en otras muchas prestaciones, que también crean empleos, mueven la economía, y generan riqueza, por lo tanto, resulta imprescindible ir abandonando el viejo concepto asistencial de “gasto social, para convertirlo en inversión productiva”, solo así responderemos de forma eficaz al objetivo de la lucha contra la pobreza.
Dice la declaración de la Confederación Europea de Sindicatos, que “luchar contra la pobreza es trabajar paralelamente por la calidad del empleo y de los salarios”, y no le falta razón, porque la primera secuela de los pobres es el alejamiento de los circuitos del empleo, un alejamiento que si no se toman medidas cada vez les hará mas y mas pobres, por lo tanto “la interacción entre el empleo, los salarios y la pobreza resulta esencial y justificación de la movilización sindical”.
La Comisión Europea sobre el Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, promotora de la iniciativa también ha pedido la colaboración y el compromiso político de todos los sectores sociales sin excepción, pidiéndoles que se involucren en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, ya sea a nivel europeo o local, en la esfera pública o privada.
Para ello en primer lugar se propone dar la palabra a quienes lo sufren- ellos mejor que nadie saben de sus necesidades y preocupaciones - porque solo así se podrá vincular a la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales en su erradicación.
Esta llamada de atención, de la CES, lo primero que ha hecho, ha sido denunciar la situación económica de Europa, que a pesar del crecimiento económico medio de la UE-27 del 2,1% en el periodo 2001-2007, no ha resuelto minimamente las carencias que provocan el que tengamos un 16% de personas - 80 millones - en riesgo de pobreza, es decir, personas que viven con menos del 60% del ingreso medio de los hogares europeos.
Para la CES, la principal causa de esta situación, se encuentra en la precaria y mala calidad del empleo, un empleo que durante el periodo 05/07 fue capaz de crear la nada despreciable cifra de 6,5 millones de nuevos trabajos, aunque mas de la quinta parte lo fueron con contratos a tiempo parcial. Un claro oscuro, cuyo efecto no ha hecho posible, acabar con el incremento de la contratación temporal que creció en mas de 10 millones de contratos, y que a la postre solo ha consolidado los 31 millones de europeos que tienen salarios de miseria y los 19 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza.
A esta situación descrita, hay que unirla, como dice la Confederación Europea de Sindicatos, el constante cierre y deslocalizacion de empresas, los recortes que en gasto social están haciendo los estados europeos, la preocupación por los futuros jubilados, especialmente aquellos que tienen una parte significativa de su pensión en sistemas privados,- hoy mas que nunca en riesgo debido a la crisis bancarias - o ese afán de los gobiernos europeos por bajar los impuestos a favor de las empresas y que en buena medida es la causa del recorte del gasto social.
Con estos mimbres lo único que cabe como respuesta sindical es la movilización social, que para el CES camina en dos frentes. La defensa de la protección social, y el empleo, dos frentes que se complementan y que necesitan ser cada vez mas reivindicados por todos los sindicatos que operan dentro de la Confederación.
La lucha contra la pobreza no es solo proporcionar la limosna inmediata, sino trabajar paralelamente en la consolidación y la mejora de los sistemas de la protección social, hay que rehabilitarla como agente económico, y no solo como gasto social.
Porque, factor económico es la aportación que hace el trabajador a la economía del estado, una aportación que revierte de forma inmediata en jubilaciones, gasto sanitario, atención a los mayores y jóvenes, en la conciliación de la vida laboral y familiar, en el desempleo, y en otras muchas prestaciones, que también crean empleos, mueven la economía, y generan riqueza, por lo tanto, resulta imprescindible ir abandonando el viejo concepto asistencial de “gasto social, para convertirlo en inversión productiva”, solo así responderemos de forma eficaz al objetivo de la lucha contra la pobreza.
Dice la declaración de la Confederación Europea de Sindicatos, que “luchar contra la pobreza es trabajar paralelamente por la calidad del empleo y de los salarios”, y no le falta razón, porque la primera secuela de los pobres es el alejamiento de los circuitos del empleo, un alejamiento que si no se toman medidas cada vez les hará mas y mas pobres, por lo tanto “la interacción entre el empleo, los salarios y la pobreza resulta esencial y justificación de la movilización sindical”.
La Comisión Europea sobre el Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, promotora de la iniciativa también ha pedido la colaboración y el compromiso político de todos los sectores sociales sin excepción, pidiéndoles que se involucren en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, ya sea a nivel europeo o local, en la esfera pública o privada.
Para ello en primer lugar se propone dar la palabra a quienes lo sufren- ellos mejor que nadie saben de sus necesidades y preocupaciones - porque solo así se podrá vincular a la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales en su erradicación.
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