Yo era un chaval de aquellos que
se ponían en la ventana del Drink Club a escuchar la música del maestro, en
aquella década de los sesenta, un chaval que se movía entre la extraña música
del jazz, y los juegos de la calle a la salida de las escuelas verdes.
He leído de la “burbuja de
libertad y del estandarte de la modernidad” al que ha hecho referencia Miguel Ángel
Castañeda cuando ha escrito sobre el Drink y los hermanos Calderón, tres
artistas - Fernando, Ramón y Juan Carlos - que marcaron época en nuestra tierra
santanderina, y que hoy se referencian en mi barrio del Río de la Pila , un barrio que una y
otra vez se empeña en ser emblema de nuestra ciudad, necesitada de
recuperaciones históricas y de hombres ilustres.
Y Juan Carlos Calderón lo fue por
eso vaya mi apoyo a todas las iniciativas que se puedan adoptar por parte del Ayuntamiento
de Santander y en especial a las que se vinculen al Río de la Pila.
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