El Padre Oliva y Manuel Zaguirre En una emision de radio en Paraguay |
Manuel Zaguirre*
El Padre Oliva es un
jesuita nacido en Sevilla-España que lleva más de 50 años en Paraguay al
servicio de los más pobres, que son allí amplia mayoría, y denunciando los
atropellos y abusos de los más ricos, aplastante minoría.
El Padre Oliva es odiado
literalmente por oligarcas y corruptos, esos que no toleran “que los curas se
metan en política…”, es decir, que denuncien las políticas embusteras y
justificadoras del delito y la corrupción.
Por ello, el Padre Oliva
sufrió represión y exilio en la época siniestra del dictador genocida Alfredo
Stronesner. Y no tuvo siempre la comprensión y el amparo de la cúpula eclesial
paraguaya. Nunca le importó, volvió siempre a su tierra adoptiva y a su querida
gente paraguaya a cuya liberación dedica su vida íntegra.
Si tomamos como
referencia la magnífica película “La Mision”, el Padre Oliva sería una fusión
completa de los jesuitas que interpretaban Jeremy Irons y Robert de Niro.
El Padre Oliva tiene un
programa radial de lunes a viernes en “Fe y Alegría”, la emisora de la Compañía de Jesús que se
escucha en todo el Paraguay. Siempre que estoy allí me dedica un gran espacio.
A veces todo el espacio disponible, Y llama la gente a debatir con el Padre o
el entrevistado. A veces he entrado en su programa por teléfono desde España.
El Padre Oliva ha
trabajado incansablemente, proféticamente, por la unidad de las fuerzas
progresistas ante las Elecciones Presidenciales y Parlamentarias del pasado 21
de Abril. Su división ha confirmado, tristemente, lo esfuerzos y la lúcida
visión del Padre Oliva.
El Padre Oliva no me ha
entrevistado esta vez en “Fe y Alegría” con ocasión de mi estancia en Paraguay
como observador internacional ante las elecciones. Me han entrevistado
sustitutos y amigos de él y mios: Pedro Parra y Raul Montero. Porque el Padre Oliva está hospitalizado desde hace
algún tiempo atacado por el maldito mosquito del dengue, una plaga que se
ensaña contra los pobres y sus difíciles condiciones de vida y salubridad.
Fui a visitar al Padre
Oliva al hospital unos minutos. Estaba abatido pero su mirada era intensa y
viva, como siempre. Y le salía aún el acento andaluz al hablarme de sus
inquietudes y esperanzas sobre el futuro
de Paraguay. Y rugía literalmente para que los líderes de las fuerzas
progresistas se unan cuanto antes tras las elecciones ya que no fueron capaces
de hacerlo antes…
El Padre Oliva pasa con
holgura de los 80 años y está acompañado
permanentemente en el hospital por gentes sencillas que le quieren de verdad,
muy jóvenes algunas de ellas.
El Padre Oliva es un
ejemplo a imitar de coherencia y autenticidad de vida en este universo de
mediocridad y vacío que pretenden que asumamos como inevitable.
*Militante de USO y
SOTERMUN (Abril 2013)
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