Según quien ponga la música
Cantabria va bien o va mal, la canción de todos los meses, este vez coincidiendo con el pleno del parlamento regional donde el Presidente Ignacio
Diego se adelantaba a la estadística con el claro interés de descalificar a
quienes con toda seguridad se apuntan a el Cantabria va mal.
Pero mas allá de lo de siempre,
la realidad es que en este mes de noviembre se han apuntado al desempleo 1.040
trabajadores mas que en el mes anterior, para con ello llegar a los 55.718
parados y registrados, una cifra que se ha venido incrementado todos los meses
desde el pasado septiembre, fecha de inflexión donde parecía que entrábamos en
una estrecha senda de recuperación.
La realidad es tozuda y por más
que se extrapole los datos a periodos anuales donde se encuentra testimonialmente
cierta rebaja - 0,18% - lo cierto es que se sigue destruyendo empleo sobretodo
en las empresas medianas y pequeñas que caen sin capacidad alguna de
recuperación.
Mi experiencia como mediador del
Orecla así me lo indica, en el año 2010 las mediaciones en las que participe
por despidos eran del 23% del total de las reclamaciones, al año siguiente este
ratio creció un dos por ciento, siendo en
el 2012 del 35%, y en este año que ahora termina la tasa de despidos alcanzara
el 42%.
Quizá como respuesta a esta
persistente situación, el gobierno regional ha tendido la mano a los sindicatos
para impulsar el dialogo social, una iniciativa loable si se hace desde una
voluntad negociadora y sobretodo con
recursos económicos con los que pactar, aunque después de las experiencias
pasadas mas suena a un nuevo brindis al sol, que a una negociación de futuro,
pero tiempo al tiempo.
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