Es la hora de las promesas, el
momento de contar a los cántabros que va a ser de nosotros en los próximos
cuatro años, promesas y mas promesas que esta vez se ven aderezadas por la
aparición en escena de nuevos contendientes, el PRC y VOX que se afanan, desde
posiciones diferentes, en ofrecernos propuestas “salvadoras”.
El regionalismo con iniciativas
nada novedosas, y empeñando su compromiso libre de las ataduras de los partidos
nacionales, al menos hasta que se celebren las elecciones autonómicas no vaya a
ser que necesite de alguno de ellos para que siga gobernando Miguel Ángel
Revilla, que entonces ya veremos, y Vox
con las esencias rancias de un tardo franquismo perfectamente superado por el
devenir de la democracia.
Y como prometer cuesta poco,
quizá sea el momento de recordar principalmente al PSOE los compromisos que adquirió con los cántabros
con motivo del frustrado debate de presupuestos nacionales, y al PP que durante
meses nos estuvieron bombardeando de promesas y recetas salvadoras por parte
del ínclito Iñigo de la Serna, dos partidos que hicieron del “tu mas” la estrategia
central en los últimos meses de legislatura.
Como no recordar, el debate sobre
la financiación del Hospital Marqués de Valdecilla, los
famosos 22 millones de euros para 2019, o la revalorización de las pensiones para
más de 126.000 cántabros, o la supresión del copago farmacéutico a los
pensionistas, que en el caso de nuestra región iba a beneficiar a 95.557 el 18,49%
de la población, promesas que todavía colean y que son fruto de oferta electoral
como estamos viendo en estos días.
Algunas otras promesas sí que
parece han quedado resueltas por los últimos consejo de ministros en los
“viernes sociales”, compromisos que en el debate político regional también
ocuparon su espacio y que es justo recordar, por ejemplo la cotización de las
cuidadoras y cuidadores no profesionales a la seguridad social, el subsidio de
desempleo para los mayores de 52 años, del que se están beneficiando unos 1.543
cántabros, o el premiso de paternidad entre otros, iniciativas no exentas de
bronca política pero que ya formaban parte de la agenda del gobierno.
Pero quizá el mayor
debate político y con ello las mayores promesas de los partidos a los cántabros
fueron las vinculadas a la política de infraestructuras en carreteras y
ferrocarril. El ex delegado del gobierno y hoy candidato socialista a
presidente de Cantabria Pablo Zuloaga, lo primero que hizo nada más tomar
posesión del cargo, fue presentar una lista a modo de resumen de lo mucho que
perdíamos los cántabros al no prosperar los presupuestos nacionales, 83,1
millones de euros en inversiones en carreteras que afectaban a la A – 67 en los
ramales de acceso al puerto de Santander y Sierrapando – Barreda, y otras obras
de mucha importancia local.
Con la aparición del
PRC en escena el debate sobre ferrocarriles está cogiendo mas auge si cabe,
principalmente por el impulso al ferrocarril con Bilbao, un debate que siempre
ha estado cruzado con el AVE a Reinosa y que no acaba de estar claro al menos
el momento de su ejecución. Me llama la atención que esta propuesta ferroviaria
al país vasco no haya sido incorporada en los dos planes de desarrollo regional
que hoy están en debate político, uno de ellos elaborado a instancia del
Gobierno Regional y otro por la CEOE de Cantabria, en ambos se pasa de soslayo
esta apuesta regionalista que según dice el PRC goza de todos los beneplácitos
del Partido Nacionalista Vasco en el Gobierno Autonómico.
Lo que si fue fruto de
compromiso político y que esperemos se cumpla
- al menos por el PSOE – es la inversión mínima de 85,5 millones, en ferrocarriles
para diversas obras y especialmente en la que afecta a la alta velocidad entre
Palencia y Nogales-Aguilar-Reinosa.
Pero esto no ha hecho más
que empezar hoy son elecciones al parlamento nacional, mañana lo serán al
parlamento regional, municipal y europeo, dos meses llenos de discusión política
y enormes necesidades en múltiples materias, pero con una asignatura pendiente,
definir el papel que juega nuestra región en el conjunto del estado español y
en la Unión Europea, asignatura que requiere de fuertes consensos entre los
partidos políticos y fuerzas sociales de Cantabria, instrumentos para apoyar el
consenso parece que existen con las propuestas de desarrollo estratégico
elaboradas por el Gobierno y CEOE hasta el año 2030, voluntad para ello se la
presume, veremos si son capaces de consensuar una estrategia de mínimos y
arrancar de una vez por todas hacia el camino tan cacareado del nuevo patrón de
crecimiento regional.
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