El reportaje de Zigor Aldama en el Diario Montañés retrata la evolución del presidente argentino, entre el ajuste implacable y la necesidad de estabilidad política
Antonio Saiz
Pi
El reciente
reportaje de Zigor Aldama ofrece una mirada lúcida y bien articulada sobre la
evolución política y personal de Javier Milei, el presidente argentino que
llegó al poder envuelto en una ola de furia antisistema y promesas de ruptura.
Aldama pasa revista a un liderazgo que, tras un año de vértigo y confrontación,
comienza a descubrir los límites de la radicalidad y la importancia de cierta
moderación para garantizar la gobernabilidad.
De la
motosierra al cálculo político
Las últimas
elecciones han otorgado a Milei una segunda oportunidad. Sin embargo, más que
un voto de confianza en su gestión —caracterizada por medidas económicas
durísimas—, parece haber sido el resultado de la falta de propuestas y
liderazgo en la oposición. El reportaje de Aldama expone con claridad los
efectos de la inestabilidad: precariedad laboral, incremento de la pobreza,
recortes en el sector público y ajustes que, aunque dirigidos al saneamiento de
la economía, han tenido consecuencias sociales profundas, llegando en algunos
casos a rozar la hambruna.
Aquel Milei
que blandía la “motosierra” como símbolo de su voluntad de recorte ha dado paso
a un presidente que busca respaldo internacional y nuevas fórmulas de
financiación. Según Aldama, su gobierno cuenta con el apoyo de Donald Trump,
quien habría prometido 40.000 millones de dólares a cambio de su victoria,
mediante la compra masiva de pesos argentinos. “¿Qué pasará si deja de
hacerlo?”, se pregunta el periodista, dejando abierta una interrogante que
resume la fragilidad de la actual economía argentina.
Cuentas
ordenadas, vidas desordenadas
Aldama
recoge cifras que ilustran el contraste entre la aparente estabilidad
macroeconómica y la realidad social: 14 millones de pobres, 6,9 % de pobreza
extrema y una renta media de 810 euros mensuales. Como subraya el reportaje,
“Argentina puede tener las cuentas en orden, sí. Han solucionado los problemas
de inflación y déficit, pero eso no significa que se viva mejor”.
El papel de
los sindicatos —aún contenidos, pero con capacidad de movilización— es clave en
este escenario. Hasta ahora han apoyado las reivindicaciones de jubilados y
desempleados, pero si el poder adquisitivo de los trabajadores continúa
deteriorándose, el peronismo podría recuperar protagonismo y sacar a la calle
una respuesta social más contundente frente a las políticas de ajuste.
Una alianza
impredecible
El reportaje
de Zigor Aldama invita a la reflexión y merece ser releído con el paso del
tiempo. La pareja política que conforman Milei y Trump representa una ecuación
de alto riesgo e imprevisibilidad. Hoy, más que nunca, el rumbo económico y
político de Argentina parece depender de que el expresidente estadounidense
cumpla sus promesas. Porque Milei, tras un año de motosierra y recortes,
empieza a descubrir que la gobernabilidad no se sostiene solo con tijeras, sino
también con acuerdos, tiempo y mesura.

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