Han sido años difíciles, que han tenido a los gobiernos paralizados y/o centralizados en una “economía de guerra”, más mirando a la supervivencia, que a la gestión de progreso que se le presume dedicación, a quien gobierna cualquier espacio de la administración.
Pero, en cualquier caso, corresponde a la ciudadanía echarle un vistazo a la gestión política, de quienes se presentan a las elecciones en Cantabria, desde la generosidad para con quien ha gobernado en dificultades, y ahora se vuelven a presentar, tanto en el ámbito autonómico como municipal.
En este escrito, pretendo hacer balance de la gestión del consejo de gobierno - PRC/PSOE - entresacando los compromisos que los llevo al cargo y lo realmente ejecutado, por si pudiera ayudar al recuerdo y de paso, echar una mano al 28 de mayo próximo.
Y empezando por el final, no cabe duda de que la corrupción en la obra pública va a ocupar un amplio espacio en los debates electorales, imposible de silenciarlo, por más que se empeñe el gobierno regional. Mucho me temo va a pesar sobre el voto de los cántabros, que no acaban de creerse que solo un funcionario de alta dirección haya podido contratar con diversas empresas de la región, y con ello obtener beneficios millonarios.
El pacto de gobierno que suscribió el PSOE y el PRC, según mi opinión, ha estado sometido a muchas tensiones externas, que han provocado dificultades y con ello retrasos en la ejecución de los compromisos electorales, que a estas alturas deberían estar ejecutados o muy avanzada su ejecución. No obstante, en el haber de su actuación caben destacar leyes como la de Ciencia dotada de partida presupuestaria para los próximos cuatro años, la del Juego que viene a poner orden en la instalación de los salones de juego que estaban proliferando de forma indiscriminada, la de Pesca aprobada por unanimidad de toda la cámara, la del Suelo PROT, no exenta de fuertes debates y la oposición del PP y Vox, que incluso usaron algunos alcaldes para justificar la crítica en sus municipios, y la que debería ser complemento de la ley del suelo, la de Vivienda que al final quedo pendiente de aprobación. Cabe destacar las leyes de LGTB y la de Memoria Histórica que tampoco contaron con la unanimidad parlamentaria.
Entre los retrasos y enredos más destacados de este gobierno, se encuentra la política medioambiental, que está sufriendo demoras y broncas políticas, con los ayuntamientos y organizaciones ecologistas, el Polígono de la Pasiega, que desde hace años viene ocupando espacio prioritario en las propuestas del partido regionalista, y moviéndose con lentitud extrema en su ejecución, y ya puestos la famosa reindustrialización de la que se presume por parte de todos los gobiernos, y que no hace más que llenar folios y folios con Planes de Reindustrialización, que no van a ningún sitio, y cuando parece que se abren expectativas como ocurrió con la mina del cinc, va y resulta que no merece la pena su extracción.
Pero el gobierno tan poco se ha quedado corto a la hora de vender humo durante esta legislatura que acaba. El diario montañés un día sí y otro también, ha venido llenado páginas con propuestas y discusiones que no iban a ningún sitio, al menos a corto y medio plazo, por ejemplo, el trenuco a Bilbao, el AVE a Reinosa, La Lechera de Torrelavega, el lobo y la ganadería en general, siempre sometida a las decisiones de la Unión Europea donde Cantabria por lo visto pinta muy poco, el empeño por mantener partidas presupuestarias estables para el Fondo de Cooperación Municipal, siempre escaso y las buenas intenciones de la consejera de la presidencia empeñada en sacar de la chistera “cosas” para frenar la despoblación rural, todo propuestas y mensajes, que han servido más para la galería, que para el ciudadano.
Por lo que respecta a la evolución del empleo y su calidad poco que decir, al gobierno regional le han salvado los muebles las reformas laborales entre otros acuerdos, que han tenido efectos positivos sobre el empleo y la contratación de la cual puede presumir la consejería correspondiente.
La contratación indefinida causada por la nueva ley, ha supuesto reducir la tasa de desempleo a un diez por ciento, muy cerca de esa cifra de pleno empleo que suele contabilizarse en el ocho por ciento. De no haberse producido tan espectacular reforma, las tasas de desempleo y la creación de puestos de trabajo en la región, se hubiera mantenido en las cifras del diecinueve por ciento con la que se inició la legislatura.
Por lo que respecta a la sanidad, el balance no puede ser positivo, las listas de espera no hacen más que crecer superando las del año 2019 en mas de cinco mil pacientes, alcanzando la cifra de unos 15.500 que esperan su turno para intervenciones quirúrgicas, a la que se debe incorporar, la falta de médicos para la atención primaria donde también se acusan retrasos importantes en las primeras consultas.
Menos mal que siempre nos quedara el turismo floreciente - según parece – y al que están dedicando buena parte de los presupuestos regionales. Entre otros el Museo de Prehistoria y Arqueología Mupac después de tres años de retraso, el Centro de Arte Rupestre de Pueste Viesgo y las inacabadas obras e impulso internacional de la Fundación Comillas que durante esta legislatura ha estado bajo mínimos.
