Que a los empleados públicos de la región se les debe
dinero y días libres - con que fueron supuestamente pagados atrasos y
actualizaciones salariales – nadie lo pone en duda, que fue precisamente el PP
quien metió la mano en el bolsillo de los funcionarios tampoco, entonces a que
viene que de rebote se vaya apuntar un “tanto” con una moción parlamentaria
claramente presentada por intereses electorales.
Esta más que claro, que si no hubiera sido por las deudas
a los funcionarios, iniciativas presentadas por interés electoral, no hubiera
llevado más que el desprecio, entiendo, por parte al menos de Podemos, en el
caso de Ciudadanos no lo tengo tan claro, por eso está muy bien que quienes han
votado la moción, le hayan dejado clarito a los populares, que sus votos son estrictamente
a favor de los empleados públicos, y que las propuestas del PP, siempre estarán
a revisión a la vista de lo actuado en los últimos cuatro años de su mayoría
absoluta popular. Monumento a los Caídos en el Este, a las deportaciones de polacos a la Unión Soviética
7 oct 2015
En el PP,no se lo creen ni ellos
Que no cunda el ejemplo, no vaya a ser que el PP se
confunda y piense que Podemos, va a cerrar filas con ellos a la hora de votar
en el Parlamento de Cantabria.
5 oct 2015
Apartado 9º.- Haciendo memoria “Así empezó todo” El primer Plan de Empleo Regional
En
el mes de abril de 1990 se firmo el primer Plan de Empleo Regional entre el Gobierno
de Cantabria presidido por el siempre polémico y discutido Juan Hormaechea Cazón,
los sindicatos UGT, CCOO y la patronal CEOE, un plan de empleo que nació
enfrentado a una enorme polémica con los partidos políticos y con la USO, que se
vio obligada a recurrir a los tribunales, entre otros, la aplicación de proporcionalidad
en el reparto de las subvenciones con que estaba dotado.
Juan Hormaecha Cazon Presidente de Cantabria y vaya que Presidente |
Las
relaciones políticas de aquel entonces eran de bronca diaria, por una parte, el
personalismo que ejercía Hormaechea a la hora de hacer política, que traía a
los partidos principalmente PSOE y PRC por la calle de la amargura, incapaces
de ganarle en la batalla del voto, y por otra los sindicatos mayoritarios que
hábilmente se aprovechaban de la situación apoyando con su firma, un plan de
empleo que para la imagen de Hormaechea resultaba vital, evidentemente a cambio
de una muy buena inyección económica.
Cuando
la USO afronto esta demanda judicial, era consciente de la utilización que iban
hacer los partidos políticos, y mucho más si al final se nos estimaba aunque
fuera parcialmente - como así fue - pero nosotros no podíamos más que correr
ese riesgo de manipulación, si no queríamos que los dineros públicos, todos los
dineros, fueran a caer en manos de los sindicatos UGT, y CCOO, no hacerlo,
hubiera supuesto abrirles la puerta por la que recibirían, año tras año un buen
chorro de dinero.
Paralelamente
a la demanda judicial pusimos en marcha un proceso de negociación con los
partidos políticos del parlamento, para que fuera en ese marco donde se
negociara el plan de empleo y revisara la concesión de las ayudas económicas a
los sindicatos, iniciativa que enseguida fue asumida por todos, incluso por la
CEOE que hasta la fecha había estado con un silencio mas que prudente.
Con
la solicitud de paralización cautelar, el juzgado en apenas treinta días, lo dejo
sin efecto, y con ello a la toda poderosa comisión de seguimiento que se había atribuido
capacidad infinita para distribuir los recursos económicos a la carta, la
oferta pública de empleo - que sin duda hubiera provocado un coladero para los
afiliados a los sindicatos firmantes - y la partida económica destinada a la
formación profesional y el reparto de los hogares del productor.
Jaime
Blanco en nombre del PSOE, no tardo mucho en ofrecer a los sindicatos firmantes
la colaboración de su partido para llevar al debate del plan de empleo a
los presupuestos regionales, bien por
vía de enmiendas, o por consenso a través de un nuevo plan, ofrecimiento que fue
rechazado por los sindicatos, y por el Consejero de Industria Gonzalo Piñeiro,
medio escondido en la contradicción de impulsar el plan o quedarse al margen
hasta que la resolución judicial saliera, al final el consejero tiro para
adelante, atropellando con ello a la USO que se vio obligada a pedir
oficialmente su dimisión, ante el grupo
parlamentario popular que amparaba a Hormaechea en aquel momento, dimisión que
fue contestada por Piñeiro reclamando
ante los tribunales una indemnización de 100.000 pesetas diarias por cada uno
de los días que el plan estuviera parado, dos millones a la fecha que el
juzgado resolvió.
Gonzalo Piñeiro Consejero de Industria |
La
sentencia definitiva no tardo en salir y en apenas cuatro meses, el ponente del
tribunal Francisco José Navarro Sanchis estimo parcialmente nuestra demanda y
reconoció nuestro derecho a participar en la formación profesional, a percibir
patrimonio sindical y subvenciones proporcionalmente a la representación
sindical, lo que no estimo fue la participación del sindicato en la comisión de
seguimiento, que como estaba previsto tomo decisiones graves que tuvimos que
recurrir judicialmente con sentencias diversas.
Esta
sentencia judicial, fue decisiva para la defensa de nuestros derechos, también
en otras comunidades autónomas, se
trataba de la primera sentencia dictada por un Tribunal Superior de Justicia, a
nuestro letrado Francisco Rosales Cuadra se le debe este magnífico triunfo
sindical, que produjo un antes y un después para los temas de subvenciones
económicas a los sindicatos.
Y
después de tantos años de diálogo social - demasiadas veces ineficaz - por fin
en Cantabria los pactos de concertación van a estar regulados por una Ley,
enhorabuena por ello, y a esperar que el parlamento regional apruebe la ley que
obligue al Gobierno Regional de turno a negociar la concertación con CEOE, CCOO
y UGT, ley que le costo el cargo de Secretario General a mi amigo Nacho Pérez
de la UGT empeñado en sacar adelante un pacto regional que pusiera fin a los
condicionantes que año tras año (a la fecha más de 25 años) se daban en estas
negociaciones y acuerdos.
La conflictividad social en Cantabria, la
crisis económica y la reindustrialización
Que
los sindicatos teníamos problemas a la hora de ponernos de acuerdo entre
nosotros no es ninguna novedad, lo es ahora y lo era antes, incluso cuando los
problemas nos llegaban al cuello. Esa era la situación que vivíamos los
sindicatos de Cantabria ante la convocatoria de la Huelga General del 12 Marzo
de 1992, huelga general en la que todos coincidíamos, pero en la que fuimos
incapaces de ponernos de acuerdo.
La
USO situó perfectamente las causas que la motivaban. La necesidad de un plan
industrial de ámbito regional, que resolviera la grave crisis que estábamos
padeciendo principalmente en el sector de la industria, pero también en la
ganadería y en el sector de los servicios, crisis que cerraba empresas sin que
pareciese tuviera fin, y lo que es peor, sin alternativas y propuestas por parte
del gobierno regional y los partidos políticos.
La
USO intento el acercamiento a UGT y CCOO
convencido de que la huelga abría una
larga pelea sindical en el tiempo - como así fue - pero de nada sirvió, la cola
de la manifestación fue lo único que nos ofrecieron - una vez más – acompañada
de la consabida ración de prepotencia y soberbia de la que hacían gala los
sindicatos mayoritarios, arrogancia imposible de asumir, y que a la postre
provocaría la celebración de cuatro manifestaciones – dos en Santander y dos en
Torrelavega – para una jornada de huelga general con propuesta similares, solo separados
por el afán de protagonismo de los “mayoritarios”.
Al
final USO, CSI-CSIF, SU, CGT, STEC y FSIE, convocamos unitariamente, mientras
que UGT y CCOO lo hicieron por separado, aunque el esperpento donde se pudo
comprobar con mas crudeza fue en las manifestaciones, por la mañana en
Torrelavega, desfilando en paralelo, con evidente descontento, y por la tarde en
Santander también en dos manifestaciones por el mismo itinerario con media hora
de distancia, para al final unos finalizar en Plaza de Pombo y otros frente a
la Delegación del Gobierno. Esta sin razón, no empaño el efecto de la huelga
y el
Gobierno Regional de Juan Hormaechea y los partidos políticos, tomaran
buena nota, llevando al parlamento regional a través del PRC una interpelación que
instaba la elaboración de un “plan de reindustrialización, lo mas consensuado
posible”, a instancia del Consejero de Industria de aquel entonces, Francisco
Pernia.
Y
asi, con mucho ruido, acusaciones de oportunismo, de confrontación política, se
mantuvo durante todo el año 1992, por nuestra parte apostamos muy fuerte a
favor del Parlamento de Cantabria como marco de negociación, incluso llegamos a
firmar un Acuerdo para la elaboración del Plan Industrial, entre los diputados
José Antonio Arce Bezanilla del Partido Popular, Miguel Ángel Palacio por el
PSOE, Rafael de la Sierra del PRC, Antonio Saiz Pi por USO y José Jiménez
Blázquez de CSI – CSIF.
UGT
y CCOO desplegaron toda su batería, escasamente diplomática, para confrontar
con esta iniciativa, en primer lugar contra el PSOE a quien acusaron de tener
manía persecutoria a Hormaechea, a los sindicatos especialmente a la USO y al
resto de los partidos, aunque en ello les fuera perder de vista la realidad de
crisis industrial y económica en que vivía la región.
Pronto
las contradicciones en el Partido Popular se harían muy patentes, de una parte el
Consejero de Industria Pernia, elaborando el plan de reindustrialización - que
no contaba con el concurso del presidente Hormaechea - y de otra
el Diputado José Luis Vallines, poniendo cataplasmas a una relación que
ya estaba muy deteriorada, al final, el consejero de industria anuncio la
inclusión de una importante partida económica en los presupuestos de aquel año
1992, condicionada al acuerdo entre el gobierno y sindicatos mayoritarios, solución
final que no contento a nadie y dio carpetazo a la propuesta que USO y CSIF
habíamos hecho en el parlamento con los partidos políticos.
Pero
no hay dos sin tres y en el verano de 1992, visto que Hormaechea no se ponía a la faena en la
elaboración del Plan de Reindustrialización los sindicatos mayoritarios y
partidos políticos de la oposición, iniciaron nuevas movilizaciones que fueron atajadas
por el presidente haciendo responsable
directo de la situación al gobierno socialista central, quien a su vez recordó las
atribuciones de las autonomías en materia de industrialización y la dotación
del Fondo de Compensación Ínter territorial con unos 1.290 millones de las
antiguas pesetas.
Y
por fin se sentaron a la mesa regional, casi un año después de la huelga
general todos excepto el PP y CEOE, que quedaron a la espera de un informe de
la Universidad de Cantabria, decisión que no ayudo nada y que el PSOE aprovecho
para hacer también mutis por el foro y vuelta a empezar,, nuestro sindicato dio
por cerrado este triste episodio publicando un articulo “Una Concertación
Social a la carta” en el que denunciábamos los despropósitos e incoherencias en
un momento grave de nuestra economía
regional, reivindicando la puesta en marcha del Consejo Económico y Social
constituido legalmente pero no dotado de medios para su funcionamiento.
Los Planes de Desarrollo Regional y
la Unión Europea
Durante
algún tiempo estuvo reuniéndose la “mesa de crisis” en el parlamento regional sin
que alcanzara acuerdos de importancia, reuniones y pactos políticos que quedarían
relegados a los Planes de Desarrollo Regional, como era de esperar, el
Presidente Hormaechea se volvió a quedar solo en la elaboración de estos
planes, frente al gobierno central – único legitimado para presentarlos ante la
Unión Europea - y lo que debió ser propuestas unitarias de toda la sociedad
Cantabria ante el gobierno central, se
convirtió una vez más en confrontación, por lo que se perdió el reconocimiento
de Objetivo 1 para Cantabria y con ello pérdidas cuantiosas en nuevas
inversiones.
Y
vuelta a la manifestación, el 25 de noviembre 1993, con movilizaciones a nivel
nacional y especialmente en Cantabria, donde la crisis económica y su
repercusión en la industria se estaba llevando por delante muchas empresas, los
sindicatos volvimos a marchar separados, esta vez UGT y CCOO centraron su
convocatoria en Santander, mientras que USO, CSI-CSIF, FSIE y SITAS, lo hicimos
en Torrelavega, saliendo a la calle para recriminar con fuerza también el
comportamiento de los sindicatos mayoritarios que se permitían el lujo de
manifestarse contra la política económica del gobierno regional, a la vez que
le legitimaban, manteniendo operativa la mesa de la concertación social.
Especialmente
activos en la convocatoria de la huelga estuvieron los compañeros de
Torrelavega, especialmente Juan Carlos, escribiendo un artículo de prensa “El
declive del Besaya”, que anunciaba el fuerte impacto sobre el empleo que iba a
tener las reformas laborales especialmente sobre la industria. La huelga
general en todo España fue un éxito, y ello a pesar de las contradicciones que
el gobierno socialista metió en la convocatoria, calificándola de política incidiendo
con ello sobre su sindicato “hermano” la UGT.
Cantabria
se convirtió en la segunda comunidad autónoma en mayor seguimiento de la huelga
con una participación del 98 por ciento, reconocido por la CEOE, aunque como
era de esperar lo imputo a la “acción coactiva de los piquetes”. 25.000
ciudadanos nos dimos cita en la Plaza de Pombo donde los tres secretarios
generales le pedimos al gobierno de Felipe González que rectificara su reforma
laboral por inútil ante crisis económica.
26 sept 2015
Estocadas, las que hagan falta
Plaza de Toros de Ronda |
7 sept 2015
Apartado 7º.- Haciendo memoria “Así empezó todo” Las adhesiones a la USO
En
el transcurso de los años al sindicato, se le unieron diversos colectivos y
sindicatos de trabajadores, que ampliaron la afiliación a la vez que aportaron
dirigentes y pensamiento ideológico para el desarrollo de la organización en
Cantabria, compañeros que no solo hicieron más grande al sindicato, sino que de alguna manera le “obligaron” adaptarse a nuevas
situaciones, tanto para los que se incorporaban como para los que, les
recibíamos.
Si
tuviéramos que poner orden a esta relación de colectivos y sindicatos,
tendríamos que situar al SOAS (Sindicato Obrero Autogestionario de Solvay),
como primer referente de ello. Este sindicato de ámbito de empresa se integro
en el año 1978, después de haber concurrido a las primeras elecciones
sindicales en la empresa Solvay, con un magnífico resultado de cuatro miembros
en el comité de empresa, compitiendo con UGT, CCOO y la propia USO que solo obtuvo un representante.
El
SOAS estaba dirigido por los compañeros Cesáreo Sotorrios y Juan Carlos
Gutiérrez Torre quienes a su vez estaban vinculados a HOAC y más en concreto al
Movimiento Obrero Autogestionario.
Julian Gomez del Castillo |
Sus
interlocutores de USO fueron Álvaro Oreña, Ángel Méndez y Rufino Castañeda,
ellos como ya comente anteriormente, no solo compartieron el importante momento
de la integración sino fueron entre otros, los orígenes de la USO en la Comarca
del Besaya.
Prácticamente en el mismo momento de la
integración del SOAS a la USO, se produjo en Solvay una de las mas importantes movilizaciones
sindicales, que puso a prueba la coincidencia de estrategia y de acción
sindical de ambas organizaciones, una huelga de 41 días por la que se
reivindicaba entre otras cosas, la homologación de salarios y condiciones
laborales y sociales, entre las diversas
plantas de Solvay en España, conflicto que requirió de estrategias unitarias
y que cerraron todavía mas la unidad sindical, entre amabas organizaciones.
Juan Carlos recordaba con enorme cariño
la solidaridad de los trabajadores de
Cantabria durante el conflicto “nos
enviaron dinero que ayudo mucho a nuestra pelea sindical” y que fue reintegrado
a la bolsa común para que otros trabajadores en otros conflictos se pudieran
apoyar, conflicto que duro demasiado y que requirió de estrategias novedosas
para los “nuevos sindicatos”.
Jose Luis Lastra LLata |
Traer a la memoria de USO este pasaje tiene
su importancia, porque, los dirigentes sindicales de Solvay enseguida asumieron
la importante misión de implantar el sindicato en la comarca, y con ello por
mucho tiempo la simultaneidad de responsabilidades y cargos, lo que a la larga condicionaría
la acción sindical del conjunto. Este sin duda fue el caso de los compañeros de
Solvay, que durante demasiados años marcaron el devenir el sindicato desde la sección
sindical.
En 1978 se produjo la integración
regional en la USO del MOA (Movimiento Obrero Autogestionario), organización, que
no tenía un perfil clásico de sindicato, sino que respondía mas a un movimiento
obrero de pensamiento cristiano dentro de la iglesia católica, organización que
pronto se abrió un pequeño espacio en el sindicato desde el área de formación, especialmente
entre los compañeros de Torrelavega, muy receptivos a las charlas y debates de Benigno
Ortiz y Gertrudis Barriuso entre otros.
El líder del MOA a nivel nacional Julián
Gómez del Castillo - militante muy reconocido entre los trabajadores - fue
quien después de un amplio debate entre sus afiliados y simpatizantes decidiera
integrar su organización en la USO descartando otras opciones como la UGT, que
por aquel entonces se empeñaba en demostrar que nuestro sindicato estaba
vinculado a la UCD. El tono agresivo e infundado de este sindicato ayudo mucho
a que Gómez del Castillo se decidiera por nosotros.
Pero el colectivo más importante que se
vinculo a la USO sin duda fue la Central
de los Sindicatos Independientes de Cantabria, en el año 1979, integración que genero
dentro de la USO un enorme debate sobre el perfil ideológico de algunos de sus dirigentes.
Por aquel entonces el sindicato había decidido a nivel nacional abrir la
organización a estos colectivos, que de forma desestructurada se habían
implantado en las empresas y sectores una vez desaparecido el sindicato
vertical.
Su
implantación competía con la USO en muchas empresas, sin que nos separaran
posiciones insalvables en la mayoría de los casos, por lo tanto, salvar estos
obstáculos “supuestamente ideológicos” fue el principal problema que se
encontró el sindicato, y que necesito para su resolución la intervención
directa de la Confederación a través del compañero Ismael Montero, quien a la
postre presidiendo el II Congreso Regional, hizo posible con sus buenos oficios, convencer a los unos y a los otros de esta
importante integración.
Por
aquel entonces el pensamiento político de USO, tropezaba con algunos dirigentes de estos colectivos, que proviniendo
del sindicalismo vertical - que impero en España durante cuarenta años de
dictadura - era la antítesis de lo que la USO de Cantabria quería para sus filas.
En los Consejos Regionales de aquel
entonces, era habitual el debate entre los dirigentes de USO reafirmando sus
posiciones de “Autogestionarios y Socialistas” y la replica desde el colectivo
independiente - representando por Fernando Cortines – que se empeñaba en
recordarnos que “el sindicalismo no tenia porque ser ni socialista ni marxista,
ni capitalista, solo de clase” argumentos, hoy perfectamente superados, que
chocaban una y otra vez, que fueron resueltos por una comisión compuesta por USO, MOA y el Colectivo Independiente, demostrando
que las diferencias estaban mas en las opiniones personales entre dirigentes,
que entre los propios afiliados a las diversas organizaciones.
Un Consejo Regional celebrado el
8 Marzo de 1980, pudo elegir una ejecutiva regional de integración en la que
todas las posiciones quedaron comprometidas, y que finalmente cerró el II
Congreso Regional. Esta ejecutiva estuvo integrada por Juan José González Salas
como Secretario General, Martín Mora, de Organización, Ladislao Pérez Acción
Reivindicativa, José Vía de Formación, José María Mier Secretario de Sectores
Específicos, José Luis Lastra de Economía, José Ramón Sobremazas Secretario de
Acción Sindical, Domingo López García Información y Prensa, Clemente
García Abad Secretario de Empleo, Fernando Cortines Alonso Secretario de
Política - Sindical
El referente más importante – al menos
para mi - del colectivo independiente fue José Luis Lastra, compañero muy comprometido
con todas las responsabilidades que asumió, y quien hizo posible se salvaran muchos
de los escollos que se abrieron por aquel entonces, su decisión personal de
asumir el cargo de Secretario de Económica y Finanzas, durante tiempo, y en la
Comisión de Garantías, ayudo mucho a ello. Pero es de justicia también el recordar,
a otros compañeros de los “Independientes”
- que era como se les llamaba por aquel entonces – quienes haciendo
muchas veces de tripas corazón, soportaron reproches innecesarios de quienes
desde USO se consideraban en posesión de las esencias de la izquierda sindical,
y que el tiempo en algunos casos demostraría mas bien todo lo contrario. Domingo
López, José María Mier, Clemente García Abad, Iluminado Martínez, Fernando
Cortines, entre otros, fueron de esos militantes comprometidos que hicieron mas
grande el sindicato en afiliados y representación.
Seccion Sindical ASI-RBET-USO |
Posteriormente vendrían otros
sindicatos, con miras a estrategias vinculadas a las elecciones sindicales, en
diversas empresas de nuestra región, como el Sindicato
Independiente de Trabajadores de Aspla (SITA-USO) liderado por José Oyarbide, el
Sindicato Independiente de Trabajadores de Bridgestone (SITB-USO),el Sindicato
Independiente de Funcionarios de Cantabria (SIFCA-USO) y más recientemente el Sindicato
Independiente de Trabajadores de Nissan, y la Asociación Sindical Independiente Robert Bosch (ASI-RBET-USO) que
nació como rechazo a la “doble escala salarial” firmada por los sindicatos
mayoritarios en la empresa, la USO fue el vehículo que los trabajadores utilizaron
para resolver - incluso judicialmente -
esta agresión salarial a los más jóvenes.
Sin duda la estrategia
de abrir la USO a los colectivos independientes bajo mi opinión, fue muy acertada y en buena medida inacabada.
Todavía quedan colectivos al margen de la USO esperando que el sindicato sea generoso
para con ellos, representando muy dignamente a funcionarios y trabajadores en
general.
5 sept 2015
El Biodiesel que nunca llego.
No hay dos sin tres, y ahora después
de diez años de mala historia, será Gebiosa (General de Biocarburantes SA) la que se dispone a entrar en liquidación
judicial formalmente, porque liquidada lo que se dice liquidada ya lo estaba desde
el primer día que la antigua SIMSA de Pontejos , se puso en contacto con
Sodercan para reconvertir su industria de envasado y molturación de aceite en
una planta de biodiesel.
Una propuesta que tenía el valor
añadido de su especialización en la manipulación de aceites, para explotar los vegetales
crudos y usados para el biodiesel propuesta, que también fue recogida con
alborozo por la política de aquel entonces que dirigía la coalición PRC- PSOE, y
que no solo genero el entusiasmo de los trabajadores, sino que fue “vendida” ante
la opinión publica, como industria de mucho futuro, para un producto que
aventuraba enormes resultados económicos y de empleo, y cierta especialización
para Santander y Torrelavega.
Fueron tiempos, para muchas fotos
y discursos de éxito político, lo recuerdo muy bien porque yo estaba vinculado
a la iniciativa a través de la representación sindical en el comité de empresa.
Los trabajadores cargados de ilusión no dudaron en facilitar un expediente de regulación
de empleo de mas de un año, mientras aparecían por la planta maquinaria de
estreno y segunda mano, y cierta obra civil para su instalación.
Pero pronto empezó el desanimo,
aquellas maquinas y los enormes depósitos no acabaron nunca de ponerse en pie, los trabajadores con
el ERE cumplido, y representantes sindicales, acudíamos a la empresa a
preguntar por los plazos de ejecución, recibiendo siempre largas para un
proyecto industrial bendecido por el gobierno regional y que inicialmente gozo también
con la del gobierno central y ayuntamientos.
Luego llegarían las dudas de si
los terrenos eran de titularidad de SIMSA, o si la Ley de Costas barrería la
fuerte inversión del biodiesel en el momento mismo de que fuera entrar en vigor
– por cierto una ley que de forma reiterada, sigue aplazando su entrada en
vigor – dudas de legalidad que pronto llegarían también al Ayuntamiento de
Marina de Cudello quien al negarse a conceder la licencia de obras cerraría cualquier
posibilidad de futuro.
Por eso, ahora cuando la crónica
de El Faradio anuncia la liquidación de Gebiosa, vuelvo a recordarme de
aquellos tiempos de ilusión, donde caminaban juntos trabajadores, sindicatos,
empresa, inversores, empresas especializadas y
Sodercan - que de todo hubo - en
la cual no solo se aportaban instalaciones y terrenos, sino importantes
cantidades incluso por Sodercan que aportaba el diez por ciento del capital y
todo ello para convertirla en una de las más importantes industrias de
biocarburantes de Europa.
En fin un tiempo pasado que mejor no recordar, pero
que se une a los más recientes fracasos
industriales como GFB, Greyco, y Néstor Martin.
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