La voz para quien lo merece, para
Carlos Solas, de Unión Sindical Obrera que nos muestra la realidad de muchos
silenciosos, los jubilados, que con pensiones mínimas se callan, aunque sufren
la realidad de una economía que les golpea sin piedad.
La actual crisis económica además de duradera está
siendo realmente dura para
todos, pero en
especial para varios sectores de la sociedad, entre los que se encuentran los jubilados y pensionistas. Hay
que recordar que si es cierto
que unos pocos
privilegiados perciben unas pensiones muy
elevadas, ciertos que la mayoría
percibimos unas pensiones para
ir tirando en el mejor
de los casos
a costa de
reducir gastos de todo
tipo. Mención aparte, son
las pensiones que en general perciben
las mujeres viudas o
las personas que
perciben pensiones asistenciales, cuyas
cuantías en su
mayoría son el camino para que estas personas se instalen en
la pobreza extrema. De ahí y del desempleo creciente parte el aumento de
la pobreza en España que durante los últimos años se está produciendo.
Una lamentable
situación de pobreza que afecta ya a casi a dos millones
de personas en nuestro país, debido ello
a las inmorales políticas
sociales que llevan a cabo las
diferentes Administraciones
públicas, agravadas estas
por los continuos recortes presupuestarios, debido entre otras cosas al
alto déficit existente como consecuencia
de años y años de despilfarro de
dinero público, donde todo ha sido permitido y donde la mayoría de políticos a puesto el
cazo en diferentes cuantías.
Gravísima situación que no tiene
el eco que merece, ya
que partidos políticos,
sindicatos, ONGs están
más preocupados por seguir
recibiendo dinero público para
mantener unas estructuras
innecesarias a la realidad actual
del país que
en denunciar y exigir
de verdad soluciones
a esta lamentable situación.
Menos mal, que aun quedan unos
pocos sin perjuicios
y dependencias, que
denunciamos y exigimos
soluciones a estos reales problemas.
Pero lo más
grave de esta
situación es la de las propias personas mayores, que
muchas de ellas
están sufriendo situaciones de
extrema necesidad, que dentro
de poco, lo más
previsible es que
sus pensiones se vean
afectadas de una
forma u otra de
recortes económicos en las cuantías de las
mismas, NO digan ni pio
sobre su situación, ni se movilicen, ni exijan
la dignidad económica
de sus pensiones. Agravado ello,
con la actitud de no acudir a convocatorias para informarse y
organizarse para poder plantar cara a esta situación.
Estaremos todos
de acuerdo, que además a ayudar a los hijos a pasar la crisis, también debemos dar ejemplo a
estos de que
los mayores no nos
resignamos a esta
lamentable situación, que además
lleva camino de empeorar en los próximos meses, con más
desempleados entre otras
cosas y con
menos recursos a dedicar a lo social..
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