El embarcadero
de la playa del Puntal de Santander, ha sido el motivo elegido para la nueva
exposición de Fernando García Valdeon, que en el Palacete del Embarcadero se
puede visitar hasta el próximo uno de Junio, una exposición, cargada de
simbolismo e historia de un embarcadero que ha visto pasar por sus pasarelas
generaciones de santanderinos dispuestos a disfrutar de un magnifico día de
playa.
La exposición
mezcla de forma magnífica la pintura negra con las borracas y tormentas de una
bahía que golpea las maderas del atraque y figuras de hombre y mujer que se
aferran fundiéndose entre las olas y la galerna de reciente recuerdo en nuestra
ciudad.
Destacan, al
menos para mi gusto, una mujer sentada
en la orilla de la playa con una mirada atenta al atraque que entre blancos y
negros parece suspendido en la resaca de la ola, una imagen que genera sensación de paz, en un cuadro
cargado de galerna y mar de fondo que todo lo envuelve.
La imagen de un
hombre rudo, que mira al suelo perdiendo la cara, y al que le acompaña una
superposición de un pescado que simboliza la dureza del marino, destacando su color en un cuadro cargado de oscuridad y
algún que otro blanco difuminado en el lienzo.
Con este afán de
llenar de sobrecogedoras tormentas y luces fundidas en claro oscuros, destaca
una mujer medio perdida en las sombras que sujeta un cuadro preclaro del atraque del puntal que
a la altura de su rostro le oculta,
apreciándose con luz potente el embarcadero con marea alta en un día de sol.
Esta exposición
cuenta también con el color, que resalta en perfecto contraste armonioso con lo tenebroso de la ciclogénesis, y que
resalta las maderas del viejo embarcadero dimensionando sus formas con el
tamaño de los cuadros colores fuertes que no dejan de asombrar una y otra vez a
medida que recorres la exposición.
Amigos el Palacete del Embarcadero de Santander
se ha vestido de gala con la exposición, Fernando García Valdeon, por eso os la
recomiendo, se trata de una exposición
que nos cuenta desde la imagen y sensaciones, lo nuestro, la mar, la galerna,
la luz de nuestra bahía con la tormenta, y un rincón de nuestras playas
que hace sentirse
muy cerca de la obra
Enhorabuena.
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