Antonio Saiz Pi
Ex Secretario
General USO – Cantabria
Nuestra Carta
Fundacional de 1960, recogía diversas citas que hablaban del modelo de estado
que como sindicato queríamos para nuestro país, un modelo, que acercara el
poder de las decisiones a los ciudadanos, el reconocimiento de los derechos de
las regiones para gestionar lo publico dentro del marco democrático donde se “garantizara el control por parte del
pueblo de sus Instituciones”.
Y se avanzaba
todavía mas cuando la carta fundacional recogía el “pensamiento político y de lucha por la instauración de una Democracia
Socialista basada en una política fiscal y de inversiones, que contribuyera
tanto al desarrollo de las posibilidades de cada región como acortar las
diferencias entre ellas; avanzando en el desarrollo conjunto y armonizado por
la solidaridad y la cooperación entre todas las Regiones” como se ve, una
apuesta fuerte donde se hablaba de la cohesión de todas las regiones, muy lejos
del egoísmo político que parece algunos partidos reclaman para su territorio,
pero también un estado totalmente abierto a la pluralidad regional y nacional
que de histórico tenia nuestro país.
Nosotros los
militantes de la USO
siempre pusimos un énfasis especial en
la autonomía sindical, - en nuestro empeño por no ser correa de transmisión -
como factor aglutinante de nuestra libertad de acción frente a los gobiernos y
los partidos políticos, pero no deberíamos olvidar nuestro enorme bagaje
cultural basado precisamente en el socialismo democrático, la autogestión, el
humanismo – para muchos de nosotros humanismo cristiano - todo ello origen del
pensamiento político del sindicato.
En este orden la USO “favorecía la existencia de las comunidades naturales, políticas y
regionales”, así como el de las
asociaciones voluntarias de carácter intermedio, en el marco solidario de los
objetivos comunes.
Luego pasarían
muchas cosas, escisiones y desgarros que marcaron el futuro del sindicato, pero
eso es otra historia, estamos hablando del pensamiento federalista que parece potencia el PSOE frente a la
independencia de CIU en Cataluña, y del
modelo político de estado que nuestra carta fundacional recogía, un modelo que
como queda dicho estuvo cerca del socialismo y del mensaje del federalismo que
el PSOE hoy pretende resucitar.
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