No firmes el Plan de
Empleo del Ayuntamiento de Santander, y veras que pronto sales de la lista de
entidades sociales subvencionadas por la administración.
Este, podría ser el
mensaje dirigido a un buen numero de las treinta y dos entidades sociales, que
han firmado el pacto por el empleo del ayuntamiento,
muchas de ellas a priori ajenas a la promoción del empleo, a no ser que el
alcalde Iñigo de la Serna, quiera computar también en su lista de aciertos los
puestos de trabajo que gracias a las subvenciones que reciben estas entidades
puedan crear. Entiendo que solo así, sumando y sumando pudieran tener entrada
en este tipo de iniciativas algunas entidades firmantes.
Hasta la fecha, la
concertación regional estaba en manos del gobierno regional, empresarios y sindicatos
mayoritarios, que año tras año, coincidiendo con el debate y aprobación de los
presupuestos regionales se sentaban de tirón y elaboraban un pacto por empleo,
le echaban unos euros al asunto y mientras todos salían contentos, el gobierno
regional de turno, se aprovechaba del mismo para exhibir ante la oposición como
mejor argumento para la gestión de la política social y de empleo.
Y en esto estábamos
hasta que Ignacio Diego con su mayoría absoluta llego a la conclusión de que no
merecía la pena tanto lio, y salvando algunas que otras formas, renuncio a su elaboración
y/o seguimiento, pasando los trastos a los ayuntamientos por si ellos pudieran
necesitar políticamente este tipo de iniciativas.
Primero fue el
Ayuntamiento de Torrelavega, quien intento la concertación local, iniciativa
fracasada, a pesar de haber contado previamente con otros acuerdos pactados por
diversas organizaciones sociales y sindicales, hasta culminar, en lo que se
vino en llamar la “”segunda industrialización de Torrelavega”, iniciativa que
fue suscrita por veinte instituciones y entidades de diversa representación entre
las que figuraban ayuntamientos de la comarca, asociaciones sociales, patronales,
comerciantes, el sindicato USO y partidos políticos, formando un bloque de
cierto interés al que esta vez, no se le unieron, ni el partido popular y con
ello el gobierno regional, ni los sindicatos mayoritarios.
Con ello lo que pudo
ser un gran pacto comarcal y reivindicativo por el empleo , quedo en una mera
propuesta, que duerme el sueño de los justos, en cajones municipales y en algún
que otro despacho para ser usado como reproche político cuando corresponda.
Ahora le ha tocado el
turno al Ayuntamiento de Santander, quien con una magnifica puesta en escena
–estuvo el presidente de Cantabria Ignacio Diego - ha firmado su pacto por el
empleo, aunque sin la presencia de los sindicatos mayoritarios, y partidos
políticos de la oposición (PSOE y PRC) que por motivos varios, y muy a destiempo
decidieron no echar la firma al plan y con ello dejarle bastante tocado de cara
al futuro.
Me ha llamado la
atención, la referencia que hace el Diario Montañés, a las conclusiones del
diagnostico previo del Plan de Empleo, de su lectura, se podría desprender que
lo hecho hasta la fecha en materia de generación de empleo ha servido de poco,
que los recursos invertidos en el fomento de la política de emprendedores - actuación
estrella del gobierno regional – no ha cubierto los objetivos deseados, y que
es ahora con esta nueva iniciativa, que se abre la verdadera política
generadora de empleo.
Desconocimiento
generalizado entre la mayoría de los firmantes en materia de “innovación”,
ineficacia en la ejecución de las “políticas activas de empleo”, la “formación
no ha estado cumpliendo su función de soporte de la empleabilidad”, nula
“visión general en torno a la orientación laboral” y por si fuera poco, falta
de “cultura emprendedora”, son algunos de los argumentos sobre los que los redactores
han elaborado este plan de ciento sesenta medidas, con las que se ha
comprometido, el alcalde de Santander y el gobierno regional, en este momento a
punto de perder su liderazgo regional y con ello el poder político para
llevarlas a cabo.
Entonces que se esconde
en este extraordinario Pacto de Empleo, a mi modo de entender, una mera oferta
electoral, estamos en campaña y todo vale para conseguir votos, y ahora toca
hablar de empleo y hacerlo ante los 15.000 parados de Santander y 11.000 de
municipios de su entorno, a quienes se tiene que convencer para que vayan a las
urnas y vuelvan a votar a la derecha.
Y si no fuera así, solo
me cabe hacer una pregunta, ¿ si tan eficaces y baratas (7,5 millones €) son
las propuestas generados de empleo, por qué no se han hecho antes?, ¿donde ha
estado el presidente regional y alcalde en los últimos años?.
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