La posible alcaldesa de Madrid, que de ser elegida
para el cargo, sus primeras actuaciones serán la paralización de los desahucios,
acabar con las privatizaciones de los servicios públicos y venta de patrimonio
municipal, garantizar luz y agua a los hogares de todos los madrileños que no
puedan pagárselo, el acceso a las prestaciones sanitarias municipales a todas
las personas, independientemente de su situación administrativa y la
elaboración de un plan para la inserción laboral de jóvenes y parados de larga
duración, iniciativas, urgentes y perfectamente expuestas que serán la prueba
de fuego para el equipo de Ahora Madrid en los próximos cien día. Se podrá
decir más alto pero no más claro, el órdago esta echado para un periodo
reducido en el tiempo, pero suficiente para ver un cambio sustancial a la hora
de hacer política en Madrid.
Manuela Carmena sabe muy bien que muchos españoles más
allá de madrileños, estamos muy atentos al desarrolla sus primeras iniciativas,
a como hace política con mayúsculas en una ciudad de referencia para todo el
estado español y gobernada de siempre por la derecha y últimamente ultraliberal.
Dice Rajoy que la economía está saliendo de la crisis,
que los primeros brotes verdes ya están dando a los españoles empleo y a las familias
recursos con los que abandonar la senda de la precariedad y necesidad
social, que tenemos que ser pacientes y
creerle en las cosas que nos dice, porque esta vez si nos va a decir la verdad,
pero claro, la necesidad no sabe de paciencia, quiere soluciones y lo quiere
ahora en el ayuntamiento de Madrid y en todo España, por eso no puede fallar
Carmena, son muchos los ayuntamientos y administraciones autonómicas que tienen
esos cien días de prueba para hacer política con propuestas iguales o parecidas, todas, dirigidas atender la necesidad social.
Ya vendrán otros días para hacer política y devolver la
credibilidad perdida, para cumplir las promesas de acabar con la corrupción, de
atender a la opinión de los ciudadanos de forma permanente y no cuando se vaya
a pedir nuevamente el voto, en definitiva para devolver el control de la
gestión política a los españoles cuando sea el caso, y no escudarse en que el
control está exclusivamente en el parlamento, que también.Manuela Carmena, ha
hecho una campaña electoral, con una mochila cargada de soluciones a ras de
tierra, ha obviado las grandes obras y fantasmagóricas soluciones, hasta el
extremo de preocupar a los de siempre, a los grandes empresarios, entidades
financieras e inversores capitalistas preocupados por saber “qué va a ser de lo
suyo” e incapaces de entender el cambio político que está dando el país, mochila
cargada de propuestas, entre otras por el empleo que llevaran a los jóvenes a
insertarse en el mundo laboral a través de un “aprendizaje remunerado en empresas con
plantillas equilibradas entre mujeres y hombres”.
Vista la corrupción de muchos de los gestores
políticos no me extraña que quiera levantar las alfombras municipales con una
auditoria sobre la deuda municipal que ponga blanco sobre negro la situación de
los “sobrecostes de las obras públicas, contratos de mantenimiento, de
servicios y alquileres injustificados”. “Creando un banco público municipal –
regional como herramienta de financiación de proyectos sociales , de empresas y
cooperativas, que fomenten la economía
productiva, o “devolviendo derechos y retribuciones
usurpados al personal municipal y sobretodo reestructurando el organigrama del Ayuntamiento para reducir
asesores y puestos de libre designación, a favor de los propios funcionarios
perfectamente cualificados para muchos de esos puestos que se regalan de favor,
e incrementando la nomina municipal innecesariamente, o subiendo las tasas
impositivas para las grandes empresas, entidades financieras e inmobiliarias
que acumulan viviendas con fines especulativos, y en paralelo incentivar la
puesta en uso de las viviendas desocupadas a
precio social”.
Pero esto no es exclusivo del ayuntamiento de Madrid,
son medidas que otros muchos ayuntamientos y administraciones deben realizar
más pronto que tarde si quieren estar de acuerdo con los ciudadanos, que de forma mayoritaria, han apostado por la
política a ras de tierra y al servicio directo de los ciudadanos, no es el
momento de mirar para otro lado a ver si cambia la radicalidad política actual,
los votantes alternativos a lo de siempre, han venido para quedarse y no van a
parar en sus reivindicaciones.
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