Los socialistas se
fueron el pasado mes de julio del 2013, a redescubrir una de sus propuestas
estrella con la que pensaban concurrir a las elecciones legislativas del pasado
20D, propuesta que de forma vergonzosa escondieron y apenas explicaron, no
fuera a restarles votos. Me estoy refiriendo a la propuesta para ganarse el futuro “HACIA UNA ESTRUCTURA FEDERAL DEL
ESTADO” oferta perfectamente estructurada, que brindaban al conjunto de los
partidos políticos para alcanzar acuerdos y resolver los conflictos cada vez
mas duros en Cataluña y según venga el asunto en el País Vasco.
Esta propuesta hacia
una nueva estructura de estado basado en el modelp Federal, en su momento fue
recibida como una aportación interesante al menos para abrir el dialogo político,
a nada que el PSOE se hubiera interesado en explicarlo también entre los
ciudadanos principalmente en aquellas nacionalidades - Cataluña y País Vasco – donde el debate
territorial está más abierto, y no solo entre los independentistas declarados,
sino entre aquellos que sin querer separarse de España, si quieren abrir el
debate y votar definitivamente para acabar con tantas discrepancias internas
que no hacen más que perjudicar su presente y cada vez más su futuro.
Porque, quienes se
oponen abrir las urnas en Cataluña, deberían preguntar también a los que no
desean separarse del estado, si quieren o no votar, mucho me temo que muchos de
estos están deseando responder a la pregunta, para con ello legitimar más si
cabe esa posición de convivencia común con el resto de los españoles, eso sí, una
vez resuelto el lugar que ocupa su nacionalidad en el conjunto del estado.
El PSOE, bien pudo
ayudar a resolver este galimatías con su propuesta federal dejando las cosas
claras desde el principio, y no como ahora empeñado en competir con los otros
partidos políticos mas pensando en su resultado y futuro electoral y en su
desarrollo orgánico, que en hacer posible sus propuestas de izquierdas y unitarias
con los que le son comunes como Podemos y IU entre otros.
Decían los socialistas
a bombo y platillo hace poco más de un año que “la Constitución se tenía que
reformar para adecuarla a las demandas del siglo XXI, para adaptarla a la grave
crisis política y con ello reforzar y legitimar sus instituciones y reglas básicas
de convivencia democrática” me imagino que con esta declaración también estaban
dado respuestas a las instituciones y partidos políticos de Cataluña a la vez
que abrían un debate necesario e imprescindible.
Por si fuera poco y de
forma reiterada con la propuesta Federalista volvía a instar la reforma de la constitución
para “abordar una solución al fracaso del Senado y a la necesidad de una Cámara
Territorial”, propuesta que entiendo invitaba a los partidos y sociedad vasca y
catalana a ocupar un espacio de interés para que en dicha cámara territorial
pudieran elevar sus legitimas reivindicaciones en debate abierto con el resto
de las nacionalidades y regiones, que formarían ese nuevo Estado Federal que proponían.
Se les lleno la boca hablando de Federalismo, incluso para ensalzarlo como
referente de gobiernos en grandes estados del mundo, donde se conjuga con total
normalidad la igualdad y el reconocimiento legitimo de diferencias en virtud de
derechos históricos, Federalismo que siempre estuvo unido al mensaje socialista
y que se tuvo que abandonar en los albores de la democracia en aras a una
convivencia no traumática.
A ese socialismo que
sobre el papel ha escrito su compromiso por mantener el actual mapa autonómico,
sin alteración alguna, que ha reconocido hechos diferenciales en la constitución
– mayoritariamente asumidos por la ciudadanía - como la lengua propia, la denominación
territorial en Nacionalidades y Regiones, la existencia de hechos diferenciales por razones político – históricas
para Cataluña, País Vasco y Galicia devenidos de la II Republica y si me apuran
la foralidad reconocida a Navarra, a ese socialismo me estoy refiriendo que ha
teorizado, mejor ha vuelto a reescribir sus historia aportando razones y
reconocimientos que bien pueden ser base para un nuevo marco político, sin que
con ello, se tenga que romper nuestra convivencia.
En estos días estamos
escuchando a los llamados “barones” – vaya nombre – hablar de límites a la
negociación con Podemos esgrimiendo como única razón el Referéndum para
Cataluña, y hacerlo desde la grandiosidad del mensaje de la unidad de los
españoles y sus autonomías, obviando sus propias propuestas federales, diera
mas la impresión que su posición radical estuviera mas en ganarle un pulso político
a Podemos que una propuesta razonada.
Se dice que este es el
momento de hacer política del dialogo entre los que son mas afines, y yo abundo
un poco más, diciendo que los que votaron al PSOE y a PODEMOS lo hicieron
pensando en un gobierno unitario de izquierdas para España, por eso me extraña
tanto declaración de baronías socialistas que envolviéndose en su modelo de
estado son incapaces de ponerle sobre la mesa para abrir el diálogo con Podemos
entre otros partidos políticos de izquierda, seguro que si lo hiciesen con la
generosidad debida el futuro gobierno de izquierdas cada vez estaría mas cerca.
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