Ante el referéndum británico para irse de la Unión Europea permítanme echar mano del clásico: “No lloremos sobre la leche derramada porque bastante agua tiene ya …”
--- La leche derramada de que el Reino Unido no estuvo jamás integrado en la Unión ni, mucho menos, en el compromiso de su culminación histórica …
--- La leche derramada de estar en la Unión sobre la base del chantaje, el privilegio, la lógica del estricto libre cambio y la lealtad a la geopolítica USA más que al proyecto europeo …
--- La leche derramada de pretender seguir en la Unión sobre la base de los anteriores e indeseables supuestos …
---La leche derramada de los altos costes sociales para las clases trabajadoras y populares británicas que tendrá el resultado de un referéndum irresponsable y suicida al exclusivo servicio del oxígeno electoral de ese inmenso mediocre llamado Cameron. Resultado que ha sido ensalzado por impresentables como Donald Trump y sus clones europeos, lo cual da una idea inequívoca de quienes serán las víctimas del referéndum …
--- La leche derramada de la extrema derecha filofascista que se ha lanzado a reclamar referendums de salida, o de quedarse yéndose, en Francia, Polonia, Holanda, Hungría, Eslovaquia … El famoso “efecto contagio” que busca trasladar a todo el ámbito de la Unión Europea los costes ante-dichos para las clases trabajadoras y populares y la hegemonía imperecedera de las políticas neoliberales y autoritarias sobre el continente.
Por lo tanto, es todo tan evidente y se plantea en términos de auténtica emergencia histórica, que de llorar nada de nada. Por el contrario, urge mirar al frente, recuperar la cordura y el atractivo histórico que tuvo un proyecto europeo inacabado y, por esa razón y otras, corrompido en sus contenidos, objetivos y metodología socioeconómica y política.
No es la hora del terror y la desbandada, como han hecho las bolsas, de los miembros de la Unión ante el resultado del referéndum británico. Contrariamente, es la hora de aplicar de verdad el método histórico de resolver con más integración la crisis de integración. Pero esta vez que sea un arreón casi definitivo para la culminación integral –política, social, fiscal, federal- de la Unión para ponerla en la senda irreversible de los Estados Unidos Federados de Europa, pues de eso se trató siempre desde los Tratados Fundacionales de Roma hasta hoy …
Urge, en consecuencia, que el eje franco-alemán y cuantos estén dispuestos se pongan las pilas cuanto antes y dejen claro que la Unión integral va en serio a medio plazo, porque o es así o nos espera la desintegración total de Europa en ese mismo periodo, algo catastrófico para cada país y cada Estado por separado en este océano proceloso de la globalización del capitalismo salvaje.
Urge constituir la Federación Europea con las fuerzas humanistas y progresistas que participen íntegramente de ese acervo. Ello tendrá dos efectos inmediatos: 1) Despejar el campo de bultos que sólo crean sombras, de pesos muertos euroescépticos, xenófobos y nacionalistas, 2) Crear las condiciones para que vuelvan a la Unión, a la Europa digna de tal nombre, quienes hoy creen que es mejor ninguna Europa que esta europa con minúscula.
Por lo tanto, manos a la obra, no hay otro camino: Por la Constitución de la Federación Europea fundada en el Trabajo, la Solidaridad, la Justicia Social, la Economía Social y de Mercado, la Democracia y los Derechos Humanos, la Paz y la Cooperación Internacional.
Sólo eso vale la alegría.
*ExSecretario General de la USO. Militante PSC.
(Junio 2016)
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