17 nov 2020

Adiós a la palanca de transformación - Infraestructuras y Suelo - del Plan Cantabria 2030 de CEOE – CEPYME

 

Por lo visto, la CEOE ha retirado de su Plan Cantabria 2030 la línea estratégica que daba contenido a una de sus Palancas de Transformación denominada Infraestructuras y Suelo, que pretendían impulsar, para nuestra región, instrumentos de contacto y cohesión al servicio de la industria y del equilibrio territorial, y con ello frenar la siempre preocupante despoblación rural.

Llama la atención que haya sido precisamente el actual presidente de la CEOE Enrique Conde quien haya dado de baja a esa palanca de transformación, cuando no hace mucho tiempo señalaba con el Consejero de Industria, la importancia de las infraestructuras y el desequilibrio territorial como punto clave para la acción del plan estratégico de la organización empresarial. 

Francisco Martin y Enrique Conde
     No hace mucho tiempo escribía un artículo de       opinión     en el DM en el que decía que “las líneas estratégicas que recogía Cantabria 2030, eran muy generalistas”, que lo presentado como un plan estratégico para la región, se había quedado en una hoja de ruta de meros enunciados - en muchos casos coincidentes con otros planes industriales - y muy lejos de las propuestas de futuro para hacer de Cantabria una región más competitiva y especializada, frente al conjunto de regiones en España y Europa.

Recuerdo que una de las carencias de este plan Cantabria 2030, y en concreto en esta palanca transformadora que hoy se retira – Infraestructuras y Suelo - fue la falta de reconocimiento al Centro Logístico de La Pasiega que por no ser, ni tan siquiera fue nombrado en su texto a modo de apunte, silencio que genero fuertes discusiones entre el Presidente Regional Miguel Angel Revilla, y el presidente de por aquel entonces de la CEOE  Lorenzo Vidal de la Peña, enfrentamientos que según parece quedaron resueltos por el nuevo presidente, Enrique Conde, que sin tardar elevo a estratégico este centro logístico.

Pero a fuerza de ser sincero, hace bien la patronal en centrar los esfuerzos en otras palancas de transformación, más concretas y propositivas para el diseño de la política regional, como lo ha hecho recientemente con motivo del debate de los presupuestos.

Reflexionar sobre las infraestructuras y vertebración de la región como lo hace Cantabria 2030 no aporta nada que los cántabros no sepamos tanto en sus fortalezas como debilidades. Que tenemos un aeropuerto como el Seve Ballesteros dedicado casi exclusivamente al turismo, unas infraestructuras portuarias de mercancías en constante superación, una red de carreteras con tapones históricos en los entornos de Torrelavega, y entre Laredo y Bilbao, y/o ferroviarias con trazados poco favorables no aporta nada, por más que le pongan números y estadísticas a su escasa rentabilidad, porque, el problema no es tanto, las infraestructuras sino la falta de nuevas industrias e impulsos estratégicos que definan a una región que no acaba de despegar.

Ahora estamos en la encrucijada de la conexión ferroviaria con Bilbao, siempre pensando en que los vascos nos concedan alguna línea de tráfico portuario, a productos excedentarios de su superpuerto, y el Centro Logístico de la Pasiega como instrumento impulsor del puerto, dos iniciativas que responden más a unas necesidades puntuales, que a una estrategia definidora del futuro regional, iniciativas que están bien, pero que no pueden ser los únicos motores del desarrollo regional. 

En fin, esperemos que no esté haciendo agua, el desarrollo del Plan Cantabria 2030 y que la eliminación de la palanca de infraestructura y suelo no sea el principio del fin – una vez más – de un plan de reindustrialización que nació como propuesta empresarial a una suerte de planes que han ido quedando en el olvido por falta de interés político.


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