Dice Manuel Zaguirre, - Exsecretario general de la USO y afiliado al PSC –
en su último artículo, “Alerta Máxima” que se pudiera estar tramando un nuevo
tamayazo, y que no estaría demás, poner atención ante posible compra de votos
de diputados.
Para Zaguirre este “empecinamiento por investir a Feijoo sabiendo que es
científicamente imposible porque no tienen diputados para ello y porque nuestro
sistema político es la democracia parlamentaria no el presidencialismo”, se
debe, además de cubrir las altas expectativas que ha puesto el PP en acabar con
lo que llamaron el sanchismo, al interés de “algunos grandes poderes económicos
y empresariales que temen que un futuro gobierno progresista siga apretándoles
las tuercas fiscales a la vista de unos beneficios desbocados sin precedentes”.
Para ello la alerta máxima que anuncia Zaguirre en su articulo denuncia
tres posibles “líneas de trabajo a cuál más repulsivas y peligrosas”.
Primero corromper económicamente algún que otro “diputado de los grupos
democráticos y progresistas que apoyarán la investidura de Pedro Sánchez”
segundo “meter al jefe del Estado en el brete de encargar la investidura a un Feijoo
sin apoyos suficientes”, a la espera que llegado el momento salten sus votos necesarios
para facilitar la investidura de Feijoo. Y tercero “en secreto mantener
contacto con Puigdemont para que no apoye la investidura de Pedro Sánchez y
forzar así nuevas elecciones para Navidad, en la secreta esperanza de que éstas
sí las ganarían por mayoría absoluta la alianza del PP y neofascismo, o lo que
quedara de este último”.
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