Después del entremés, que situaba el techo de gasto para el 2024 en 3.159 millones de euros, ya tenemos el desglose de partidas recaudatorias para el presupuesto regional del 2024, a través de una reforma fiscal que a modo de “calco” se viene repitiendo en todas las comunidades autónomas, sin apenas considerar sus efectos.
Hace unos dias la presidenta Buruaga y el consejero de economía Agüeros, presentaban los números de rebaja fiscal, calificándoles como “históricos”, situando en unos 90, los millones de euros que se van a dejar de ingresar en impuestos, justificado con el viejo modelo del liberalismo trasnochado, y sus tópicos de siempre, que nos dice “que los dineros en manos del contribuyente se multiplican siempre en “riqueza y empleo”.
Un principio económico, a estas alturas más que dudoso, que en cualquier caso debe ser tratado con mucha prudencia, para que afecte lo menos posible a los servicios sociales.
Aunque ya puestos, y a la espera del debate presupuestario, lo que cabe preguntarse, si este empeño por rebajar los impuestos del PP, no ha tenido que ver con el ensoñamiento del partido, para hacer presidente de gobierno al bueno de Feijoo. En cualquier caso, un compromiso electoral es un compromiso por cumplir, y ahora la toca a Buruaga cumplir con lo prometido, aunque lo tenga más que ajustado por el pacto con el PRC.
Por lo pronto esta reforma ya ha recibido la primera critica de los regionalistas - socios del PP por acuerdo de investidura 2023 / 2027 - calificándola de “rebajuca fiscal que solo beneficia a los ricos”, critica de escaso valor, al tener garantizados los votos con Vox para sacar adelante los presupuestos.
Pero vayamos por partes. Donde dice el PP que su rebaja del tramo autonómico del IRPF va a favorecer a las rentas medias y bajas, el PRC le dice que las más bajas, las de menos de 13.000 euros – exentas de hacer la declaración - solo las rebaja en un punto, y que a las rentas comprendidas entre 21.000 y 60.000 euros solo se las baja en 0,1%, mientras que a las rentas altas, las de más de 60.000 euros se les reduce hasta en un 3%, quedando en un tipo del 22,5%, prácticamente igual a la retención de este año que estaba en un 25,5%. Por lo tanto, rebajas fiscales escasas, que mucho me temo, sus efectos vayan al ahorro más que al consumo, y en todo caso, beneficio para los que declaran ingresos superiores a los sesenta mil euros anuales.
Lo que si parece vaya a producir mermas de ingresos sustanciales, son las rebajas entre otras bonificaciones, las del patrimonio, bonificación muy discutido en debate parlamentario, y que según gobierno anterior del PRC /PSOE, de llevarse a cabo provocaría una merma de ingresos de unos 22 millones, por cierto, un impuesto que solo pagan unas 3000 personas con patrimonio mayor de 700.000 euros sin contar vivienda habitual.
Este anuncio de reforma fiscal tendrá que ser discutido por el parlamento regional, juntamente con el debate de presupuestos, donde veremos de donde se recortará esa reducción de impuestos que la presidente Buruaga sitúa en unos noventa millones de euros.
Está previsto
que las diferentes consejerías, informen del gasto, política de inversión y
nuevos proyectos a desarrollar para el próximo año. De esta información
podremos sacar un primer balance, aunque todo parece que el recorte, se vaya a
producir sobre el gasto social y sino al tiempo.
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