Pero no habíamos
quedado que Cantabria estaba recibiendo un mejor trato, en la asignación de los
fondos a las comunidades autónomas, principalmente en la ratio de población,
incluso en los nuevos fondos del nuevo Plan de Recuperación Transformación y
Resiliencia.
Entonces ¿por
qué sacar filosofía a la crítica política como hace Manuel Angel Castañeda,
citando para la izquierda el lema de la revolución francesa de 1789: “Igualdad Fraternidad
y Solidaridad.
Esta semana,
las críticas del bueno de Castañeda se centraron en la igualdad, y más concretamente
en las “desigualdades existentes en las comunicaciones ferroviarias”, ya que
hasta la fecha seguimos sin el AVE con Castilla.
Está claro,
una vez más, la culpa del Partido Socialista Obrero Español – perdón de
sanchismo – por tener acuerdos políticos con partidos catalanes y vascos, que
son fuente de extorsión directa, a la vez que se enriquecen aún más, mientras el
resto de los españoles, y en especial a los cántabros, se empobrecen.
Da igual que
a la fecha todavía no estén elaborados los presupuestos generales del estado,
que el gobierno este en funciones, que Feijoo este intentando formar gobierno, o
que los fondos europeos estén repartidos - al menos en parte - sin criticas
sustanciales. Da igual, la culpa de Sánchez.
Y ya puestos,
en un encaje de funambulismo la libertad, esa libertad que no es tal cuando se
la une con la desigualdad, convirtiéndola en un concepto extraño al que, según
Castañeda, ha renunciado el socialismo, en el momento mismo, que no se pone
manos a la obra para acercarnos en AVE a Madrid.
Y ahora la
solidaridad, aquella que nos debería hacer más iguales, y que parece no encaja,
porque Sánchez se ha empeñado según Castañeda, en “segregar a los españoles en
dos niveles, implantando una casta con derechos especiales y al resto como
seres inferiores”, y como mejor prueba de la insolidaridad socialista, el tópico
del idioma por el que nadie que no haya nacido en Cataluña, País Vasco.
Galicia, Baleares y Valencia, puedan ir a trabajar a esas autonomías. Razón
“poderosa” pero ampliamente superada en el tiempo – si alguna vez lo fue -
incluso para el parlamento español y posiblemente el europeo.
Esta visto
que al periodista Castañeda, no le gusta nada, pero nada, el socialismo de
Sánchez, ese que, según cuenta en el Diario Montañés del domingo pasado, le ha
hecho abandonar sus ideales de “libertad, igualdad y fraternidad”.
Bueno tal
vez no, al menos para mí, y ciertamente no a la “amenaza a ser relegados a
personas de segunda clase” como recoge el articulo “La izquierda arria la
bandera de la igualdad”. Lo correcto que está haciendo la izquierda, es
encontrar una solución constitucional que haga posible un gobierno progresista,
y una España pluralista a la que puedan adaptarse todas las opiniones e
ideologías políticas, cerrando el paso al ala derecha del Partido Popular
atrapada en Vox de ideología de extrema derecha, que parece estar marcando el
camino.
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