Han tenido que pasar quince meses de injusticia para que los trabajadores laborales del Ayuntamiento de Santander empiecen a cobrar el complemento de flexibilidad horaria. Quince meses en los que el Consistorio se ha ahorrado 130 euros mensuales por cada trabajador, gracias al voto en contra de UGT, que regaló ese margen económico al Ayuntamiento con la excusa de una “estrategia sindical”.
La realidad
es tozuda: la mayoría de los sindicatos y el propio Ayuntamiento pactaron este
complemento como reconocimiento a una mayor productividad, a la optimización de
los horarios y a la eliminación de tiempos muertos. Pero UGT, en lugar de
sumar, prefirió poner palos en las ruedas, tachando el acuerdo de “migaja” y
amagando con judicializar el asunto.
Hoy, tras
más de un año de pérdida salarial para la plantilla, UGT ha tenido que tragarse
sus palabras y aceptar lo que siempre estuvo claro: el complemento era legal,
justo y necesario. Ni informe técnico ni jurídico han presentado en contra.
Solo han dilatado el cobro de un derecho ya conquistado por la mayoría
sindical.
Desde USO lo
decimos alto y claro: no necesitamos “salva patrias” que jueguen con el
bolsillo de los trabajadores. Necesitamos acuerdos firmes, que garanticen
avances reales como los conseguidos con la Flexibilidad Horaria y el Plus de
Conducción, dos logros arrancados gracias a la negociación seria y combativa de
nuestro sindicato.
La plantilla
sabe ya quién negocia para avanzar y quién prefiere bloquear para luego
rectificar en silencio.
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