Que pasen los señores Pedro Subijana, Andoni Luis Aduriz, Juan Maria Arzak, Martín Berasategui, Eneko Atxa, Hilario Arbelaiz, Karlos Arguiñano y la Cooperativa Mondragón por el Ministerio de Cristina Garmendia Mendizábal, la de Ciencia e Innovación, a cobrar los siete millones de euros, que se le ha concedido a la Basque Culinary Center Fundazioa, para poner en marcha un centro de investigación e innovación en ciencias gastronomicas.
Nada mas y nada menos, 1.166.781.000 de las antiguas pesetas, para enseñar hacer comidas y servir la mesa, por mucho que la ministra se empeñe en vestir la suculenta subvención con grandes palabras “para la formación, la investigación y la industria con la voluntad de ser agente tractor del desarrollo económico y social, especialmente necesario en la actual coyuntura de crisis económica”.
No me digan ustedes que no es vergonzoso, que en el momento actual, con una economía por los suelos, con unas necesidades sociales imposibles de cubrir, con casi cuatro millones de parados, se vaya a gastar el gobierno, siete millones de euros en construir un edificio, llenarle de cacharros de cocina, para que nuestros maestros cocineros impartan la formación culinaria que según el proyecto nos ayudara a salir de la crisis.
Que enorme despropósito, en tiempo de crisis el gasto publico se debe realizar con criterios rigurosos de prioridad, y estoy seguro que su proyecto no lo es en este momento, por mucho que con su construcción se le pueda dar trabajo a un puñado de obreros.
Busquen ustedes lugares para impartir la formación culinaria, mientras dure la crisis, y que el gobierno socialista dedique esos siete millones de euros a otras actividades y/o gasto social que de verdad tengan un rendimiento mas justificado.
Nada mas y nada menos, 1.166.781.000 de las antiguas pesetas, para enseñar hacer comidas y servir la mesa, por mucho que la ministra se empeñe en vestir la suculenta subvención con grandes palabras “para la formación, la investigación y la industria con la voluntad de ser agente tractor del desarrollo económico y social, especialmente necesario en la actual coyuntura de crisis económica”.
No me digan ustedes que no es vergonzoso, que en el momento actual, con una economía por los suelos, con unas necesidades sociales imposibles de cubrir, con casi cuatro millones de parados, se vaya a gastar el gobierno, siete millones de euros en construir un edificio, llenarle de cacharros de cocina, para que nuestros maestros cocineros impartan la formación culinaria que según el proyecto nos ayudara a salir de la crisis.
Que enorme despropósito, en tiempo de crisis el gasto publico se debe realizar con criterios rigurosos de prioridad, y estoy seguro que su proyecto no lo es en este momento, por mucho que con su construcción se le pueda dar trabajo a un puñado de obreros.
Busquen ustedes lugares para impartir la formación culinaria, mientras dure la crisis, y que el gobierno socialista dedique esos siete millones de euros a otras actividades y/o gasto social que de verdad tengan un rendimiento mas justificado.