7 mar 2016

Apartado 18º.- E.F.I.E, y Talleres Canduela

 En el año 1996 el Consejo Regional del sindicato, después de un debate en profundidad sobre la formación profesional y el espacio que podría ocupar la USO en la región, nos decidimos a poner en marcha la Escuela de Formación Integral para el Empleo EFIE, conscientes de las dificultades que esta iniciativa traía consigo.

En primer lugar, para dotarnos de financiación – solo contábamos con un millón de las antiguas pesetas, que nos presto la confederación – y en segundo lugar definir que tipo de formación y especialidades concretas podíamos impartir, todo ello considerando el amplio abanico de centros de formación ocupacional existentes en la región, y sobremanera, la oferta de los sindicatos mayoritarios y patronal que venía de tiempo avalada por acuerdos con el gobierno regional.

Por lo que respecta a la financiación lo resolvimos con Caja Cantabria, gracias a un préstamo de doce millones de pesetas a devolver en cinco años, que sirvieron para alquilar una nave de cuatrocientos metros cuadrados, y aulas en la calle Candina, con las que conseguimos la homologación ante el INEM, y posteriormente por la Dirección General de Trabajo. En cuanto a las especialidades, después de darle muchas vueltas nos decidimos por la fontanería, calefacción, y gas en IG1 y IG2, especialidades que nos generaron cierto reconocimiento entre los profesionales de la construcción - en ello tuvo mucho que ver José Ramón Lavín, a quien agradezco mucho su empeño por nuestro proyecto formativo - y las vinculadas al Medio Ambiente, especialidades que nos parecieron de futuro.

Posteriormente y como complemento a la formación dentro del sector de la construcción, solicitamos con éxito la homologación de centro para la obtención del Carnet Profesional de Instaladores de Gas, que facilitaba el Ministerio de Industria del Gobierno Central, homologación que tenía en exclusiva el ITEC, dependiente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Cantabria.

Con estos mimbres nos lanzamos a poner en marcha EFIE, con escasa experiencia y pocos conocimientos técnicos, a no ser los obtenidos del centro de formación de la USO de Asturias. Enseguida nos dimos cuenta que el éxito de nuestro proyecto formativo iba a estar condicionado a los acuerdos que pudiéramos alcanzar con las diversas administraciones de los gobiernos central y autonómico, acuerdos que dependerían en buena medida de las relaciones institucionales que precisamente nunca fueron nuestro fuerte.

En paralelo al centro de formación, creamos Cantuso Sociedad Limitada, una empresa de servicios cuya titularidad era en exclusiva del sindicato, y que tenia entre otras funciones ayudar a los alumnos que finalizaban los cursos a encontrar un trabajo en las empresas privadas que colaboraban con nosotros o en la economía social bien a través del autoempleo o impulsando algún tipo de sociedad laboral.

Si tuviera que hacer un pequeño resumen estadístico y valorativo de EFIE, este no podía ser mas que positivo, fueron  más de 700 los alumnos - durante el tiempo que yo fui secretario general - repartidos en unos 51 cursos los que pasaron por la escuela, que en más del 90% recibieron la calificación de aptos con una inserción laboral alta principalmente en los cursos de Fontanería y Gas, inserción laboral que alcanzo el 68% en los seis meses posteriores al acabar el curso por lo tanto datos y valoración positiva.

Unos años después sin muchas explicaciones, el sindicato procedió a cerrar la escuela, liquidar su patrimonio, despedir a los profesores sin darles razones suficientes en definitiva, dar un salto hacia atrás en la política de servicios sindicales, y todo ello, para al final suscribir un acuerdo de formación profesional con la patronal PYME del Metal para ayudarles a llenar los cursos, en fin decisiones poco discutidas y bastante regresivas para el desarrollo de la organización, pero esto no deja de ser una opinión personal.
 
Con este relato de antiguos hechos sindicales que han marcado bajo mi punto de vista, el devenir del sindicato en Cantabria, me dispongo a modo de epilogo, a contar mi salida del sindicato, que por desgracia no ha estado exenta de confrontaciones, en muchos momentos difíciles soportar, por actuaciones entre personas que provocaron mi distanciamiento en cuanto a su estructura y cuadro dirigente no así entre compañeros y amigos militantes, entre quienes me encuentro perfectamente identificado y en muchos casos a su servicio.

Talleres Canduela

Pero antes de narrar esta ultima parte, permitirme una breve nota sobre algunos asuntos sindicales que actualmente me ocupan y preocupan como el juicio de la antigua Grúas Canduela, todavía en fase de instrucción después de ocho años que se promovió denuncia ante la Inspección de trabajo y fiscalía, denuncias por delito contra los trabajadores y alzamiento de bienes.

Recordar a Talleres Canduela también es recordar la historia de nuestra organización, en esa empresa trabajo uno de los fundadores de la USO Cantabria, Juan José González Salas, que como ya comente anteriormente falleció muy joven, por lo que no participo en los hechos que provocaron el cierre de su empresa.

Traer a estos comentarios sindicales a Talleres Canduela se justifica por los hechos que han ido sucediendo desde 1997 año que fue vendida a Serveis Administratius de Tarragona inicio de problemas y más problemas en su desarrollo como una de las principales empresas de grúas del sector de la construcción, problemas que han tenido a la ingeniería financiera como baluarte a la hora de recoger los importantísimos beneficios que se dieron con el bom de la construcción en España.

Y cuando digo ingeniería financiera me estoy refiriendo, a que por la venta de sus terrenos en episodios sucesivos pasaron al menos nueve sociedades entre inmobiliarias, sociedades limitadas y entidades bancarias, muchas de ellas de apariencia legal pero sociedades instrumentales a la postre, y como empresas de producción industrial ocho, también la mayoría instrumentales, que esperamos  se pongan en evidencia ante el juzgado para que se las pueda condenar y con ello a sus titulares por presunto delito social asumido por la fiscalía, y agencia tributaria entre otros que también se han visto engañados por unos “artistas” que no dudaron después de haber ordeñado a una marca prestigiosa como fue grúas canduela, despedir a la totalidad de la plantilla - sesenta trabajadores – y llevarse todos los activos a distintas empresa de Zaragoza.

Y mientras tanto a la espera del juicio, los trabajadores siguen atentos a las operaciones de compra venta, que sobre los terrenos – 9.500 metros cuadrados calificados de Espacio Terciario por el Ayuntamiento de Santander – se van  producido hasta llegar a su actual titular Construcciones C15 – S.A, quien los ha cedido para su explotación a el Supermercados LIDL, empresa que conoce perfectamente la situación jurídica de los terrenos.

Destacar que la Agencia Tributaria también abrió Procedimiento de Derivación de Responsabilidad Tributaria, declarando que los administradores de estas sociedades encadenadas estaban creando un conjunto de negocios para reducir los activos líquidos a favor de los socios, a traves de cuantiosos gravámenes hipotecarios sobre los terrenos y sede de la actividad, actuación administrativa que demuestra que no solo los trabajadores han sido agraviados en sus derechos sino la propia administración con el engaño tributario.


En mi calidad de asesor sindical desde el principio me he sentido vinculado a este grave conflicto, la USO no solo tenía afiliados entre los despedidos sino representación sindical en el Comité de Empresa lo que nos obligaba al asesoramiento y en buena parte representación de los trabajadores, por eso no dudamos en presentar denuncias ante la inspección de trabajo, juzgado de lo social y fiscalía general de Cantabria, actuaciones que esperemos sirvan para que el juzgado pueda dictar sentencia a favor de los trabajadores y contra los empresarios una sentencia ejemplar que no les permita cometer actuaciones como las que he comentado.

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