Hasta aquí el inicio y final de un
tiempo transcurrido entre los años 1973 y Julio del 2005 - soy preciso en las fechas por ser final del
quinto congreso regional del que fui Secretario General – e inicio de una nueva
etapa que nació con dificultades, las mismas que habían arrastrado a la comisión
ejecutiva durante demasiado tiempo, problemas de relaciones entre sus miembros,
aderezados por otros dirigentes de segundo nivel que acertaron en sus críticas
a minar la voluntad de parte de la dirección.
Y cuando los problemas se vuelven
insoportables y además afectan a las relaciones humanas la solución casi
siempre es buscar a otros dirigentes, en este caso de ámbito nacional, para que
ayuden a resolverlos desde la lógica de integración de todos, cosa que en el
caso de Cantabria no se pudo lograr por la gestión del supuesto moderador
Ladislao Pérez, secretario de organización quien muy pronto tomo partido
aislando a los supuestos discrepantes.
Fueron muchas las reuniones que se
celebraron, incluso con la presencia del por aquel entonces Secretario General
Benito López, la cosa no tuvo solución al final, una Gestora totalmente parcial
de la que yo forme parte, fue la que llevo a la celebración del sexto congreso
regional.
Y todo esto adornado con una “Resolución”
que con muy buenas palabras, intento resolver el grave conflicto, solo
conseguido cuando se anuló la capacidad de presentar candidatos a la dirección
regional como siempre se había hecho, es decir con candidatura abierta. Para
ello en el mismo congreso de forma
bastante torticera se presentaron las correspondientes enmiendas que obligaban
a presentar candidaturas cerradas y bloqueadas, situación que evito pudieran
presentarse otros compañeros a la dirección, un golpe bajo que en la historia
del sindicato en ningún punto de España se había dado nunca, por cierto
“actuaciones” que vulneraban de forma radical una de las orientaciones
recogidas en aquella Resolución “la normalización de las relaciones en el interno
de la ejecutiva y para ello la elaboración de una candidatura y modelo orgánico
de consenso”.
Ladislao como principal actor de esta
triste historia , quizá con el ánimo de calentar el oído a los unos y a los
otros, no dudo en escribir en su resolución de mayo del 2005, por ejemplo la
presencia de Agustín y Justino en la ejecutiva regional como miembros “no
ejecutivos” pero de importante influencia y control al ser máximos dirigentes
de Torrelavega, o la “exagerada influencia dada mi larga experiencia como
secretario general”, o el vacio que se produjo en la ejecutiva “cuando Pepe Vía
se quito del medio para irse a la confederación”, perlas entre otras, que por
alagar incluso intentaban buscar una salida a mi “necesaria renovación”.
Con estos
mimbres, lo que había sido un periodo sindical el del quinto congreso, con
aciertos y errores, como todo en la vida, se convirtió en algo oscuro y en
confrontación. Cuatro miembros de la ejecutiva perfectamente agrupados y
dirigidos por el secretario confederal, aprovechándose de una falsa mayoría
decidieron “renunciar a desarrollar sus funciones y a dirigir el sindicato a la
vez que pedían a la Comisión Ejecutiva Confederal que asumiera la dirección de
la Unión Regional hasta la celebración del 6º Congreso”, situación que se resolvió con el nombramiento de una Gestora en
Julio del 2005, incapaz de aglutinar las diversas opiniones y sensibilidades
del sindicato.
Unos meses antes
de la finalización de ese quinto mandato congresual, tuve una reunión con José
Vía secretario confederal de acción sindical, quien dijo hablar en nombre de la
Confederación, donde quedo muy clara mi disposición a no presentarme de nuevo a
cargo ejecutivo alguno, reunión que incluso dio de si, para tratar sobre mi
relevo, que según Vía la dirección confederal ubicaba por este orden. Primero
Agustín García Benito, segundo José María Mateos y en tercer lugar Mercedes Martínez
Zubimendi, una terna con la que yo estaba totalmente de acuerdo, sobremanera
con Agustín dirigente del sector de comercio, con importante número de
afiliados y presencia en el comité de empresa donde trabajaba.
Pues bien, en
apenas un mes de esa reunión, un puñado de dirigentes de la unión comarcal de
Torrelavega, en cena clandestina se conjuraron para condicionar la renovación,
y lo que debió ser limpio y transparente, se convirtió en algo oscuro y sucio,
en un intento por provocar mi aislamiento y
desconfianza en un dirigente
fundador del sindicato y con más de cuarenta años de militancia, los problemas
hicieron el resto, problemas que bien se pudieron atajar a nada que hubiera
sido un poco valiente Pepe Vía explicando en Torrelavega el acuerdo que en
nombre de la ejecutiva confederal había llegado conmigo.
Como he
comentado anteriormente hasta la fecha del sexto congreso regional en
Cantabria, el único sistema de elección para ejecutiva, era el de candidatura
abierta, tanto para su elección como para la presentación de candidatos,
principio consolidado en todos los estatutos regionales y confedérales desde la
fundación del sindicato, pues bien ante el miedo a que hubiera más candidaturas
que la oficial y con la aquiescencia, siempre del secretario confederal de
organización, una enmienda in voce dentro del propio congreso, bloqueo la
presentación de candidatos al obligar a presentarse a través de candidaturas
cerradas y bloqueadas, vamos todo un derroche de pluralidad, para lo que debió
ser una fiesta democrática convertida en una victoria pírrica, que dejo tocada
la organización.
La sinrazón
llego incluso a prohibirme dar mi último informe de gestión, nuevamente el
miedo a que mi intervención pusiera en peligro la elección de la ejecutiva
regional prefabricada por la confederación, provoco que solo pudiera dirigirme
al plenario en calidad de asistente al congreso y no como secretario general
saliente, una situación que a fuerza de ser sincero debo reconocer que me
produjo cierto enojo, porque habían sido muchos años de militancia comprometida
y de respeto a la USO que se tiraron por la borda.
Una breve
intervención a modo de reflexión fue todo lo que se me permitió hablar en el
congreso regional, y una auto limitación por mi parte para no causar más
dificultades me llevo a tomar la palabra en el turno de afiliados para destacar
entre otros que:
Me hubiera gustado presentar el Informe de Gestión
correspondiente al V Congreso Regional, del que fui Secretario General y que
transcurrió entre el 5 de Julio 2001 a Julio del 2005,gestión de un responsable sindical fundador de la USO en
Cantabria. No ha sido posible, que le vamos hacer, razones diversas han
impedido que tomara la palabra, pero no podía negarme a mi mismo el derecho a
despedirme de vosotros, a despedirme
después de 30 años de militancia obrera y de 3 mandatos como responsable máximo
del sindicato en Cantabria.
Hoy, finaliza para mi una etapa de actividad
sindical en la primera línea, y lo hago con la incertidumbre que siempre se
tiene a lo desconocido, y digo desconocido por que no se lo que va a pasar, lo
que si se, es que en mi condición de permanente sindical voy a seguir estando a
vuestra disposición, Antonio Saiz Pi, trabaja en la USO desde año 1982, y en
todos estos años, mi entrega al sindicato ha sido de fiel compromiso, a él le
aporte no solo la militancia sino mis conocimientos como Graduado Social, y deseo
seguir haciéndolo, porque puedo y debo seguir aportando al conjunto del
sindicato lo que precisamente él medio, valores sociales, conocimiento
sindical, solidaridad, respeto a la persona, compromiso para con el mas débil,
capacidad de lucha reivindicativa, y un largo etc., que siempre le agradeceré.
Compañeros y amigos, vaya por delante mi
reconocimiento para todos aquellos que nos hemos acompañado en este largo
viaje, que es la historia de la USO, para vosotros muchas gracias me habéis
dado la oportunidad de trabajar en lo que me gusta, trabajar con lo que me
siento identificado, y porque no
decirlo, trabajar en los temas sociales en
al más amplio sentido de la palabra y con ello identificar mi condición
moral como persona.
Una
intervención en la que no pude valorar la gestión, incluso la desarrollada
después de que José Vía abandonara la ejecutiva regional, y resolviera su
problema con la Sección Sindical de Solvay. Para sustituirme en el debate de
gestión fue eligió a Miguel Ángel González Colsa que tomo la palabra, mas como
candidato oficial que como gestor de la actividad sindical de los cuatro años
anteriores.
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