1 ago 2015

Apartado 4º.- Haciendo memoria “Así empezó todo” El sindicato en marcha

 El cuatro de Noviembre de 1976, se celebro el primer acto sindical unitario entre USO,  UGT y CCOO, fue solicitado de forma oficial ante el Gobernador Civil de Santander, Gabriel Peña Aranda, que no se caracterizaba precisamente por llevarse bien con las organizaciones democráticas y por supuesto sindicales. Era un tiempo en el que empezamos a ganar el pulso a las instancias políticas de la dictadura, aunque para ello tuviéramos que disfrazar los actos sindicales y políticos como actos culturales.
Y este no podía ser menos, recuerdo que lo celebramos en el Instituto de Bachillerato Villajunco de Santander, como ponente de la conferencia genérica sobre la “Problemática Sindical” el compañero Nacho Pérez, trabajador de Nueva Montaña Quijano militante histórico de la UGT, y muy comprometido con la clase trabajadora desde mucho antes de la entrada de la democracia.

La autorización administrativa la hicimos José Luis Cos García, Miguel Ángel García Cuetos y Antonio Saiz Pi, al amparo de una norma legal del 1976 administrada por la Presidencia del Gobierno de  Carlos Arias Navarro, que de  alguna forma regulaba el derecho de reunión, pero totalmente limitado a las decisiones personales del gobernador civil de turno, en nuestro caso bordeándola conseguimos que la reunión no fuera reventada por la policía armada que estuvo fuera del instituto durante todo el acto.

Ni que decir tiene que la conferencia del bueno de Nacho se dio, pero fue un mitin puro y duro de las organizaciones sindicales, que dejo pequeño el pabellón polideportivo del instituto, un acto que recuerdo con cierta nostalgia, los sindicatos estábamos hermanados teníamos muy claro los objetivos, y no las mezquindades de protagonismo que posteriormente presidirían las relaciones sindicales.

 
Este procedimiento también fue utilizado por USO en sus actos sindicales, el primero de ellos, en Febrero de 1977, en la Iglesia de Sierrapando de Torrelavega, a cargo compañeros del sindicato del país vasco, por cierto que uno de ellos había salido de la cárcel de Bilbao el mismo día, la propuesta cultural que utilizamos fue la presentación de un libro.

En la USO de aquel entonces y mucho me temo que también ahora éramos polémicos, discutidores hasta el infinito y, por supuesto, novatos de casi todo, producto de una época, de momentos convulsos que se iniciaron cuando todos sabíamos que los cambios a la democracia estaban a la vuelta de la esquina.

En ese contexto, surgieron muchas discusiones entre nosotros, que nos llevaron a enfrentamientos muy serios, y que estuvieron a punto de fraccionar lo que apenas tenia unos años de vida, enfrentamientos que en buena medida fueron resueltos con el nombramiento por parte de la Ejecutiva Confederal de una Comisión Gestora el 24 de Enero de 1978.

Ese fue el primer órgano de dirección del sindicato, muy lejos de la celebración de un congreso que se tuvo que demorar durante algún tiempo, a la espera de poder normalizar mínimamente la vida interna del sindicato. Los compañeros que formaron aquella gestora de integración entre comillas de las diversas sensibilidades fueron, Venancio Gancedo, Juan José González Salas, Manuel González, Felipe Polidura, José Luis Santamaría, Marisol Mata, Antonio Flores, Paco Aedo, Francisco Palazuelos, Alberto Cayon, Belisario Gutiérrez, y Cesar Martínez García, ellos asumieron la responsabilidad de llevarnos hasta la celebración del Iº Congreso Regional, que se celebraría a finales de ese mismo año, siendo elegido José Luis Santamaría como Secretario General quien asumió la responsabilidad con muchas dificultades organizativas que pronto llevarían a un reguero de dimisiones, la mayoría por problemas de relaciones personales, difíciles de resolver.

El II Congreso, lo celebramos seis años mas tarde en 1984, resulto elegido Secretario General, Juan José González Salas. Su mandato se caracterizo también por fuertes tensiones, pero ya no tanto por enfrentamientos personales, sino por la incorporación de nuevos colectivos independientes que provocaron tensiones entre militantes que al final pudimos reconducir, aportando al sindicato nuevos afiliados y mas representación en las empresas, a la vez de nuevos dirigentes a la vida orgánica aportando más pluralidad sindical a la USO que por aquel entonces, tenia excesivos corsés ideológicos que provocaban algún que otro rechazo a estos colectivos.

El tiempo es el mejor juez para valorar las acciones de todo tipo y las sindicales también, y ese tiempo nos llevo a concluir que la apertura del sindicato a estos colectivos fue una magnífica propuesta, de la que nos ayudamos todos y con la que pudimos soldar una alternativa sindical independiente con historia y fuerte componente ideológico que hoy vértebra en exclusiva nuestra organización.

Con el III Congreso Regional, celebrado en 1991, se inicio una nueva etapa mucho más tranquila, fui elegido Secretario General, y se dieron algunas condiciones favorables que propiciaron un crecimiento de afiliados significativo. A mi modo de entender se debió principalmente al desarrollo de una acción sindical de mucho impulso, en muchas ocasiones de confrontación con los otros sindicatos que por aquel entonces – vamos igual que ahora – hacían del pacto social con la patronal y el gobierno su única estrategia. Fueron años de consolidación organizativa, que en buena medida marcaron los congresos siguientes, de los años 1996 y 2001 donde también fui elegido Secretario General.

 

Y llego el 20 de Marzo del 2006 y lo que había sido un periodo sindical importante y con aciertos en el trabajo del sindicato se convirtió en algo oscuro y en confrontación, cuatro miembros de la ejecutiva regional perfectamente agrupados y dirigidos por el Secretario Confederal de Organización Ladislao Pérez Iglesias, aprovechándose de una falsa mayoría decidieron “renunciar a desarrollar sus funciones y a dirigir el sindicato y pidieron a la Comisión Ejecutiva Confederal que asumiera la dirección de la Unión Regional hasta la celebración del 6º Congreso”, los Estatutos Confedérales recogían la posibilidad de crear Comisiones Gestoras en los lugares en conflicto y una vez terminado el mandato del quinto congreso – Julio del 2005 - así se hizo en la Unión Regional de Cantabria.

Se constituyo una Comisión Gestora ( que no recogió las diversas sensibilidades del sindicato ) y con el apoyo de la Confederación comenzó la preparación del nuevo congreso que se demoraría  veintisiete meses, y que tuvo de todo incluso la modificación del sistema de nombramiento de la Comisión Ejecutiva Regional.

 Hasta la fecha en todo España el único sistema de elección, era el de candidatura abierta y elección directa al candidato - principio consolidado en todos los estatutos regionales y confedérales - pues bien ante el miedo a que hubiera más de la candidatura oficial y con el permiso del Secretario Confederal del sindicato una enmienda presentada con nocturnidad en el mismo congreso bloqueo la presentación de nuevos candidatos forzando el voto para la única candidatura completa presentada, y lo que debió ser una fiesta democrática fue una victoria pírrica que dejo tocada la organización y que a la postre provocaría problemas mayores. 

Los prolegómenos a tanto desatino se iniciaron unos meses antes de finalizar mi último mandato. En la cafetería Chiqui del Sardinero, celebre una reunión instancia de José Vía Iglesias Secretario Confederal de Acción Sindical, (quien dijo hablar en nombre de la Ejecutiva Confederal) en la que acordamos abrir el debate para nominar a un nuevo Secretario General en Cantabria barajando tres compañeros (Agustín Gracia Benito, José Mª Mateos López y Mercedes Zubimendi) como posibles que a su vez habían sido nominados por la propia Comisión Ejecutiva Confederal. Por mi parte quedo perfectamente aceptado dicho planteamiento para su traslado a la ejecutiva, y con ello dar los pasos pertinentes. 

Pues bien, por lo sucedido posteriormente, no basto esa conversación primando sobre ella, interés particulares que condicionaron lo que debió ser una renovación limpia y transparente, intereses que provocaron mi aislamiento ante las decisiones que se fueron tomando, la de un dirigente fundador del sindicato en la región y con mas de cuarenta años de militancia - de ello hablare en los apartados de este relato HACIENDO MEMORIA - la sinrazón llego incluso a prohibirme dar mi último informe de gestión, el miedo a que mi intervención pusiera en peligro la elección de la ejecutiva regional prefabricada por Ladislao Pérez en nombre de la confederación, provoco que solo pudiera dirigirme al plenario en calidad de asistente al congreso y no como secretario general saliente. 

Y no se pudo contar y por supuesto valorar, lo que fue la gestión sindical llevada a cabo después de que José Vía Iglesias abandonara la ejecutiva regional para irse hacer “fortuna” a la ejecutiva confederal, la gestión de un sindicato que estuvo presente en el Consejo Económico y Social de Cantabria participando en la elaboración de importantes dictámenes y leyes a través de la Comisión de Calidad de Vida y Desarrollo Territorial, tampoco pudimos hablar de la afiliación que había incremento en un 34 % durante aquellos cuatro años, o del resultado electoral que nos dejo a 42 delegados del objetivo de 400 que nos habíamos marcado, en definitiva, se le privo al congreso de un debate profundo sobre la realidad de la gestión del 5º congreso, sustituido por una intervención deslavada de Miguel Ángel González Colsa que tomo la palabra, mas como candidato oficial que como representante de la ejecutiva saliente. 

Durante ese periodo se llevaron a cabo importantes actividades en materia de inmigración, conseguimos agrupar entorno al sindicato, unas diez asociaciones de diversos países latinoamericanos, a través de un programa de acción que vertebraba el Festival por La Integración durante tres años, paso desapercibida la gestión del compañero José María Mateos López responsable de Sotermun y Presidente de las ONGs de Cantabria, con una magnifica gestión de proyectos solidarios destinados principalmente a países latinoamericanos.  

El compañero Chema Mateos llego a gestionar alrededor de 100.000 euros durante el mandato del quinto congreso, que fueron destinados entre otros proyectos a la construcción de una carretera en la Aldea Pelón de Honduras, a la edificación de dos aulas de formación profesional, y a la fabricación de mermeladas conservas y mieles de frutas para familias de escasos recursos en Chile, a diversos proyectos como un taller para adolescentes dedicado a la artesanía de cuero, un taller de costura para madres y adolescentes victima de la violencia en Argentina  y la presencia de tres cooperantes que a instancia de Sotermun se desplazaron durante al algún tiempo a la Sociedad Protectora de la Infancia en Chile, para trabajar con los niños y dejar constancia de la solidaridad de la USO, con los países más necesitados. 

 
El trabajo en la prevención de riesgos laborales, fue prioritario para la concienciación de los representantes sindicales de las empresas, para que entendieran que las acciones reivindicativas en salud laboral eran estratégicas para el sindicato e imprescindible para los trabajadores, desarrollamos un buen programa de formación y campañas de concienciación entre otras sobre tabaquismo, alcohol, ruido, jornada de trabajo, riesgos en las oficinas, en el comercio, y drogadicción en el ámbito laboral, a través del cual se formaron algunos compañeros como, mediadores. 

Por no debatir, ni tan siquiera lo hicimos para hablar de la huelga general del 2002 que la USO convoco al margen de los otros sindicatos. Una huelga general contra el gobierno del Partido Popular por su empeño en implantar una política económica, social y laboral que entre otros efectos, congelo el salario del personal funcionario, que implanto - con el concurso de CCOO - un contrato de carácter indefinido con indemnización reducida, incremento el periodo de carencia para el cálculo de las pensiones, elimino el PER para los trabajadores del campo y todo ello a cambio de nada. 

Se paso de puntillas a la hora de analizar la conflictividad en la que participo el sindicato principalmente en Trefilerías Quijano, Sniace, Candemat, Ferroatlantica, Servicio Municipal de Transportes Urbanos, Aspla, Simsa, empresas que habían estado en el candelero sindical por motivos diversos, y donde la USO había tenido un protagonismo importante. 

Nada sobre la Escuela de Formación Integral para el Empleo, a pesar de que nuestra gestión formativa estaba generando importantes niveles de inserción profesional a través de los cursos de fontanería, gas y carnets profesionales, habíamos realizado durante el periodo 2001 al 2005, veintitrés cursos por los que pasaron 320 alumnos, de los cuales 309 el 96% fueron calificados de Aptos, con un nivel de inserción laboral de 210 alumnos el 68%. 

Nada sobre la integración de importantes colectivos independientes, sobre la gestión en materia de relaciones institucionales, sobre el 1º Curso Integral de Formación de Cuadros al que asistieron 33 compañeros, nada de nada, estábamos más preocupados por si al final había más de una candidatura y como evitarla, que para rendir cuentas de la gestión. 

Una breve intervención a modo de reflexión fue todo lo que pude hablar en el congreso regional, por la auto limitación que me impuse para no causar dificultades a la organización y mucho menos después de haber expresado públicamente mi posición favorable abandonar la secretaria general, auto limitación que algunos compañeros todavía hoy no han comprendido, ellos hubieran querido que mantuviera posiciones más críticas.

 

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