Iñigo de la Serna y Lorenzo Vildal de la Peña |
La verdad que resulta
bastante ridículo ver el debate en el que se han enredado el Presidente de la CEOE
Vidal de la Peña y el Ministro de Fomento Iñigo de la Serna, con el Presidente
de Cantabria Miguel Ángel Revilla por un nuevo
- por calificarlo de algo – plan de desarrollo regional que seguro no será
otro que un remix de todos aquellos que se han venido elaborando desde hace
años por Sindicatos, Patronal. Universidad, Consejo Económico y Social, Sodercan
entre otros, que nos han venido recetando soluciones a los problemas endémicos
que tienen nuestra región.
Y eso por no situarnos
en tiempos más pasados en los que se hablaba de desarrollo - en muchos casos
financiados por recursos europeos - que nos dibujaban un futuro de crecimiento
económico muy especializado y competitivo ante las regiones europeas y por supuesto
españolas.
Palabras y mas palabras
que se acompañaban de estadísticas y graficas diversas, más o menos
intencionadas, que no han hecho más que dibujarnos una región nada competitiva
y siempre amparada al cobijo de la evolución económica del conjunto del país,
porque Cantabria como tal siempre ha sido incapaz de definir un espacio económico
propio por el que luchar a medio y largo plazo.
Y ahora va el bueno de
Lorenzo Vidal de la Peña con el concurso de Iñigo de la Serna, y se ponen a la
faena de elaborar un nuevo plan de desarrollo regional, - haya para el 2030 -
donde puedan caber promesas y mas promesas de inversiones millonarias del Ministro
y cambios estructurales en el Nuevo Patrón de Crecimiento del que es impulsor
el Presidente de la CEOE, y de paso se puedan beneficiar el uno y el otro, en las
próximas elecciones políticas que ya están a la vuelta de la esquina.
Porque ya me dirán ustedes,
que diferencia puede existir entre este nuevo invento, y el Acuerdo Marco por
el Empleo, la Adhesión Social y el
Desarrollo Económico de Cantabria 2015 - 2019 que firmaron nada más y nada
menos, que el Presidente Revilla, la Vicepresidenta Díaz Tezanos el propio Vidal de la Peña y los
Secretarios Generales de UGT María Jesús Cedrun y Carlos Sánchez de CCOO, y en
el que se comprometía entre otras cosas el Gobierno, a modificar la Ley 4/2009
de Participación Institucional de Cantabria, para incluir en ella un Consejo
General del Diálogo Social presidido por Miguel Ángel Revilla que le convertía
en un instrumento político de primer orden y que bien pudiera condicionar entre
otros el debate de los presupuestos regionales cada año, un acuerdo que abría espacios de debate a futuro para el
nuevo patrón de crecimiento económico, el impulso siempre pendiente para el
Besaya y para los sectores de Empleo, Medio Ambiente y Política Territorial,
Industria y Energía, Turismo, Comercio, Transporte y comunicaciones, Forestal y
Medio Ambiente, Obra Pública y Vivienda, Sanidad, Servicios Sociales,
Agroalimentaria y del Sector Pesquero, en todos ellos con la presencia directa
de los diversos Consejeros del Gobierno presidiendo cada una de dichas mesas.
Y ahora cabe hacerse la
pregunta, el Presidente de la CEOE va a ser capaz de condicionar con su nuevo
plan de desarrollo, al Gobierno de Cantabria, a la mayoría del Parlamento
Regional que en definitiva aprueba el gasto aña tras año, al Ministerio de
Fomento hoy en manos de Iñigo de la Serna y mañana dios dirá, de que estamos
hablando entonces, porque no se centra la CEOE y los sindicatos UGT y CCOO en
una estrategia común que obligue al gobierno regional a cumplir lo que firma y
a no demorar sine día soluciones urgentes de todos conocidas, después de los
muchos debates y planes de reindustrialización y desarrollo elaborados.
Hacer mala política con
la necesidad de Cantabria me parece vergonzoso, por eso no acabo de entender
este ridículo enfrentamiento entre el Gobierno de Cantabria y el Ministro de
Fomento, soy de los que pienso que Iñigo De la Serna está preparando el desembarque de nuevo en
Cantabria y la mejor forma para hacerlo
es enfrentándose con Miguel Ángel Revilla a base de promesas abiertas en el
tiempo y de paso criticar y minusvalorar las iniciativas políticas del gobierno
regional, y eso no es correcto, la participación del gobierno de la nación se
debe hacer con respeto institucional no metiendo el dedo en el ojo a nada que
se pueda, para eso ya tiene al Partido Popular, aunque mucho me temo que ante
su descomposición, el ministro ya ha tomado la decisión de intervenir en la
política regional directamente, una pena.
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