2 dic 2021

La poética del tango, Al mundo le falta un tornillo

Ríete tú de los economistas, políticos y demás voceros dedicados a comentar la crisis económica - la Gran Depresión - y tome buena nota, de cómo el tango, le dio sentido a la profunda pobreza, que lo genero allá por los años treinta, en buena parte del mundo. Enrique Cadicamo en 1932 escribió el tango “Al mundo le falta un tornillo” que pasó revista a la situación, desestabilizadora de la  económica, importada desde los Estados Unidos, y con un impacto duro para los países latinoamericanos, y especial a la Argentina, que hasta la fecha gozaba de una situación económica y social privilegiada. 

Las vacas gordas de Argentina se volvieron flacas, y con ello se perdieron muchas esperanzas sociales, a la vez que se abrían espacios políticos para sucesivas dictaduras militares. Y así, viendo como al mundo le faltaba un tornillo, el maestro Enrique Cadícamo compuso el tango con el que reflejo la desconcertante década de los años 30, abriendo un espacio a la interpretación artística y porque no decirlo, de análisis social para muchos ciudadanos del mundo en este momento. Y para describir estos años de necesidad y pobreza, el tango “Al mundo le falta un tornillo” arranca sus compases, recordando que la ciudadanía se encuentra triste, amargada, sin diversión, con hambre.

Todo el mundo está en la estufa
Triste, amarga'o y sin garufa Melancólico y cortao
Se acabaron los robustos
Si hasta yo, que daba gusto
¡Cuatro kilos he baja ‘o!

Y mucha necesidad, lo que hace que el mundo esté a salto de mata, a la embestida del puchero - inalcanzable para la mayoría – conformándose con la compra de diez de fiambre para comer y descansar, aunque la carne sea baja calidad.Y en esta situación, no es de extrañar que el tango se pregunte como se vive de apurado, provocador de rapiña y saqueo, donde hasta el ladrón se convierte en decente porque no encuentra a quien robar, y el honrado en ladrón por su afán en guardar los dineros.

El ladrón es hoy decente 
Y a la fuerza se hizo gente
Ya no encuentra a quién robar
Y él honra ‘o se ha vuelto chorro
Porque en su fiebre de ahorro
Él, él se afana por guardar

Concluye el tango con una especie de pregunta y a la vez reivindicación, haciendo una llamada para que venga otro mecánico que pueda arreglar el desaguisado en el  que vive medio mundo, por culpa de la Bolsa de Nueva York que hundió de forma estrepitosa e inesperada a muchos millones de personas.

Al mundo le falta un tornillo
Que venga un mecánico
A ver si lo puede arreglar

1 comentario: