La lista
tremenda, y el coste económico enorme como se ha demostrado en las revisiones
de las cuentas municipales. A saber:
El consabido
y muy discutido asunto de las basuras que le tiene temblando al propio
ayuntamiento, por si ASCAN ganase el pleito y les metiera un buen meneo a las
cuentas municipales, y mientras tanto CESPA afanándose en limpiar la ciudad,
con un éxito relativo, pidiendo y más pidiendo recursos de todo y tipo,
haciendo bueno uno de los argumentos de ASCAN. La licencia de limpieza fue
concedida a precio de ganga. Y junto a esta situación esperpéntica, la
cacareada Comisión de Investigación, como si con ella se pudiese a corto plazo
con tanto desatino.
Las
reiteradas reclamaciones – especialmente del PRC - para que se haga público el
famoso informe de los “técnicos” sobre el mini zoo de la magdalena, - ahora en
duda de que este encargado – mientras que las condiciones de salubridad, en las
que viven los animales siguen y siguen deteriorándose. Y en este orden de
limpieza los reiterados avisos que, desde Unidas por Santander, viene
denunciando por la formación de nuevos vertederos incontrolados de basura.
La falta de
constitución del tribunal económico administrativo de apelación de
reclamaciones, tribunal que debió estar constituido en 2003 y reclamado por el
exconcejal Mantecón en el año 2017, un tribunal que ahora, intentan constituir
a toda prisa, no vaya a tener problemas el ayuntamiento con las reclamaciones
por impuestos entre otras.
Los
problemas entorno a la gestión del Servicio de Parques y Jardines, problemas
añejos para un contrato nada despreciable de más de 12 millones de euros, que
se mueve en la mesa de contratación a merced del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales que según parece ha suspendido el proceso de adjudicación hasta que se aclare
la licitación, Problemas administrativos a los que se unen la falta de control
municipal, en amortizaciones, compra de materiales y herramientas, de personal,
etc.
Qué decir del
embrollo en las playas de la Magdalena y Los Peligros, por los espigones y acceso
a los arenales, barullo que está confrontando al ayuntamiento con la
confederación hidrográfica, y que al final pagaremos los santanderinos. O las
broncas en torno a la rehabilitación del Museo de Arte de Santander MAS con
incendio incluido, o las escaleras y rampas mecánicas que se rompen con
demasiada frecuencia, y solo contestada por el concejal Javier Ceruti a través
de una estadística fría, que en nada resuelve las dificultades de movilidad a
los ciudadanos especialmente a las personas mayores. O el retraso insoportable
en la ejecución del Plan General para la Zona del Cabildo de Arriba,
favorecedor del negocio urbanístico y la especulación.
Y ya puestos,
que decir de los presupuestos 2022, imposible de aprobarlos, salvo se pongan de
acuerdo la coalición municipal PP – Ciudadanos y Vox, y hagan posible un presupuesto,
al que según parece han renunciado todos los concejales, de uno y otro partido,
que no hacen más que esperar a que Ciudadanos le dé una patada a la coalición, que
al paso que va no le va a quedar ni tiempo.
En fin, un
desastre lo que está pasando en nuestro Ayuntamiento de Santander.
Todavía,no han hecho nada bien?,pues mira qué el gobierno de coalición de Cantabria,es para mirarlo,un abrazo amigo,y sigue así
ResponderEliminargracias por el comentario
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