3 sept 2025

Buruaga y la deuda de Cantabria: ¿Intereses de partido frente a intereses ciudadanos?

 

A la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, parece servirle cualquier argumento con tal de justificar su “no” —aunque sea temporal— a la condonación de parte de la deuda autonómica, cifrada en 809 millones de euros. Una decisión del Gobierno central que, en realidad, supondría aliviar más de un 24% de la deuda total de la comunidad.

En su empeño por no salirse de la línea marcada por Feijóo, Buruaga ha llegado a plantear que los cántabros debemos vernos no solo como ciudadanos de Cantabria, sino también como ciudadanos de España, para así rechazar la medida. Según su razonamiento, la quita equivaldría a añadir 523 euros más por habitante a los aproximadamente 33.000 euros de deuda global que soporta ya cada ciudadano en relación con el Estado. Un argumento, cuando menos, discutible.

El trasfondo político: Cataluña como excusa

Detrás de esta postura late más un motivo político que económico: la oposición sistemática a todo lo que tenga que ver con Cataluña. Bajo la coartada del “independentismo”, se pretende disfrazar lo que en realidad es una negativa de partido, aunque ello perjudique directamente a Cantabria.

Conviene recordar que Cataluña solo verá reducida su deuda en un 20%, mientras que comunidades como Canarias o Andalucía alcanzan rebajas de hasta el 50%. Entonces, ¿por qué rechazar una quita que objetivamente beneficiaría a los cántabros?

Consecuencias para los servicios públicos

Si esta posición no se rectifica, el daño puede ser grave. Estamos hablando de recursos imprescindibles para la sanidad, la educación y los servicios sociales, además de la posibilidad de abrir espacio financiero para nuevas inversiones a medio y largo plazo.

Una visión diferente: el PRC

Algún dirigente del PRC ya ha manifestado una posición favorable a aceptar la condonación. Lo hace no solo por razones de necesidad social, sino también denunciando la actitud demagógica que el PP pretende imponer con su “no por Cataluña”. Sería importante que esta línea la hiciera suya también Paula Fernández y la dirección del partido, ya que podría condicionar de forma decisiva la negociación de los próximos presupuestos regionales.

El debate de la financiación autonómica

A la polémica se han sumado presidentes autonómicos del PP —y también el socialista Emiliano García-Page— reclamando un modelo de financiación autonómica basado en igualdad y solidaridad. Como si la condonación se hubiera aprobado de forma arbitraria, al margen de criterios objetivos y proporcionales.

Pero la cuestión no tiene por qué ser excluyente: se puede aplicar la quita aprobada y, al mismo tiempo, abrir negociaciones en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para consolidar un nuevo modelo de financiación que respalde a la mayoría de comunidades.

Una oposición visceral

En mi opinión, la postura actual del PP, con la ayuda de García-Page, carece de razones de peso. Responde más bien a una oposición visceral contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Y si para desgastarlo hay que sacrificar la condonación de la deuda y con ello los intereses de los cántabros, parece que a algunos no les tiembla la mano.

Ya lo dijo en su día Cristóbal Montoro: “que fracase, ya vendremos nosotros a arreglarlo”

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