Monumento a los Caídos en el Este, a las deportaciones de polacos a la Unión Soviética
12 jun 2017
30 may 2017
¿Hasta dónde podemos llegar? Siempre existe una línea que no se debería sobrepasar
David Ramos Saiz y Marta Saiz Echezarreta
Graduados en Enfermería
A lo largo
de la historia la figura médica ha
pasado del chamán, dónde se utilizaban curaciones emanadas de la magia y la
religiosidad; a la figura omnipotente,
dónde se sobreentiende que el médico tiene toda las soluciones para conseguir
nuestro bienestar y reponer nuestra salud. Atravesando el paternalismo
tradicional que ha marcado esta disciplina durante siglos.
Esta idea
basada en que la medicina tiene la solución a todos los problemas de salud, conlleva
tanto a que las actitudes del personal sanitario vayan enfocadas a la salvaguarda de la vida
biológica, un bien que debe ser salvado
ante todo pronóstico, cómo a que los propios familiares quieran salvar la vida
de su ser querido, sin importar las consecuencias de esa decisión y sin
escuchar las nulas posibilidades de éxito. Todo esto hace que se intente por
todos los medios preservar la vida del paciente, sin atender la decisión de
nuestro objeto del cuidado, que quizá sea la de morir con dignidad.
Se entiende
por encarnizamiento terapéutico, furor, obstinación o distanasia a la
realización de prácticas clínicas diagnósticas y/o terapéuticas, que no
benefician al enfermo que se encuentra en estado terminal e incluso llegan a
provocarle un sufrimiento añadido.
Esta
obstinación terapéutica, como se expresa en párrafos anteriores, es debida a la
intención, por parte del médico de realizar todo lo posible para conservar la
vida del paciente, bien, por miedo a ser acusado
por
negligencia y/u omisión ante las presiones familiares, o bien, por su propia
ética personal de salvaguardar la vida. Además, en algunas ocasiones puede
existir un interés personal de carácter científico, investigador (aprender más
sobre el caso).
Para
identificar este conflicto, los profesionales de la salud deben saber adoptar y
saber desarrollar una comunicación eficaz, incluyendo una escucha activa, que
es primordial en toda atención sanitaria. Para ello, se debería aumentar la
formación sobre enfermedades terminales, con el fin de aprender, no solamente a
instaurar un tratamiento, sino también a enfocar la situación hacia un ámbito
psicosocial, utilizando herramientas que no sólo nos permitan evitar el dolor y
el sufrimiento, sino que también nos ayuden a enfrentarnos a los pensamientos y
actitudes tanto del paciente como de las familias.
Una vez
identificada la situación, es necesario conocer la legislación publicada en
nuestro país que aunque es muy escasa nos ayuda a saber cómo debemos actuar.
En primer
lugar debemos referenciar la Ley de Autonomía del Paciente (14/2002) que
desarrolla dos temas importantes. Primero, respetar el derecho de los pacientes
o representantes legales, cuando éste no pueda expresar sus decisiones y
segundo, dar la información completa del proceso asistencial al paciente o
representante legal, si procede.
Además, esta
ley incluye el Documento de Instrucciones Previas. Este documento deja por
escrito las voluntades que una persona quiere tomar cuando se encuentre en un
estado en el que no pueda tomar sus propias decisiones, así como, el destino de
su cuerpo una vez haya fallecido.
Aunque es un
documento de obligado cumplimiento, a excepción de que pongan en peligro la
salud pública, la realidad es que no se efectúan, en ocasiones por
desconocimiento del mismo.
Otra
legislación a tener en cuenta se encuentra en el código penal en su artículo
143, que regula el proceso final de la vida pero nunca la eutanasia o el
suicidio colectivo. Este artículo fue modificado en 1995, dejando impune la
eutanasia indirecta, como el adelantamiento de la muerte por sedación
paliativa, o los comportamientos omisivos
Existen
legislaciones en ciertas comunidades autónomas como son Andalucía, Aragón y
Navarra que han desarrollado leyes que prohíben el encarnizamiento terapéutico,
así como el rechazo por parte del paciente de tratamientos que prolonguen su
vida de forma innecesaria, el resto de CCAA, se siguen acogiendo a la Ley
Básica Reguladora de Autonomía del Paciente.
Por otro
lado, Los códigos deontológicos tanto del personal médico, cómo del de
enfermería recogen en un artículo las premisas a tomar en situaciones de trabajo con enfermos
terminales.
Con todas
estas palabras, intentamos que se reflexione acerca de la idea del
encarnizamiento terapéutico, el cual, forma parte de nuestra rutina habitual de
trabajo de forma inconsciente, puesto que, el no conocimiento de este concepto
junto al desconocimiento del trato de enfermos terminales y las situaciones
conflictivas que alrededor de estos se producen, hacen que, no sepamos identificar
cuál es el riesgo beneficio de una prueba diagnóstica o de un tratamiento, es
decir, que no sepamos reconocer donde está la línea que no se debe sobrepasar
si no existen posibilidades de curación.
NUBEROS
CIENTIFICA
Revista de
la Fundación de la
Enfermería
de Cantabria
29 may 2017
El Igualatorio Médico cierra el grifo. Intentaremos que nos dejen patalear al menos.
Jose Mª Mateos Lopez |
La Sección
Sindical de USO en el Ayuntamiento de Santander parece sorprendida por el giro
radical que en materia de asistencia médica se va a producir a primeros del año
que viene, según han publicado recientemente, “el Igualatorio Médico ha
denunciado el Convenio de asistencia sanitaria que va a afectar a unos 350
funcionarios con grave repercusión también en sus familias.
Según parece el
concejal Pedro Nalda en un arranque de “defensa
encendida de la sanidad pública” y rompiendo con la tradición favorable del
Consistorio a pactar con la Mutuas Sanitarias, se dispone a romper con una
política de muchos años abriendo espacios nuevos, para que el Servicio Cántabro
de la Salud se pueda hacer cargo de la asistencia sanitaria del personal del
Ayuntamiento, iniciativa con la que USO pudiera estar de acuerdo.
Pero en este
orden la USO - como dice en su comunicado – se hace algunas preguntas que
merecen respuestas claras por ejemplo “a
qué intereses obedece el cambio, porque el Igualatorio Medico que ha venido
percibiendo pingues beneficios durante años de los compañeros cuando estos eran
jóvenes, ahora que tiene una edad se los quitan de encima”, donde quedan
los derechos individuales de los compañeros y sobre todo si el Ayuntamiento y
el Igualatorio van a ser capaces de asumir las conclusiones de la consulta y recogida
de firmas que están haciendo los sindicatos entre los funcionarios y personal
laboral. .
Según dice José María Mateos Secretario General de USO
en el Ayuntamiento “hubo un tiempo para consultar a los compañeros, si querían
estar en el servicio público y/o en el privado, pues ahora también, luz y taquígrafos
para tomar otros acuerdos” que afectan a los derechos, y más si afectan a la
asistencia sanitaria como es el caso.
19 abr 2017
Hasta siempre, maestro y ejemplo de vida
Quien mejor para testimoniar a José
Luis Pérez Álvarez, que aquellos que han vivido de cerca la entrega
comprometida del sacerdote e Iniciador de Adsis, organización creada para los
pobres y sobre todo los jóvenes que siempre fueron su preocupación plasmada a
través de las muchas comunidades cristianas que el ayudo a fundar en España y
Latinoamérica.
Hace unos días comentando con Nacho Pérez
- buen amigo y compañero de Adsis en nuestra juventud - me recordaba lo
importante que había sido para nuestras vidas lo aprendido y vivido en la Comunidad
de Santander durante algunos años, destacando valores que entre otros dieron sentido a nuestra militancia en el mundo
sindical.
Ahora que ha fallecido José Luis,
vuelvo a recordar los momentos que vivimos juntos, la alegría que trasmitía
cuando nos enseñaba a estar "presente" con los jóvenes, a compartir
entre los hermanos el trabajo comprometido, en fin, a vivir la misión cristiana
allá donde estuviéramos, por todo ello me uno en la oración a los hermanos que
de forma más directa hoy le despiden
Muchas gracias
Desde el silencio.
Víctor Márquez Pailos
Unos ojos grandes y
unos labios carnosos, entreabiertos, eran como las dos ventanas por las que su
espíritu se asomaba al mundo. Era solo un niño, quieto para salir en la foto.
Ahora, ochenta y tres años después, el niño de la foto preside la estancia donde
un anciano acaba de sufrir. Parece, esta vez, asomarse al presente desde su
pasado eterno. Él es ahora el anciano muerto. Si hubiera podido contemplar
desde el pasado su futuro, si pudiéramos ver nosotros lo que, a veces,
entrevemos, ¿sería otra nuestra manera de entender la vida? Yo creo que no,
porque entender la vida es algo que se va consiguiendo mientras se vive. Antes,
no sería bueno. Después, ya no es necesario.
Creo
que no sería bueno entender la vida antes de vivirla porque dejaríamos de
jugar. Dejaríamos de ser niños, que es lo que más hondamente somos mientras
estamos vivos. Este hombre nuestro, que ahora recordamos sobre su lecho aún
tibio, se pasó la vida jugando con las palabras, acariciándolas, componiendo
paradojas con ellas, descubriendo analogías, semejanzas ocultas entre términos
opuestos. «Las diferencias suman», le oí repetir poco antes de verle partir
hacia el seno del totalmente Otro. Y eso ha sido su vida. Esta ha sido la
palabra de su vida, el nombre del movimiento que él solo ha iniciado, Adsis,
«presencia».
A nosotros solo nos caben dos posibilidades: dar
nombre a nuestros anhelos o confundirlos con nuestras apetencias. De Dios es el
fundar, del hombre el confundir. José Luis Pérez Álvarez, fallecido esta
semana, vivió hasta el final rodeado de los suyos. Y suyos hemos sido todos,
hombres y mujeres viviendo en común porque las diferencias suman y jugar a
conjugarlas ha sido el sueño de este niño hecho hombre para siempre.
13 abr 2017
40 Años de honradez y compromiso
El Sindicato Unitario de Cantabria cumple 40 años de existencia.
Allá por Noviembre de 1976 comenzamos a crear sindicatos de empresa (Sniace, Firestone, Hilatura de Portolín, etc.) o de Sector (Pequeño Metal, Construcción, Hostelería, etc.), todos bajo el mismo lema:
“Contra el Pacto Social” (se cocía la “operación Transición” y se veían venir los Pactos de la Moncloa) y “Por un Frente Común por el Pan, el Trabajo y la Libertad”. Fue un proceso vertiginoso donde todos corríamos a tomar posiciones, ya que no estaba claro que lo que hasta entonces había sido clave, la unidad de los trabajadores para luchar por sus derechos y condiciones de vida, siguiese siendo el motor del movimiento obrero a partir de esos momentos.
Han sido 40 años contra viento y marea. Sorteando todo tipo de obstáculos, sin más apoyo legal que una Ley de Libertad Sindical suficientemente amplia como para no concretarse en ningún apoyo efectivo para aquellos sindicatos calificados legalmente como “minoritarios”, expuestos, una vez sí y otra también, al abuso de las instituciones, la patronal y los llamados “mayoritarios”.
Han sido 40 años de independencia. Aunque justo es reconocer el apoyo inicial que recibimos de la ORT, lo cierto es que el SUC adquirió enseguida suficiente peso como para poder desarrollar libremente su carácter asambleario y marcar su propia línea de actuación. 40 años de autosuficiencia, valiéndonos por nosotros mismos, con nuestras cuotas y nuestro trabajo, con nuestra imaginación y olfato para dar respuesta a dificultades que aparentemente amenazaban con superarnos, sin subvenciones ni ayudas externas, ni siquiera de la Confederación Sindicato Unitario a la que pertenecimos mientras existió.
Obligados, en momentos, a ejercer una “economía de guerra”, reduciendo gastos al máximo y estrujnado nuestras posibilidades, con tal de mantener nuestra libertad y autonomía.
40 años de trabajo por la unidad de los trabajadores y trabajadoras, en las empresas, en las asambleas, entre los demás sindicatos que estuvieran dispuestos a luchar en cada momento, o con las asociaciones populares, apoyando sus reivindicaciones. 40 años, en definitiva, de honradez y compromiso. Habremos cometido errores, pero nuestro principal esfuerzo ha consistido en ser consecuentes, diciendo lo que pensamos y haciendo lo que decimos. Aunque nos haya costado mucho. Hasta el punto de que en más de una ocasión hayamos dudado en tirar la toalla.
Pero estábamos comprometidos con una idea y con una gente a la que no podíamos defraudar. Ello ha hecho que, en muchos aspectos, hayamos abarcado más campo que el que correspondería a una organización del tamaño de la nuestra. Y también que se nos haya exigido más de lo que podíamos abarcar. Pero nunca hemos rehuido el reto y hemos respondido con la mejor voluntad y ganas, con la mayor generosidad posible a nuestro alcance. Eso significa, para nosotros. Honradez y compromiso.
Una cosa tenemos clara: que no hemos podido abarcar todo lo que quisiéramos pero, allá donde estuvimos y estamos, nuestra coherencia y honradez ha obligado y obliga a los demás a revisar sus posiciones y andar con más cuidado. Y esto nos llena de orgullo.
Y, 40 años de resistencia. En nuestro caso, resistir no es vencer, porque, en la lucha en que estamos enfrascados, nadie puede vencer en solitario. Pero trabajamos para que esa victoria necesaria y posible llegue a ser, más pronto que tarde, una realidad.
Esos 40 años de independencia, de trabajo asambleario, de trabajo por la unidad, de honradez, compromiso y resistencia, están dando sus frutos, de tal manera que, hoy, estemos viviendo un momento dulce, creciendo hacia dentro y hacia fuera, lo cual nos anima a perseverar y compensa todo el trabajo que nuestros delegados y delegadas, todos nuestros afiliados vienen desarrollando desde hace, nada más y nada menos que, 40 años.
Y, 40 años de resistencia. En nuestro caso, resistir no es vencer, porque, en la lucha en que estamos enfrascados, nadie puede vencer en solitario. Pero trabajamos para que esa victoria necesaria y posible llegue a ser, más pronto que tarde, una realidad.
Esos 40 años de independencia, de trabajo asambleario, de trabajo por la unidad, de honradez, compromiso y resistencia, están dando sus frutos, de tal manera que, hoy, estemos viviendo un momento dulce, creciendo hacia dentro y hacia fuera, lo cual nos anima a perseverar y compensa todo el trabajo que nuestros delegados y delegadas, todos nuestros afiliados vienen desarrollando desde hace, nada más y nada menos que, 40 años.
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