Los ERE de Andalucía, Gurtel, los casos de Palma Arenas, Noss, Pokemon,
Baltar, Conde Roa, la ITV de Oriol Pujol, la mafia rusa en Lloret del Mar y el
caso Clotilde, el de Mercurio, Palau de la música en Barcelona, los casos Pretoria,
Emarsa, Brugal, el caso de Carlos Fabra, la Unión Mallorquina, Andraxt, Malaya
y otros como las minutas de José Mª del Nido, Astapa, Poniente, Umbría, la Caja
de Castilla la Mancha, casos y mas casos a los que se vinculan los dineros, el tráfico
de influencias, la prevaricación, el cobro de comisiones, la manipulación del
dinero público, etc., asuntos turbios donde los haya que en su mayoría están o
han sido ejecutados por políticos, empresarios de pro y profesionales de muy
diversas especialidades a quienes les une una avaricia insaciable por meter la
mano a los dineros públicos y el favor político
para los negocios.
Y ahora por si fuera poco la princesa Cristina de Borbón, un baluarte de lo
que se llama la Casa Real, una princesa que sedujo cuando salió del cascaron y
se fue a vivir a Cataluña a trabajar a ganarse el “pan con el sudor de la
frente” y que con cierta discreción, incluso genero ambiente para hacer cambios
constitucionales y con ello favorecer sus derechos hereditarios del tinglado España
del que goza la familia.
Pero que va, por lo que se ve, también a la princesa la gusta los negocios
y hacer dinero con las influencias familiares, así que a comparecer ante el
juzgado, a demostrar como todo hijo de vecino frente a un juez, que los
negocios que comparte con su marido Urdangarin en el caso Noss son negocios
limpios, y si no es así, a cumplir con la ley, devolviendo los dineros que se hayan
conseguidos indebidamente.
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