19 nov 2013

Restaurante Olleros (Setas de temporada)

clitopilus prunulus
Hace unos días he tenido el placer de cenar en el restaurante Olleros de Santander con motivo de la celebración de unas jornadas gastronómicas de las setas de temporada. Tengo que decir que era la primera vez que iba al restaurante, no así, a tomar algún que otro vino al que siempre acompaña una buena y bien elaborada tapa.

Pero pasemos al comentario de la jornada, y sobremanera al menú preparado con gusto muy refinado, con productos de alta calidad y magníficamente servido. Se abrió la cena con un aperitivo obsequio de la casa consistente en una sopa excesivamente acuosa de espárragos con picatoste (dos) y cecina difuminada que solo al final, una vez  tomado el caldo se pudo descubrir su sabor, bien en su conjunto y agradecido por el detalle.

Como primero un “Arroz cremoso de setas de temporada, ligado con queso zamorano, pipas y espárragos verdes” plato de fuerte contradicción a mi parecer, y de difícil identificación de los productos por el sabor predominante de las pipas pero sobremanera por lo turgente que produce al morder.

De segundo “Rodaballo a la plancha con parmentier de cítricos, salteado de gamba y seta limonera(clitopilus prunulus)” de calidad excelente el rodaballo acompañado de un puré al que perfectamente se le identificaba el toque cítrico, acompañado de gambas y setas que supieron a poco, por ser medias las raciones que te ofrece el restaurante, y que es avisado en el mismo momento que ofrece la participación en la jornada, (dejémoslo ahí).

De tercero el “Medallón de solomillo con salsa de colmenillas, verduras y capuchina salteada (tricoloma portentosum)” un plato muy bien compensado sino hubiera pedido el solomillo al punto, quedo excesivamente sangrante lo que produjo sobre la salsa de conjunto un cierto sabor que no me permitió paladear los contrastes del plato, pero el error fue mío por lo tanto nada que decir y solo lamentar no haber podido disfrutar con el pan de baguetina, de una salsa de setas espesita que en su composición final recogía todo lo que en el menú quedaba escrito.

De postre “Quesada pasiega con mousse de boletus pinicola, ganache de chocolate y helado de avellana” postre especial por su toque de setas aunque para los golosos del sabor clásico pudiera generarle cierta contradicción, nada que no pueda mejorara con un buen café cremoso y Petit Fours, un  Gin tonic que incorpora el menú de esos que ayudan a digerir la cena y abren una tertulia sin límite de tiempo que se agradece.


Al final una velada para recordar, que recomiendo a los que deseen disfrutar de las setas de temporada, este año, que según dicen los entendidos esta siendo muy buena.

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