14 feb 2016

El dolor y la muerte de los refugiados llega hasta soledades

Revisando las notas de mi ordenador he vuelto a releer este articulo "El dolor y la muerte de los refugiados llega hasta soledades" de Manuel Zaguirre, que me envió hace algún tiempo y que a pesar del tiempo transcurrido vuelve a tener el sentido de denuncia con el que esta escrito y con el que comulgó totalmente

Desde hace algún tiempo las noticias sobre los refugiados sirios pareciese que han desaparecido de los medios de comunicación al menos con la intensidad y gravedad con la que se expresaban hace tan sólo unos meses, pero el grave problema de la guerra y su repercusión sobre sus ciudadanos sigue vigente y sin solución satisfactoria, por eso vuelvo a recuperar esta reflexión de Zaguirre que esta llamada a mover conciencias.

Manuel Zaguirre.

Los tópicos veraniegos sobre desconectar, evadirse y relajarse a tope, etc., no rigen en estas últimas semanas, ni siquiera en un paraje tan dado al sosiego y la tranquilidad como Soledades. Sería necesario aislarse radicalmente de los espacios informativos de la radio y la televisión, muy deficientes en estas alturas, y limitarse a las tontadas que emiten en verano con más asiduidad que la habitual. Y eso ni se puede ni se debe hacer.

Hay que joderse y asumir, yo al menos, el dolor, la desesperación, las marchas de miles de kilómetros, los millones de desdichados que huyen de las guerras, de la miseria y de la muerte como única certeza … Hay que llenarse los ojos, el corazón y el alma, con las imágenes de personas despavoridas, con abundancia de niños, niñas y ancianos, que atraviesan en condiciones infrahumanas media docena de países intentando llegar a la Unión Europea (UE), sorteando una carrera de obstáculos en la que abundan las alambradas asesinas, los muros, las brutales policías fronterizas, los perros y los helicópteros, para intentar parar esa masa humana y enviarla a ninguna parte o procurar absurdamente que desaparezca como si de un mal sueño se tratara.

Y hay que llenarse los ojos de indignación y de rabia a la vista de centenares y centenares de inocentes que mueren en el empeño, muchas de ellos asfixiados en camiones herméticos o en las bodegas de barcos en ruinas, porque esas “plazas” son más baratas en el tarifario de las mafias que trafican con los refugiados; las “plazas” con derecho a oxígeno son más caras …

La indignación y la rabia se desbordan del todo cuando, ante esta tragedia humana de infelices inocentes huyendo de las guerras y la muerte segura, no hay más respuesta que la cobardía, la inhumanidad y la hipocresía de la UE, que manifiesta su farisaico pesar al mismo tiempo que rechazan o regatean a la baja la cifra de refugiados a acoger en cada país, con un total no superior a 40.000 para toda la UE. Países a años luz del bienestar y el poderío económico de la UE, como Jordania, Líbano, Turquía, han acogido ya a más de 4 millones de esos refugiados procedentes de Siria e Irak, en los que la guerra y la barbarie del llamado “estado islámico” hace imposible seguir en ellos a una gran parte de la población civil indefensa.

La indignación llega al límite cuando reparamos que este drama, esta sangría de refugiados, tiene su origen próximo en la acción brutal e ilegal de los USA, con la complicidad servil de la UE por acción u omisión. A qué recuerdan la foto repulsiva de Bush, Tony Blair, Aznar y Durao Barroso, riendo en las Azores, cuando anunciaban la intervención contra Irak con la excusa mentirosa de “armas de destrucción masiva” que nunca aparecieron … Antes hubo la guerra provocada de desgaste mutuo entre Irak e Irán, la campaña astronómica para liberar Kuwait … a las que sucedieron la intervención en Libia, la guerra civil múltiple en Siria o el ahogo en sangre de los brotes de la “primavera árabe” en Egipto, Yemen o los Emiratos.

La voracidad insaciable de petróleo y dominarlo a toda costa de los USA, a la que se suma subsidiariamente una UE que es poco menos que una moneda común, son la causa directa de la inviabilidad de Irak como Estado nacional, de la avanzada fase de destrucción de Siria, del ascenso imparable, hoy por hoy, del salvaje “estado islámico”, y la amenaza cierta del terrorismo yihadista en todas partes …

Los flujos de millones de refugiados que huyen de esos desastres, de los cuales son una parte ínfima los que aspiran a llegar a la UE, son el coste humano intolerable de tanta torpeza, tanta imbecilidad suicida, tanto belicismo por el petróleo …

Pero este drama es más doloroso, si cabe, y cabe, en los cientos de precarios campos  donde se hacinan millones de refugiados en Turquía, Jordania o Líbano. La situación es angustiosa, falta de todo, agua, alimentos, implementos sanitarios e higiénicos, cobijo y, sobre todo, una mínima esperanza humana para esos inocentes, para los que la proximidad del invierno amenaza con agravar su sufrimiento.

Decenas de ONGs y agencias especializadas y miles de heroicos y anónimos cooperantes solidarios, alivian como buenamente pueden tanto dolor y, como en el mito evangélico, multiplican cada día los panes y los peces … pero aquí no hay Jesús o Mahoma alguno para sostener el milagro. Mientras llegan las soluciones de fondo, es vital que nuestra indignación, nuestra rabia y nuestro dolor compartido, no se queden en el confort del sofá siestero viendo el drama. Tenemos que ayudar activamente a esas ONGs y a esos cooperantes ejemplares para que puedan ayudar a su vez a esos millones de seres humanos desesperados.

Les dejo las señas de tres entidades muy comprometidas con los refugiados sobre el terreno. Hay muchas más. Mi humildísima aportación no es nada si falta la de ustedes y la de todo el mundo que vivimos razonablemente bien en comparación con esos millones de congéneres. Llamen a esas entidades, infórmense, hagan una contribución puntual o asóciense establemente, a ellas o a otras. Pero háganlo. Gracias.
Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 913697056  eacnur@eacnur.org   Cruz Roja/Media Luna Roja  902222292    informa@cruzroja.es  Médicos Sin Fronteras    902303065   sas@msf.es


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