A los trabajadores de la extinta Ecomasa se les van cerrando todas las
puertas. Cada día que pasa se van quedando más solos, sin apoyos, y lo que es
peor sin argumentos para conseguir recuperar las indemnizaciones que se vieron
obligados a poner en el fiasco de Néstor Martin para conservar el trabajo.
Primero fue la connivencia del Gobierno Regional de aquel entonces
presidido por Ignacio Diego con Teka Industrial para quitarse de enmedio la presión
sindical ante el desmantelamiento de la sección de cocinas, connivencia y en
buena medida engaño que alcanzo no solo a los trabajadores afectados, sino a los sindicatos y comité de empresa que
después de una prudente movilización, vieron en la oferta de Ecomasa una salida
a la deslocalización de un producto totalmente rentable y solo ejecutada por
criterios de rentabilidad empresarial, aunque con ello volvieran a dar otro
mordisco a la industria cántabra.
Luego llegaría la justicia con sentencias reiteradas declarando
“fortuita” la crisis de Ecomasa y con ello procedente los despidos de todas y
cada una de las reclamaciones presentadas - tanto colectivas como individuales
- cerrando cualquier salida a posteriores demandas tanto en primera instancia
como en tribunales superiores.
Y por si esto fuera poco, también se le han ido cerrando las puertas a
los trabajadores por parte de las instituciones, del ICAF y Sodercan, que
siempre navegando entre dos aguas han conseguido quedarse al margen de toda responsabilidad,
después de haber sido ellas quienes aportaron argumentos y financiación para la
puesta en marcha de Ecomasa, instituciones no solo administradas por el
gobierno de turno, sino por importes representantes de sindicatos, patronal y
personas de prestigio, que hasta la fecha están callados, quizá a la espera de
ser convocados por la Comisión de Investigación Parlamentaria, para aportar las
razones que les movieron apoyar esta iniciativa empresarial. Ya veremos si
hablan claro y alto, o también se esconden entre informes inútiles que ya han
demostrado su ineficacia .
Organismos de prestigio que desde el principio, salieron corriendo a
los juzgados hasta conseguir que el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria
considerase “inadmisible” las ultimas reclamaciones de los trabajadores con el argumento
fácil de haber sido “cosa juzgada”, mientras que por otra parte Sodercan, en un
claro intento de lavarse la cara, presentaba una denuncia ante el juzgado
derivando la responsabilidad sobre los empresarios Jesús Lavín y Andrés de León,
hasta la fecha libres de polvo y paja.
Y más tarde, infinitamente más tarde, la Intervención Judicial,
dedicada a ejercer de liquidadora y a mal vender los escasos activos que
tampoco según parece tampoco alcanzaran para cubrir los 3,2 millones de euros
que pusieron los trabajadores, Intervención Judicial que bien pudiera haberse
manifestado con más claridad antes que los juzgados hubieran desestimado las
demandas de los trabajadores, y no ahora que según parece han presentado ante
el Juzgado de lo Mercantil, informe por el que declara como únicos responsables
a Jesús Lavín y Andrés de León entre otras cuestiones por la descapitalización
de Ecomasa Santander a favor de otras empresas del grupo, pero al final tarde
para la defensa de los trabajadores.
Y ya puestos abandonar a los trabajadores, tampoco se ha quedado atrás
el gobierno de Miguel Ángel Revilla quien con todo un plan de viabilidad
elaborado a su instancia por la prestigiosa empresa vasca HUB Advisory
Partners
SL, le dio otro soberano portazo a las expectativas de los trabajadores
instando su liquidación y confirmando con ello la inviabilidad de Ecomasa que nació
como un importante referente para la recuperación de la industria de Cantabria
y acabo como un engaño a 80 trabajadores y un fraude de 21 millones de euros
imposibles de recuperar y que quedaran sobre las espaldas de todos los cántabros.
Y ahora por quedar, solo queda la Comisión de Investigación
Parlamentaria, una iniciativa creada a instancias de Podemos y que establecerá
las responsabilidades políticas de los Gobiernos Regionales que tan mal han
gestionado este fracaso, responsabilidades políticas que a la altura que
estamos parecen claras en la mala gestión del gobierno del Partido Popular de
Ignacio Diego y en el gobierno actual incapaz de dar una salida decente a los
trabajadores facilitándoles ayudas al empleo y porque no restituirles las
indemnizaciones que con engaño y extrema necesidad por un empleo pusieron los
trabajadores.
Abrir nuevas expectativas judiciales una vez el Juzgado de lo Mercantil
resuelva la suspendían de pagos, no se si será posible, pero que estos
trabajadores se merecen una solución por parte de la administración que fue
quien les embarco en esta liada es más que necesaria, así que tome buena nota esa
Comisión Parlamentaria y aunque nada mas sea a mera recomendación no estaría de
más incorporarla entre sus conclusiones.
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