Cantabria
invertirá este año 4,1 millones de euros en la prevención y lucha contra los
incendios forestales. Entre enero y febrero del 2023 ardieron 5.396 hectáreas,
de ellas 726 lo fueron de superficie arbolada, 3.621 matorral y monte abierto y
1.049 pastos y dehesas.
España es el
país de la Unión Europea con más superficie arrasada por los incendios. Una
posición que nos obliga a tomar medidas excepcionales, tanto políticas como presupuestarias
de forma urgente.
La crisis climática
– por años comprobada – a puesto de relieve que solo la política basada en la extinción
ya no sirve, que es imprescindible incorporar la estrategia de la prevención en
el todo momento como respuesta a los fuegos – de sexta generación, en los
que las llamas superan la velocidad de 6Km/h - que cada vez son más
frecuentes e intensos.
Es evidente
que para ello se necesita tomar medidas administrativa y políticas. Acabamos de
celebrar unas elecciones políticas 23J y este tema ha vuelto a pasar
desapercibido en el debate electoral, solo apuntado como compromiso político
por Sumar.
Entre otras
“la coordinación, con y entre, las Comunidades Autónomas en la prevención,
consolidar las competencias previstas en el Comité de Lucha contra los
Incendios Forestales (CLIF) incorporando la participación de todos los actores
sociales y entidades locales, la dotación de un fondo presupuestario de apoyo a
la prevención de incendios y gestión forestal, que complemente las ayudas siempre
escasas con que dotan la prevención las comunidades autónomas y ayuntamientos,
y finalizar la tramitación de la Ley Básica para el Estatuto de los Bomberos
Forestales”.
Y en este
orden de apostar por una nueva estrategia forestal sostenible, poner en marcha
medidas económicas y fiscales que ayuden a sustituir progresivamente las
plantaciones de pinos exóticos y eucaliptos por especies autóctonas, de
crecimiento menos rápido, pero menos proclives a generar grandes incendios.
Estas
iniciativas, de ninguna manera son fruto de la ocurrencia política, como
pretende calificar la extrema derecha, son propuestas compatibles con la estrategia
de la UE, en el marco de la Biodiversidad 2030, incluida en el Pacto Verde
Europeo en favor de los bosques.
Propuestas,
entre otras, que nos obligan como país a la “reforestación con especies
autóctonas, promoción de la bioeconomía basada en los bosques no madereros,
incluido el ecoturismo, la ayuda institucional a los propietarios privados de
montes, y montes comunales, eliminando en la medida posible, las trabas
administrativas, hacer compatible el manejo forestal y la ganadería extensiva,
y un plan de empleo forestal con personas contratadas de los pueblos para la
gestión integral”.
Sin ninguna
duda nuestro país esta preparado para afrontar muchos de los incendios, digamos
de baja intensidad, que bien por los pirómanos 60%, algunos ganaderos y
agricultores que realizan quemas no justificadas o las famosas barbacoas, pero
por desgracia esta eficacia profesional no es suficiente, para los nuevos
incendios cada vez más intensos, y en muchos casos superando la eficacia de
nuestros bomberos forestales, por eso es necesario volver a concienciar a los
ciudadanos del grave momento en que vivimos.
Cantabria tiene
amplia normativa para luchar contra los incendios, especialmente el Plan
Especial de Protección sobre Incendios Forestales INFOCANT, legislación que
responden eficazmente, pero no suficiente si no va acompañado de amplias
campañas de información que alerten a los ciudadanos sobre los daños
ambientales, y económicos.
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