6 ago 2024

Coordinadora Cántabra por Pensiones Publicas y Dignas



A 16 de Julio del presente año, son 27 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, desde que se lleva cuenta; 9 menores asesinados por la pareja de su madre, y 21 Huerfanos por el asesinato de sus madres. 

El sistema policial VioGén lleva registradas 709.864 víctimas de violencia machista, un 6,9% más que el mismo periodo del año anterior. Pero el número de mujeres con protección policial por violencia de género no pasa de las 95.200, el 13%. Del total, 1.562 mujeres presentan un riesgo alto y 26 riesgo extremo de sufrir una agresión. El problema es de falta de personal dedicado a esa función y de medios materiales.

Frente a estos terribles números, de los que los españoles no son los únicos, ni los más graves, la comunidad científica, a nivel mundial, y con participación de investigadores españoles, está entretenida en otros asuntos, y dedica miles de millones de euros a investigar, entre otras cosas, la forma de alargar y mejorar la vida de las personas vivas, hombres y mujeres. Y parece que lo pueden conseguir. Científicos de todo el mundo son contratados con salarios desorbitados para que encuentren la fórmula con la que alargar la vida de aquellos que, por supuesto, se lo puedan pagar, que serán unos pocos.

El contraste es alarmante, la desigualdad sigue aumentando entre los pocos que van a vivir más y mejor, y la gran mayoría. Todos queremos vivir más y mejor.

Y no es solo que se puedan pagar el medicamento que alargue sus vidas, sino que puedan, también, pagarse el mantenimiento de los años que van a vivir de más que, se supone, será a un alto nivel de bienestar.

La más profunda desigualdad social domina el mundo: la desigualdad en el principio, en la propia vida, en la falta de interés por luchar contra las enfermedades, las raras y las más frecuentes, contra las guerras, contra la violencia de género, en la falta de medios para asegurar una vida digna al conjunto de la población.

A otro nivel, pero no menos importante, y es un ejemplo, están las últimas medidas acordadas entre el Gobierno y los sindicatos UGT y CCOO, en torno a la jubilación: han encontrado la “solución” (entre comillas) para mejorar las pensiones. La solución mágica es que los y las trabajadoras trabajen más años, coticen más, y dejen de cobrar la pensión de unos cuantos años, para ahorro de la Seguridad Social.

No tienen en cuenta que no es lo mismo llegar a la edad de jubilación, después de una vida laboral, sentados en una oficina, con aire acondicionado, que llegar después de toda una vida de camarera de piso en un hotel, o de peón de la construcción, un verano tras otro, a pleno sol.

La desigualdad la siguen fomentando.

Otra solución que vienen proponiendo, con carácter general y voluntario, pero que, de un tiempo a esta parte, quieren hacerlo obligatorio, es que los trabajadores renuncien a parte de su subida salarial, por convenio, y dediquen esa parte, más lo que pueda poner cada uno de su bolsillo, a un fondo de pensiones privado, con el fin de mejorar su pensión cuando lleguen a la edad de jubilarse.

Los que firman ese acuerdo, en vez de luchar por que suban los salarios, se entregan y parten del supuesto de que los salarios van a seguir bajos y las cotizaciones serán escasas. De momento, ya lo han implantado en el Convenio General de la Construcción.

Una vez más, la desigualdad está presente: no será lo mismo dedicar dinero a un plan privado de empresa para quien tiene un salario alto que para quien apenas llega al salario mínimo, tiene un contrato precario y pasa largas temporadas en el paro. Al final, éste último, tendrá una pensión baja, digan lo que digan, por mucho que la complemente con la pensión privada.

Desde la Plataforma de Torrelavega, perteneciente a la Coordinadora Cántabra de Pensionistas, centramos todos nuestros esfuerzos en luchar contra la pobreza y la desigualdad. Y, es por eso, que exigimos al Gobierno y, especialmente, a los sindicatos firmantes, que expliquen y justifiquen por qué, una y otra vez, adoptan medidas que solo benefician a unos pocos, en perjuicio de la gran mayoría más necesitada.

Emplazamos a los sindicatos UGT y CCOO a que digan, en base a qué criterios de solidaridad y de defensa de los más débiles, orientan sus decisiones y dedican sus esfuerzos.

Desde nuestra Plataforma,

EXIGIMOS, DEL GOBIERNO, QUE SE CENTRE EN GOBERNAR, Y EN HACERLO PARA LA PARTE MÁS VULNERABLE DE LA SOCIEDAD QUE ES LA MAYORITARIA.

INSISTIMOS EN RECLAMAR UNA PENSIÓN MÍNIMA IGUAL AL SALARIO MÍNIMO, COMO FORMA DE ACORTAR LAS DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES, Y ENTRE PENSIONISTAS ENTRE SÍ

GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, LAS PENSIONES SE DEFIENDEN 

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